Los proyectos ambiciosos suelen ser los más llamativos e interesantes, ya que tienen el coraje suficiente como para intentar hacer algo diferente o complejo. Por eso, cuando nos prometen numerosas características en un juego siempre pensamos “Vaya, ¿y conseguirán hacer todo eso bien?” y a veces sí, lo hacen, pero otras tantas no. En esas ocasiones, se suele decir “menos es más”, que la ambición es buena, siempre que seas consciente de hasta dónde llega tu límite. Y si a todo esto le añades la aparición numerosos cambios de última hora, y una pandemia mundial, todo se tuerce mucho más rápido.
Goodbye Volcano High es una aventura narrativa cinemática sobre el amor, el cambio y el fin de una era. El título ha sido creado por el estudio KO_OP, y tendremos que guiar a Fang en su último año de instituto, mientras intenta hacer las cosas bien antes de que se acabe el mundo.

La adolescencia es complicada
Fang es une adolescente que está en el último curso del instituto, y su único sueño es que su grupo de música triunfe y salga de gira. No obstante, su sueño es truncado por dos grandes problemas: el primero es que sus amigues están dejando el grupo de lado; y el segundo, pero no menos importante, es que se acerca un asteroide gigante a la Tierra. Así que Fang tendrá que averiguar qué es lo que de verdad vale la pena, si perseguir un sueño o la amistad.
Goodbye Volcano High centra su historia en Fang y su grupo de amigues, que están en el último curso del instituto y están intentando averiguar quiénes son y qué quieren hacer antes de que se acabe el curso (y el mundo). Como historia dramática de adolescentes en plena crisis hormonal y existencial acierta, y si encima te gustan las historias sencillas de chavales peleándose por estupideces y haciendo una tragedia de la nada (quitando lo del fin del mundo, claro), es una buena elección. A pesar de la buena primera impresión, es difícil no sentir durante las horas de juego que el título ha tenido más de un cambio de guion, y que el esqueleto de la historia es un esqueleto y nada más.

La nula importancia de tomar decisiones
Cuanto más te adentres en los aspectos narrativos de una historia, antes notarás si la misma carece de contenido
Cuanto más te adentres en los aspectos narrativos de una historia, antes notarás si la misma carece de contenido. Y por desgracia, es fácil darse cuenta de las costuras que tiene la historia de GVH, cuyo contenido escasea en giros o complejidad alguna. Adolescentes dramáticos, fin, no ahondan casi nada en la profundidad de los problemas que plantean, sino que solo se quedan en la superficie.
También pasa con los personajes, que en cuanto los conoces un poco, aprecias que son muy planos y estereotípicos, sin grises ni profundidad alguna, y esto solo empeora durante las tramas de la historia. Otra cosa que no ayuda a que aprecies a ciertos personajes es su doblaje, que sin ser malo, sí que parece algo desapegado. Si lo sumamos a los silencios incómodos durante los diálogos y la lentitud de algunas animaciones, ciertas escenas parecen carentes de emoción.
Un ejemplo de ello es una de las tramas principales: la mejor amiga de Fang se aleja de elle porque encuentra su verdadera pasión, y tanto el problema como la solución se quedan en nada. No lo resuelven, lo hablan por encima, pero todo carece de sentido, ya que se acaba el mundo. Y esto solo esclarece otro de los problemas, que es la duración, que siendo corta se siente algo vacía. Como si faltaran un par de horas para terminar la historia por completo. Me da pena que un juego con un potencial así se desperdicie por no prestarle la atención suficiente a los detalles.
El que mucho abarca…
La historia peca de simpleza, y al ser una novela gráfica centrada en la narrativa es un problema
Según los creadores, Goodbye Volcano High es una combinación entre novela visual, cinemáticas narrativas, juegos de ritmo y una aventura sobre la madurez personal. Suena a que es demasiado, ¿verdad? Pues porque lo es. Además de las elecciones, tendremos algunos minijuegos que enriquecen la experiencia, como las partidas de su “Dragones y Mazmorras”, las escenas de música o los diseños de carteles. No obstante, como ya he comentado en el apartado anterior, la historia peca de simpleza, que al ser una novela gráfica centrada en la narrativa es un problema, pero no es el único. Durante las conversaciones, tendremos varias opciones de diálogos en las que “supuestamente” podremos perfilar la personalidad de Fang, y es una verdad con toques de mentira.
Sí, podemos decidir qué decir, pero es que no importa lo que digamos, ya que la historia seguirá exactamente igual. ¿Sabéis qué es lo más importante en un juego sobre tomar decisiones? Que esas decisiones importen, y aquí no lo hacen. Lo único que te puedes perder son algunas escenas especiales con los personajes, que no aportan gran cosa porque no es un juego de citas.
Hagamos lo que hagamos, incluido el juego de ritmo, todo seguirá igual. Solo existe un final, con una pequeña variedad en el outfit final si queremos elegir el único romance disponible o no. Ha habido recortes y numerosas cosas que se han quedado fuera o que han cambiado directamente, y se nota que el producto final es una amalgama de los constantes recortes o lo que “quedaba mejor”. A veces, es mejor centrarse en solo un par de géneros para pulirlos mucho más, haciendo un juego más acotado y perfecto.
Que el ritmo no pare
Aunque hay partes del juego con escasa profundidad, hay otras que me parecen inmejorables: su banda sonora y su apartado artístico. Al ser un juego con mecánicas de ritmo, era más que necesario que la música destacara, pero no imaginé que tanto. La banda sonora de Dabu con la cantante Brigitte Naggar no solo son lo mejor del juego, sino que además han sabido crear unas melodías dulces de pop rock independiente que brillan por encima de todo. Si bien es cierto que el juego de ritmo es muy divertido, y que la BSO es remarcable, sufre lo mismo que en sus otros apartados: poco importa si fallas o no, el juego seguirá su curso hasta el final.
La banda sonora de Dabu, con la cantante Brigitte Naggar, son lo mejor del juego
Su apartado artístico y las animaciones de los personajes están dibujadas a mano, siendo otro de los aspectos más llamativos del juego. La paleta de colores brillante va de la mano con el cuidadoso estilo artístico de los personajes y los fondos. De hecho, los personajes desprenden color y detalle, con un diseño que destila personalidad, haciendo que solo por su diseño de dinosaurios adolescentes te atraigan para seguir jugando. Las animaciones, por lo general, están conseguidas, aunque son algo erráticas y estiradas, al igual que los diálogos. Si fluyeran de manera más orgánica, sería prácticamente una serie de animación.
Por lo general, el juego es estable y tiene pocos problemas gráficos, pero sí que me he encontrado más de un bug visual con los cambios de escenario. A veces, la imagen se quedaba parada unos segundos, o una escena se repetía varias veces, nada especialmente molesto, pero que deberían arreglar más pronto que tarde. En próximas actualizaciones, además de arreglar estos pequeños bugs, también deberían añadir un selector de escenas al completar el juego. De esta manera, los jugadores podríamos repetir nuestras escenas o canciones favoritas.
Conclusiones
Como historia dramática sobre unos adolescentes que además de sufrir el último curso del instituto, también tienen que hacer frente al fin del mundo, Goodbye Volcano High se queda en la orilla de ser algo más que un cómodo, aunque simple paseo. A pesar de tener una historia poco profunda y unos personajes algo planos, aun así, consigue destacar y remontar gracias a su preciosa banda sonora y su detallado arte. Puede que el título abarcara más de lo que podía soportar, pero sus maravillosas canciones, sus divertidos mini-juegos y su deslumbrante arte redimen un poco sus carencias, dando como resultado un juego bonito, sencillo y entretenido a su manera.
Goodbye Volcano High
Puntuación Final - 6.5
6.5
Interesante
Goodbye Volcano High es lo suficientemente ambicioso como para querer abarcar muchos géneros, pero no tanto como para hacerlo bien. Como resultado, tenemos una historia simple, pero sin profundidad, que solo es salvada por su bonito apartado artístico y su maravillosa banda sonora.