AnálisisPS5

Análisis de GigaBash para PS5

El espíritu del kaiju eiga

No sé si lo he dicho alguna vez, pero adoro que los videojuegos añadan sistemas de destrucción del entorno a sus mecánicas. Algo primigenio en mi interior hizo que Red Faction Guerrilla fuera uno de los juegos a los que más horas eché en PS3; la libertad para destruirlo todo era hipnótica. Un tipo de juegos que se presta mucho a satisfacer esta oscura parte de mí son los juegos que utilizan a los kaiju como protagonistas, sin embargo, a pesar de lo fácil que parece hacer una propuesta divertida con esa temática, no hay tantos juegos que utilicen su potencial… o al menos no los había. El año pasado Override 2 daba una diversión de mucha calidad (utilizaba mechas en vez de kaijus, eso sí), y este año hemos tenido el fantástica Dawn of the Monsters y este GigaBash que nos ocupa ahora.

GigaBash ha sido para mí una de las pequeñas sorpresas del año. Estamos ante un arena fighter para hasta cuatro personas divertido, accesible y espectacular que puede convertirse en un juego de sofá de referencia. Puliendo con más opciones su más que sólida base, podemos estar ante unos de esos juegos destinados a copar las sesiones de juego multijugador, tanto en online como en local.

La premisa de GigaBash es tan simple como efectiva: con un plantel de diez kaijus propone combates tridimensionales de hasta cuatro jugadores, pudiendo también jugar uno contra uno, todos contra todos o por equipos. Los kaijus, entre los que también se encuentra algún héroe, cuentan con estilos de combate totalmente diferenciados.

Los diseños de los kaijus y los de escenarios rayan a un nivel fabuloso, funcionando además realmente bien a nivel técnico

A pesar de que todos cuentan con un control similar, las herramientas de cada personaje son muy distintas entre sí, siendo uno de los mayores placeres del juego descubrir las habilidades de cada uno. Gigaman es un héroe gigante que utiliza combos físicos, rayos y poses claramente inspirados en héroes como Ultraman o Kamen Raider, mientras que Woodley, por ejemplo, es un Yeti que crea grandes bolas de nieve capaces de arrasar todo el escenario (además de contar con una  útil absorción muy similar a la de Kirby).

Una de las mayores virtudes de GigaBash es su maravilloso diseño de personajes, tanto a nivel estético y conceptual como a la hora de manejarlos. Las referencias para cada uno de ellos son claras, así como los escenarios en los que combatimos. Selvas, urbes como Tokyo, cuevas primigenias… una gran variedad de escenarios con diferentes posibilidades. habrá una gran cantidad de objetos con los que podemos interactuar (y sí, con interactuar me refiero usarlos para zurrar a los rivales), como camiones, misiles, taladros o los propios edificios. Incluso habrá trampas con pinchos en los que podemos empalar a nuestros adversarios si los lanzamos con precisión. Los diferentes niveles además son totalmente destructibles, siendo tremendamente satisfactorio ver cómo con el paso de la lucha vamos arrasando todo el escenario.

El modo historia cuenta con muchas ilustraciones de este estilo realmente simpáticas…

Los kaijus cuentan con muchas posibilidades durante las contiendas: ataques débiles y fuertes, en evasión o en carrera, en el aire, combos con agarre e incluso la posibilidad de transformarse en una versión aún más grande e hipervitaminada que desatará el caos, arrastrando incluso a nuestros compañeros de equipo. GigaBash encuentra un estupendo equilibrio a la hora de dar muchas opciones al jugador, pero sin ser tremendamente complicado ponerse a los mandos, haciendo que la variedad y el aprendizaje venga de la mano de los propios kaijus y su idiosincrasia. Incluso hay facilidades para aprender a jugar en equipo de formas bastante interesantes.

…aunque sigue siendo corto, sencillo y nada rejugable.

GigaBash cuenta con un modo para un solo jugador en el que superaremos algunos niveles de historia de cuatro de los kaijus. Nos propondrán diferentes objetivos y situaciones a la vez que nos narran la trama con dinámicas escenas de estilo cómic. Sin embargo, a pesar de que es indudablemente divertido y se nota que le han puesto cariño, es demasiado corto (además de con una dificultad bastante extraña). Su concepto daba para dar modos de juego para un solo jugador muy sencillos y que le darían mucha más vida al juego. Es incomprensible la falta de un modo arcade o de un torneo.

El multijugador funciona a las mil maravillas, siendo obviamente donde han puesto toda la carne en el asador. las partidas son caóticas, frenéticas e inmensamente divertidas cuando juegas con gente… si es que la encuentras. El problema de estas grandes apuestas multijugador sin una comunidad previa lo pasan mal hasta hacerse con una base de jugadores. Ha sido difícil encontrar partida, y cuando lo ha hecho la IA ha tenido que ocupar los otros dos huecos disponibles.

GigaBash tiene la capacidad de ofrecer un espectáculo de caos y explosiones al poco de empezar la partida

Eso sí, durante el combate la conexión iba perfecta. Igualmente divertido resulta en multijugador local, donde puedes jugar incluso combates uno contra uno. Sin embargo estamos ante uno de esos juegos cuya compra depende casi exclusivamente de si vas a disponer de un grupo de amigos con los que jugar.

Es cierto que no hay modos de juego especiales, ni opciones para modificar y transformar las contiendas en algo diferente, pero su base es muy sólida, y sobre ella se puede actualizar su contenido de formas muy ilusionantes… aunque sí, es una apuesta de futuro. Lo cierto es que el contenido que ofrece a nivel de modos de juego es algo escaso.

A pesar de todas sus virtudes, si hay algo por lo que destaca GigaBash es por el infinito cariño que exhibe por el mundo kaiju. El equipo de Passion Republic Games sabe perfectamente qué es lo que hace que este género siga siendo tan atractivo después de tantos años; ese espíritu del kaiju eiga impregna el juego, rebosa de pequeños detalles que los fans sabrán disfrutar. Más allá de las referencias y el diseño de los kaiju (que también cuentan con estupendos y detallados informes de su historia y origen en los extras), detalles como que los edificios más grandes caigan dramáticamente sobre los rivales, que al golpearles con un rival se arrastren por el suelo antes de destruirse o cómo se recrea en las transformaciones de los monstruos y las explosiones que provocan.

El kaiju eiga es un espectáculo megalómano de explosiones y diversión de las garras de monstruos que solo con su diseño saben despertar la fascinación del público. Y eso pocos juegos lo captan como GigaBash. Si es que hasta tiene un kaiju que es un edificio exactamente igual que los que llenan los niveles; eso quiere decir que en mitad de la contienda puedes camuflarte en la ciudad y esperar el momento indicado para atacar en la confusión del combate; es simplemente maravilloso.

Sin embargo es inexcusable su falta de contenido en cuanto a modos de juego, condenando al juego a ser un título de referencia para jugar en multijugador, al menos si tienes con quién jugar. Su modo online por el momento está demasiado desangelado como para arriesgarte de otro modo, aunque lo que he podido jugar se muestra sólido y perfectamente funcional.

Con su sólida base y su exitoso sistema de combate, GigaBash tiene mucho margen para crecer y convertirse en un juego de referencia dentro de los party game y los arena fighter. Podéis encontrarlo en todas las plataformas a un precio reducido cercano a los 30 euros. Si os llama su propuesta, estoy seguro de que os va a dar muchas horas de una diversión que pocos juegos pueden replicar con la misma pasión y acierto, a pesar de sus faltas.

GigaBash

Puntuación Final - 7.5

7.5

Recomendado

GigaBash destaca por el infinito cariño que exhibe por el mundo kaiju y por sus divertidísimos y espectaculares combates de hasta cuatro jugadores. Si tienes con quién jugarlo y te gusta su ambientación, ni lo dudes.

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Alejandro Morillas Tellez

Fisioterapeuta/osteópata de día, hipnoterapeuta cuando es necesario y apasionado jugador de videojuegos por la noche. Los primeros juegos que relaciono como favoritos son Catherine, Vanquish, Overwatch y Kingdom Hearts. Pero siempre estoy disponible para un Tekken, un Vermintide o una maratón de Metal Gear.
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