Final Fantasy IV Pixel Remaster – Análisis PC

Corría el año 1991 cuando Squaresoft lanzaba la cuarta entrega de Final Fantasy IV para SNES. Éste contaba por primera vez con un argumento definido en el que conocíamos a Cecil, un Caballero Oscuro que es despojado de su rango y de su estatus por un rey corrompido. 30 años más tarde, no sólo la franquicia es conocida mundialmente, sino que de nuevo esta entrega sigue presente, ahora gracias a Final Fantasy IV Pixel Remaster. 

Las tres primeras entregas de la saga ya están disponibles en Steam en esta colección que llegará hasta Final Fantasy VI, contando con múltiples mejoras visuales. El último en llegar de momento ha sido Final Fantasy IV. La evolución de la saga es perceptible en esta entrega que, si bien se mantiene todavía en un estilo clásico, apuesta por un desarrollo más profundo. Los nostálgicos están de enhorabuena, ya que ahora pueden disfrutar de este recopilatorio que mejora las versiones originales sin hacerles perder su esencia. Te lo cuento en el siguiente análisis.

 El Caballero Oscuro está de vuelta

Es posible que a día de hoy cuando pensemos en Final Fantasy pensemos en los títulos más actuales o en el reciente Final Fantasy VII Remake. Sin embargo, nunca es mal momento para recordar que hubo un tiempo en el que un Caballero Oscuro llamado Cecil fue despojado de su honor y tuvo que luchar contra un malvado hechicero para recuperar el reino de Baronía.

Este título fue el primero en desarrollar unos personajes más allá del cometido que pudieran desempeñar en la misión. Así conoceremos a otros personajes como Kain, Rosa, Rydia, Cid o el malvado Golbez, con un objetivo muy claro y muy ambicioso dentro de esta historia. No solamente tenemos una misión de héroe que cumplir, sino que por el camino vamos a encontrar interconexiones entre personajes y detalles que aportarán profundidad al juego, aunque éste se mantenga en la misma línea que los tres anteriores.

Poco se puede comentar de esta aventura que no se haya dicho ya, siendo una aventura épica llena de traición, superación y honor en la que el jugador encontrará una buena motivación para adentrarse en el vasto mapa y en el que continuará con la línea del poder de los cristales.

 Un viaje plagado de emociones

En cuanto a jugabilidad se refiere, este Final Fantasy IV se mantiene totalmente fiel al original. Encontraremos el sistema de batalla activo, es decir, una barra que se llena con el tiempo y al hacerlo nos permite dar órdenes a los personajes a «tiempo real». Como siempre, cada personaje desarrolla un rol determinado dentro del equipo encontrando mago negro, mago blanco, invocador o ninja principalmente. Un sistema que seguía en la línea de lo visto hasta el momento, pero con más simpleza que su predecesor, que integraba el sistema de trabajos y ropajes.

La exploración por el mapa sigue siendo la habitual, con un amplio escenario lleno de montañas, llanuras y pueblos y enemigos que nos asaltan mientras avanzamos por éste. El sistema de mazmorras no podía faltar y durante éstas encontraremos tesoros que nos serán muy útiles para nuestro avance; por ello, la exploración sigue siendo un pilar fundamental en el título.

Como buen RPG, nuestro equipo siempre tendrá que estar puesto a punto y bien equipado mediante armas y accesorios que podemos ir adquiriendo durante nuestras paradas o incursiones por el mundo. Es importante saber identificar el rol de cada personaje en el equipo, ya que así tendremos clara la estrategia a seguir a la hora de potenciar las facultades de cada uno de ellos. Final Fantasy IV, al igual que los anteriores, mantiene un pico de dificultad irregular. Esto quiere decir que lo mismo no tenemos dificultades para avanzar en nuestro camino, como de repente llegamos a un lugar muy exigente, y esto se percibe sobre todo más adentrado en el juego.

 Mejoras de Final Fantasy IV Pixel Remaster

Ya que a estas alturas pocos desconocen este título, vamos a entrar en las mejoras que ofrece esta versión. Pixel Remaster permite a nivel visual ajustar la resolución y la pantalla como queramos. Podemos fijarla en formato 4:3, 16:9 o en ultra panorámico. El juego luce mejor que en versiones pasadas, ya que se ha definido mejor el pixel art y mantiene la esencia de los 16 bits prácticamente intacta. Los colores se han matizado mejor y son mas vivos y detalles del entorno se perciben mejor. También ha sufrido modificaciones aspectos del combate, como el poder modificar la velocidad de combate o la puesta en escena de las magias.

La interfaz se ha modificado y ha perdido el aspecto retro, con textos claros y fuentes actuales. En este punto se percibe contraste entre el entorno y los cuadros de diálogos, que si bien están en perfecto español, visualmente conforman la nota discordante dentro de la ambientación. Tampoco cuentan con opciones de personalización y en general se perciben como bastante sobrios.

Donde sí brilla particularmente esta versión es en la banda sonora. La composición de Nobuo Uematsu destaca más que nunca y siendo más clara para el oído. Esto es así, porque ha sido regrabada y piezas como Red Wings, Theme of Love o la ya más que clásica canción de los Chocobos tienen un sonido mucho más limpio y actual, pero sin alejarse demasiado de las originales.

 Conclusiones

Final Fantasy IV Pixel Remaster viene a cumplir con los deseos de los nostálgicos que recuerdan los inicios de la saga, pero no deja de ser una versión correcta del título que, al contrario que otras versiones, busca no salirse demasiado de su esencia. Este título luce mucho más y se comprende dentro del pack que se está formando con todas las entregas de la 1 a la 6 de la saga. Las mejoras son perceptibles y en ocasiones de agradecer, así como la facilidad de tenerlo en español sin complicaciones. No deja de ser un viaje al pasado que se disfruta por lo que el título en sí es y una oportunidad perfecta para comenzar la saga desde el principio con un pequeño lavado de cara.

¡Nos vemos pronto!