Out Run, GTI Club y muchos otros, son esa clase de juegos que igual, los que no son tan aficionados al mundo del automovilismo o a la pura conducción en sí, no deberían dejarlos escapar, ya que gracias a su componente arcade se convierten en excelentes títulos competitivos, rápidos y accesibles, que pueden enganchar a cualquier jugador.
Es el caso de GRID, la décima entrega de la saga TOCA y la cuarta entrega de la saga GRID, pasa lo mismo. Hay que hablar de su amplia calidad visual y sonora, pero sobre todo, de las propias carreras y ese maravilloso componente arcade que hoy en día tanto añoramos.
Se pasa de frenada, técnicamente hablando…
Al margen del chiste malo, si es cierto que este reboot (porque parece ser que es y está planteado como un reboot), está muy trabajado en la parte técnica, desde los espectaculares gráficos, hasta el control, las físicas o el sonido.
Los coches lucen espectaculares, y más aún si ponemos el modo primera persona y vemos los interiores completamente recreados, que se dejan ver en el juego, con pequeños detalles como los espejos, la muy conseguida lluvia o la palanca de cambios; nos han ganado. Además, el sistema de colisiones viene acompañado de una destrucción bastante conseguida, no solo cuando nos cargamos nuestro coche, si no también cuando interactuamos colisionando con diversas partes del escenario.

En cuanto al sonido, Codemasters cumple, los sonidos son recreaciones fieles y la velocidad, el chirrido de las ruedas y demás efectos están conseguidos. Donde flojea un poco es en una banda sonora que suena demasiado en segundo plano y que no destaca para nada. Un error bajo mi punto de vista, pues en juegos de conducción, esta clase de guiños sonoros suele dar mucha personalidad a esta clase de títulos. Sin embargo, los rugidos de los coches, los sonidos de lluvia y toda la parte más envolvente de la propia ambientación del título está muy conseguida, algo que es digno de admirar.
GRID propone un gameplay que a pesar de que apueste por un claro componente arcade, también trata de forma realista cada carrera, pues si bien los choques dañan de una forma reducida los coches y la propia conducción de estos, los derrapes, y más cuando llueve, son salvajemente tediosos pero realistas. Y es que, a pesar de que cabreemos a todos y cada uno de lo asistentes a la carrera, las físicas se comportarán de forma real y nos darán nuestro merecido siempre y cuando lo merezcamos.
GRID propone un gameplay que, a pesar de que apueste por un claro componente arcade, trata de forma realista cada carrera
Es fácil acostumbrarse, pero difícil ser el mejor
La dificultad es un tema peliagudo a la hora de hablar de conducción. Por suerte, GRID no está mal medido, cuenta con una curva de aprendizaje pronunciada pero muy correcta. No nos equivoquemos, en las primeras carreras quedaremos últimos por ser unos «ansias», pero cuando le cojamos el tranquillo comprenderemos que GRID cuenta con una fórmula muy precisa a la que nos tenemos que acostumbrar para ganar, por lo menos en el modo de un solo jugador.
Y es que ya sabéis que por fácil o simple que pueda parecer un juego, siempre habrá otro que lo haga mejor que tú, y eso en GRID se demuestra constantemente, jugar es fácil y divertido, pero ser el mejor es muy difícil. Si bien del modo multijugador hablaremos después, del modo un jugador debemos destacar que la IA sabe jugar y competir, más aún si tenemos en cuenta que tenemos la mecánica del «Flashback«, el poder rebobinar la carrera unas cuantas veces cuando nos equivoquemos. Algo que entiendo que esté para todo aquel que busque una experiencia menos agobiante y menos tediosa, pero no entiendo que sea una opción por defecto. No me gustó en anteriores entregas de la saga y no me gusta ahora, creo que le quita un poco de emoción y competitividad individual, pero entiendo que pueda ir en gustos.

También entiendo que vaya en gustos los propios controles del coche, que a pesar de que cada uno es un mundo, sí que tienen una serie de opciones determinadas que podemos cambiar sin profundizar demasiado como para romper la experiencia arcade.
Interfaz, garaje y modos de juego
Uno de los aspectos más simples de GRID es la interfaz de su menú principal, muy simple y algo sosa, pero, al mismo tiempo, muy efectiva y rápida, algo de lo que deben aprender los juegos de deportes que apuestan por la competitividad y cuentan con tediosos y liosos menús.
Es muy simple, tendremos nuestro perfil de jugador, el número de monedas (las cuales conseguimos tras cada carrera) y los modos de juego que queramos probar. Entrar, comprar y competir. Otra cosa a destacar es que el juego no cuenta con micropagos, y todas las monedas que tengamos serán gracias a nuestro propio esfuerzo en el juego.

Las monedas se gastarán en nuestro garaje, donde podremos comprar coches de las mejores marcas y diseñarlos a nuestro gusto para luego competir en cada modo de juego disponible.
Son tres los modos que componen GRID. El modo para un jugador está compuesto por una gran cantidad de eventos divididos en modalidades que admiten una única serie de coches, estos eventos se caracterizan por compartir el sistema «Némesis», mediante el cual los demás pilotos se picarán contra nosotros si nos chocamos con ellos.
El modo multijugador es muy simple y limitado, algo que va acorde a la propuesta del título, pero se esperaba más que un simple modo de partidas públicas o privadas entre 16 jugadores. Cuenta con reglas preestablecidas en el modo público, sin embargo, en partidas privadas podremos trastear con diversas opciones.
Conclusiones
GRID es una apuesta clásica a lo arcade, el regreso de la conducción rápida y desenfrenada con carreras ácidas y de contacto. Si bien tiene un maravilloso control y una gran ambientación, igual se queda un pelín corto en algunos de sus modos de juego, que además, junto con una poco cuidada banda sonora, no deja un gran título con margen de mejora.
GRID
Puntuación Final - 7.5
7.5
Recomendado
GRID, a pesar de descuidar algún apartado, es una muy buena apuesta por lo arcade que puede enganchar a cualquiera, te guste la conducción o no.