La temática cyberpunk se encuentra en su punto álgido últimamente, y es por ello que cada vez son más los títulos que se sumergen en el mundo de las luces de neón y la música tecno, pero son pocos los que consiguen casar esta temática con sus mecánicas y apartado audiovisual tan bien como el título que os traemos hoy. Ghostrunner es la obra más reciente del estudio polaco One More Level, que en asociación con 3D Realms y Slipgate Ironworks nos arrojan a un título de Acción y Plataformas que bebe de un buen puñado de título, como Dishonored, Mirror’s Edge, Hotline Miami o Super Hot y que logra despuntar gracias a su buena ejecución y a su forma de llevar la tensión al otro lado de la pantalla. Poneos los cascos y agarraos bien, porque se vienen saltos de vértigo.
Sinopsis
Pero ante todo veamos cuál es la premisa: Somos el Ghostrunner, último miembro activo de una vieja unidad de cyborgs mejorados que en su día lucharon por mantener a la humanidad a salvo. Despertamos confusos y amnésicos en lo más bajo de la Torre Dharma, último reducto de la civilización humana tras un devastador cataclismo que ahora se rige bajo el mandato de Mara, la Keymaster (se oye el sonido de cremalleras cerrándose a lo lejos…), y nuestra única compañía es una voz que resuena en nuestra cabeza y que se presenta a sí misma como El Arquitecto. Este nos dice que la única forma de acabar con la tiranía de Mara y recuperar nuestra memoria es escalar hasta lo más alto de la Torre.
Así plantea Ghostrunner la trama que nos llevará a recorrer los 17 niveles que componen el juego a base de parkour, golpes de espada y música tecno. Una premisa sencilla y que, sin llegar a ahondar en detalles, nos va dando poco a poco los motivos para seguir avanzando y comprendiendo el complejo enigma que supone la propia Torre Dharma, desde sus cimientos hasta su cima. Por el camino nos encontraremos con viejos conocidos de nuestro protagonista que le hablarán de su pasado y cómo, a medida que avanzamos, nuestro progreso está afectando a la ciudad y sus habitantes aunque nunca se nos muestre directamente. Quienes deseen conocer un poco más el mundo de Ghostrunner deberán recorrer los escenarios de forma exhaustiva en busca de los coleccionables escondidos que recogen la historia de lo ocurrido en la ciudad, aunque estos están más como un incentivo para explorar la jugabilidad y las distintas rutas de cada nivel que como un refuerzo para la historia, ya os avisamos.
La Revolución de las Plataformas
Donde realmente destaca Ghostrunner, y el motivo por el que le recordaremos, son sus mecánicas y su diseño de niveles. Este título es un FPP (First Person Platform), similar a lo que en su día pudo ser Mirror’s Edge, donde nuestra velocidad de reacción y precisión serán puestas a prueba constantemente. Ya desde el mismo arranque del juego nos veremos lanzados contra una serie de desafíos a base de plataformas que no harán sino aumentar la dificultad a medida que vayamos avanzando. Cada escenario está compuesto por multitud de paredes que recorrer, ganchos en los que impulsarnos y rampas por las que deslizarnos (entre otros) que, aunque en un principio puedan parecer independientes entre sí, es crucial que intercalemos en pos de conseguir una mayor velocidad con la que lograr esquivar los ataques de los enemigos que nos esperan en tierra.
Los enemigos no son un elemento de la acción sino un complemento del plataformeo
Respecto a estos últimos hay que decir que las diferentes clases de enemigos y su posicionamiento en cada han sido una de las cosas que más me han gustado de Cyberpunk. Desde un principio nos encontraremos con pequeños soldados que se interpondrán entre nuestra meta y nosotros, siendo relativamente fácil acabar con los primeros, pero conforme vayamos avanzando nivel tras nivel irán aumentando en número, mejorando su armamento, equipándose con escudos que tendremos que derribar primero antes de ir a por ellos, etc Cada enemigo supone un tipo de desafío diferente que cambia la forma en la que debemos afrontar cada escenario. No están diseñados ni colocados al azar (ya veréis que ni siquiera tienen programadas patrullas, son estáticos), sino que han sido puestos en el sitio idóneo para ser el mayor elemento disruptor posible entre nosotros y la salida del nivel, y al ser enemigos que vencemos con un solo ataque su función no es ser un elemento de la acción sino un complemento de las plataformas. Tendremos un total de 10 clases de enemigos, desde los más básicos que nos dispararán un solo blaster de forma periódica hasta enemigos de combate cuerpo a cuerpo, pasando por robots gigantes que nos lanzarán amplias ondas de energía o los ya citados escudos que tendremos que destruir primero para poder llegar hasta nuestros enemigos. Esta variedad supondrá una estrategia distinta para cada enemigo, y cada estrategia necesitará una habilidad distinta.
Ghostrunner no cuenta con una gran personalización en lo que habilidades de personaje se refiere, y de hecho ninguna de las habilidades que obtendremos será imprescindible para conseguir completar el título. Si acaso el inicial dasheo que tendremos desde comienzos del juego y que nos será muy útil para conseguir un pequeño impulso extra en el aire y ralentizar brevemente el tiempo para que podamos esquivar disparos, posicionarnos detrás de nuestros enemigos, o simplemente pensar en el próximo paso. El resto de habilidades desbloqueables (las cuales, repetimos, no son muchas) facilitarán los enfrentamientos contra distintos grupos de enemigos, pero no serán imprescindibles para poder completar ningún nivel. Entre ellas tendríamos la habilidad de fijar a varios enemigos para eliminarles con un solo ataque, un impulso de energía con el que podremos empujarles e incluso devolver sus blasters, un tajo horizontal de energía (muy otaco) que llegará hasta los más alejados y un hackeo por el que se enfrentarán entre sí y nos ignorarán.
Todo en Ghostrunner se decidirá por la forma en que escojamos afrontar el escenario
Y por último el peor enemigo de este título (no los Bosses, que eso sería spoiler, pero tan difícil como ellos) sería el propio escenario. Y esto no lo decimos porque el que este título sea un FPP complica bastante la forma de movernos por el mismo, sino porque realmente el diseño de cada nivel y las distintas plataformas que los integran suponen el mayor grosso de dificultad en Ghostrunner. Las plataformas llevan tanto tiempo quedando relegadas a un segundo plano en el panorama de videojuegos que ha llegado un punto en el que las vemos como un recurso “simple”. Pues bien, Ghostrunner coge este recurso simple y lo lleva a los límites de sus posibilidades, con multitud de variedades a la hora de afrontar cada nivel, todas igual de validas que el resto pero no igual de eficientes. A base de fallar en el mismo nivel una y otra vez comenzaremos a pensar en si la ruta que estamos siguiendo es la adecuada, en si escoger ir por la izquierda en lugar de por la derecha esta vez, o si dar un rodeo para intentar sorprender al enemigo por la espalda… Todo en Ghostrunner se decidirá por la forma en que escojamos afrontar el escenario, pues sortearlo es el verdadero desafío de cada pantalla, no los enemigos. Y con esto último nos referimos a que la solución no siempre será eliminar a los enemigos, sino simplemente conseguir llegar del punto A al punto B. Puede sonar sencillo, pero os podemos asegurar que no lo es.
Un apartado gráfico sólido y harmonioso
Pero Ghostrunner no se resume solo en hacer acrobacias y conseguir unos nervios de acero. El equipo de One More Level ha conseguido crear un juego realmente impresionante en cuanto al apartado visual, y no nos referimos solo a las luces de neón que van incluidas en el paquetito cyberpunk sino de escenarios que logran, a pesar de estar cerrados y pensados para recorrerse de una forma casi lineal, no solo un acabado impresionante gracias al Ray Tracing sino escenarios hermosos que casan perfectamente con la temática del título.
Han cuidado mucho que cada aspecto que aparezca en el juego guarde una temática común. El futuro distópico, con la humanidad oprimida y las máquinas en su auge, se muestra en una ciudad donde nunca cesa de llover igual que en la película Blade Runner. La figura japonesa del ninja que es a todos los efectos nuestro personaje casa con el paisaje japonés del Cibervacío que visitamos para conseguir nuestras mejoras. Hasta la música techno que despuntara en los 80 encuentra un compañero en las figuras de Tetris con las que instalamos las mejoras en nuestro Ghostunner. Evidentemente el juego no puede desplegar por completo ninguno de estos apartados en un juego tan lineal, pero lo que sí muestra podría echarle un pulso a muchos otros títulos centrados en la inmersión de sus mundos.
De la Banda Sonora no sé qué decir aparte de que me ha parecido fantástica. Lo siento si no puedo entrar en detalles de por qué es tan buena (eso se lo dejo al bueno de Jaime Altozano), pero lo que sí puedo deciros es que no se me ocurre mejor soundtrack para un FPP que esta. La obra de Daniel Deluxe consigue que nos pongamos a subir y bajar la cabeza mientras recorremos el escenario a toda velocidad para que, por muy frenético que todo se vuelva, haya un tempo que nos ayude a volver al estado de concentración para conseguir superar cada nivel.
Conclusiones
Ghostrunner es una de las grandes sorpresas de este 2020, y un título que sin duda dejará huella en los próximos títulos que aborden el sistema de plataformas en primera persona. Sus controles son excelentes, al igual que el diseño de niveles, que cumple tanto para quienes quieran centrarse únicamente en avanzar como para quienes quieran detenerse y buscar los distintos coleccionables y easter eggs que hay repartidos por el juego.
Es un juego frenético que consigue que cada nivel suponga un reto tanto para nuestras manos como para nuestros nervios. En muchas ocasiones te lanzarás hacia el enemigo sabiendo que está a punto de atacar o disparar, y que será solo una fracción de segundo la que determine quién de los dos será el vencedor, con el riesgo de tener que repetir todo el nivel desde el principio susurrándote al oído. Pero no os preocupéis si os pasa esto porque antes de que os deis cuenta le habréis dando a Retry e instantáneamente estaréis de vuelta.
Pero por sacarle una pega diría que la curva de dificultad no termina de estar del todo pulida, y a ello se le sumaría que a menudo los checkpoints se encuentran solamente al principio del nivel, y ya os podréis imaginar lo que es eso en los niveles que son puro plataformeo. Es bastante habitual encontrarse atascado en ciertos niveles, pero lo mejor para estos casos es dejarlo un rato aparcado, despejarnos haciendo otra cosa, y volver a intentarlo después.
Y por último, como toque meramente personal, he echado en falta una opción que nos permitiese ver la repetición cuando conseguimos completar cada nivel, ya que hay muchas ocasiones que te encuentras tan concentrado en lo que estás haciendo que no te paras a fijarte precisamente en lo que estás haciendo. Pero, lo dicho, eso es una valoración totalmente personal. El título puede completarse en 6 horas ¿En cuántas creéis que lo lograrán los speedrunners?
Ghostrunner
Puntuación Final - 8.5
8.5
Recomendado
Ghostrunner es una de las grandes sorpresas del año por la forma en que ahonda en la premisa del Plataformeo y la lleva hasta nuevos límites, con un acabado súper pulido.