¿Alguno recordáis lo que estabais haciendo hace nueve años? ¿Recordáis Xbox Live Arcade? Por entonces las cosas ean muy diferentes y las consolas de sobremesa se estaban comenzando a adaptar a los que yo denomino los juegos limítrofes, aquellos juegos que distinguen una fina línea entre el conocerlos y amarlos.

Fez es un icono y uno de los pilares de un tiempo en el que los indies reflotaron e inundaron plataformas enteras llenas de posibilidades, pocos recursos e imaginación. Indie Game: The Movie nos muestra un poco como fue aquel mundo de hace diez años desde la perspectiva del desarrollador independiente; una película en formato documental que recomiendo encarecidamente si estás pensando en adquirir Fez, un título que ya digo de antemano que parte de un inamovible 10 y que, después de tantos años, sigue siendo tan perfecto como fue.
Dimensiones
No frustra, es divertido, profundo, inteligente y audiovisualmente espectacular para Nintendo Switch…
Fez es un título que destacó y se caracterizó por ser un plataformas de puzles en 2D con la particularidad de que, al mismo tiempo, también podíamos acceder a una tercera dimensión. La historia narra cómo Gómez, un simpático y animado personaje en 2D que vive en un bonito mundo limitado y aislado de todo lo que nos podamos imaginar, encuentra un extraño portal que le hará ver los mil y un secretos que descubriremos en el mundo de Fez.
Desde el primer momento, Fez se presenta como un juego de plataformas 2D que, tras un suceso inesperado -y unas pantallas de código muy convincentes- da a entender que el juego ha cambiado para sorprender y llevarnos a conocer la obra maestra de Polytron, el estudio de Phil Fish y Renaud Bédard.

El diseño de nivel es una absoluta locura que precisa de una gran visión espacial para comprenderse, y una aún mayor para crearse. Sus mecánicas, tan simples como saltar, agarrarse y mover objetos, no son más que las aristas de un cubo mayoritariamente conformado por la mecánica que hace especial al juego, que es rotar las dimensiones de las diversas pantallas para completar los objetivos y los secretos de las mismas.

Nuestro objetivo en el título es simple: debemos conseguir -al menos como mínimo- 32 cubos los cuales, según vayamos avanzando en la trama, nos den acceso a diversos mundos con distintos guiños, secretos y estilos visuales que irán completando una experiencia completamente adictiva, envolvente, relajante y sobresaliente en todos y cada uno de sus apartados.
Saber ir más allá

Pero Fez no solo son valores contables. Por muy extraordinaria que sea su simpleza, Fez esconde algo que no llegamos a explicar, pero que te envuelve y te atrapa en cada salto, cada giro y cada melodía; y es que, por si no lo he mencionado, cuenta con una maravillosa banda sonora original compuesta por Rich Vreeland (Hyper Light Drifter, It Follows).
Y es que, como decía, Fez es parte de esa frase que tanto se repite al principio de El Gran Lebowski:
A veces hay un hombre; no dire un héroe, porque ¿Que es un héroe? Pero a veces hay un hombre que es el hombre de ese momento y ese lugar, este es su sitio.
Fez es ese hombre, y tiene ese algo en ese momento y lugar determinado en la historia de los videojuegos, por mucho que el tiempo trate de hacerle sombra. Imaginad mi cara cuando pensé que, nueve años después, Fez regresaría a un tiempo donde podría no apreciarse su vanguardismo, su funcionalidad y los ligeros detalles cúbicos que le daban el remate a una obra que no daba lugar a ningún tipo de pretensión de ir más allá que otros juegos. Y recordemos que, al mismo tiempo, era precisamente el título que iba más allá que muchos otros indies de la época, pues solo unos pocos títulos como Super Meat Boy o Braid son merecedores de los elogios que ahora mismo le atribuimos a Fez.
Tendremos unas 11 horas para completarlo al 100% y en unas 5 o 6 horas podremos pasarnos la historia principal. En todo ese rato descubriremos una curva de nivel y aprendizaje perfectamente ajustada para, no solo no perdernos, sino para desarrollar la visión espacial de la que haremos uso para ir avanzando en cada uno de los niveles del título.
Conclusión
No frustra, es divertido, profundo, inteligente y audiovisualmente espectacular para un Switch que, bajo mi gusto, se convierte en la mejor plataforma para jugar a este juego. Un título que sin frustrar y sin acomplejarse consigue adecuarse a los tiempos que corren y sorprender aun más de lo que lo hizo en su día. Completamente rejugable pues cuenta con un post-game bastante atractivo, una soberbia y perfecta adaptabilidad a la consola de Nintendo y un montón de puzles a resolver, a cada cual más divertido.
De nosotros solo puede salir la recomendación -casi obligación- de que os hagáis con él ahora, cuando es más accesible que nunca, y que disfrutéis de sus mundos, sus mil códigos QR y toda aquella melancolía que denotan esos mundos vacíos que no pueden caer en el olvido.
Fez
Puntuación Final - 10
10
Obra Maestra
Fez es solo y únicamente lo que verás en Fez, no existe juego igual. Único, adictivo y uno de los pioneros del sector de los títulos más pequeños. Es, y será siempre, una genialidad.