La Fórmula 1 es una de las competiciones automovilísticas más populares del mundo. Monoplazas de gran cilindrada, fuerte aerodinámica y velocidades endiabladas circulando por circuitos de todo el planeta. Sin embargo, en videojuegos, casi siempre hemos sido testigos de títulos enfocados en el pilotaje y menos en la gestión. Por esa razón, hemos decidido aventurarnos a gestionar nuestro propio equipo en PS5 a través del análisis de F1 Manager 2022.
Tal y como acabamos de decir, y como se intuye en el nombre del juego, F1 Manager 2022 es un simulador de gestión en el que tomaremos el papel de jefe de equipo. Porque claro, todo el mundo es testigo del rendimiento de los pilotos en los fines de semana, pero no se mira tanto el papel de todas las personas que trabajan detrás de los paneles de telemetría, de los ingenieros, o incluso de los mecánicos. Nosotros, sin embargo, como jefes de equipo, tendremos que trabajar en todas estas áreas para fomentar el rendimiento deportivo en las carreras.
Desarrollado por Frontier Development y distribuido en España por Bumblebee, no cabe duda del público hacia el que está enfocado F1 Manager 2022. Los amantes asiduos de esta competición automovilística encontrarán una gestión que ha sabido equilibrar adecuadamente la accesibilidad y la complejidad dentro de la Fórmula 1. A continuación, iremos desgranando poco a poco los múltiples aspectos a tener en cuenta dentro del juego.
Elección de equipo, o cómo de difícil será el juego
Resulta obvio decirlo, pero cabe recordarlo. Nada más empezar el análisis en PS5 del F1 Manager 2022, nos encontramos con las diez escuderías en las que podemos entrar. Esta decisión no debe tomarse a la ligera, puesto que el nivel de desafío que nos ofrecerá el juego será mucho mayor si nos vamos a Aston Martin, por ejemplo, que si escogemos Red Bull o Ferrari. Sus monoplazas son superiores al del resto de la parrilla, tienen a algunos de los mejores pilotos, y su presupuesto es muy superior al de otras escuderías.

Así, de este modo, podría decirse que Red Bull o Ferrari nos dejarían un trabajo muy fácil, Mercedes una labor sencilla, McLaren o Alpine un reto intermedio, Alfa Romeo o Alpha Tauri supondrían desafíos complicados, y Haas, Aston Martin o Williams nos supondrían una gran gesta. Eso sí, como es lógico, los objetivos de junta no buscan metas imposibles a corto plazo, ya que optar a un podio con los últimos equipos es casi imposible en las primeras temporadas. Sin embargo, las exigencias a largo plazo no permiten la relajación en ninguno de los constructores.
La elección de nuestro equipo es importante para determinar el hándicap con el que empezamos, pero no existe ningún trabajo imposible. Si trabajamos adecuadamente en las áreas requeridas, evolucionamos el coche con éxito, y contamos con el equipo de pilotos, mecánicos e ingenieros adecuado, tarde o temprano llegaremos a lo más alto de las tablas de clasificación.
La «invisible» labor del jefe de equipo en los despachos
Podríamos dividir la gestión del juego en dos grandes partes: el trabajo fuera de los circuitos, y el que realizamos durante un Gran Premio. Podríamos decir que, aproximadamente, la atención entre ambas partes debe ser equilibrada para obtener el mejor resultado en el menor tiempo posible. Eso sí, para explicarlo adecuadamente, es mejor ir por partes, comenzando con el trabajo «de despacho», es decir, el que hacemos fuera de los circuitos.
Pasaremos horas y horas sumergidos en nuestro equipo ideal de Fórmula 1.
Cuando ya hemos escogido equipo, el juego nos ofrecerá un tutorial en el que podemos descubrir paso a paso todos los aspectos del juego mientras navegamos. Este tutorial terminará tras el primer Gran Premio del calendario, y es bastante útil, sobre todo, para familiarizarse con las mecánicas de gestión disponibles. Después de eso, todo el peso de la escudería recaerá sobre nuestros hombros.
En cuanto al sistema de menús de nuestra área de gestión, podemos decir que su sistema es verdaderamente impecable. Podemos encontrar lo que buscamos fácilmente, la pantalla no se siente sobrecargada de información y nos ayuda a no olvidar nada importante antes de avanzar días en el calendario. Lo único que le faltaría para ser un menú perfecto, quizá sería un «doble check» a la hora de avanzar días, ya que alguna vez lo hemos pulsado accidentalmente y nos ha implicado que alguna pieza del coche tuviera sobrecoste para llegar al Gran Premio.

Cuidando de coches, pilotos, personal e instalaciones
Queda bastante claro qué cosas puede ver un espectador medio y qué cosas no. Eso implica que a menudo se dé menos valor a personal e instalaciones, a pesar de ser tan imprescindibles como el coche o los pilotos. En este caso, tendremos que saber cuidar de todos estos aspectos para contentar a todos y rendir adecuadamente. De esto depende la felicidad de los distintos integrantes del equipo.
Primero hablemos del coche. Durante la temporada, podremos ir desarrollando piezas que mejoren a los monoplazas, y es importante hacerlo bien para no quedarnos atrás en la parrilla. Para ello, todos los equipos tienen asignadas horas MAU del CFD (simulación digital) y de túnel de viento que se irán reponiendo trimestralmente.
En cuanto a los pilotos, sus cualidades determinarán su rendimiento en pista, y cuáles son sus puntos fuertes y débiles. En Alpine, por ejemplo, Ocon tiene problemas de frenada pero sabe degradar poco las ruedas, mientras que Alonso, por edad, tiene un ratio bajo de aprendizaje y mejora, pero tiene un ritmo de carrera muy superior a la media. Piastri, prometedor piloto de pruebas, es capaz de mantener un gran ritmo en los entrenamientos, pero debe mejorar aún en lluvia o en el desgaste de neumáticos.

Respecto al personal, es importante que los ingenieros de carrera tengan buena química con sus pilotos asignados, así como que los ingenieros del coche sepan mejorar el rendimiento con sus conocimientos sobre desarrollo de piezas. Siempre será más sencillo si contamos con buenas infraestructuras en todos los aspectos, ya que pueden mejorar desde el desarrollo de piezas hasta la felicidad de personal y pilotos, pasando incluso por una mejor predicción de lluvias.
El peso de las finanzas y la junta
La FIA tiene muchas restricciones en cuanto a inversión económica. Todos los equipos tienen un techo de gasto que no pueden sobrepasar, por lo que todas nuestras gestiones deben ir marcadas con ese tope. Gastaremos dinero con el salario de personal y pilotos, con el desarrollo de piezas, con la mejora y mantenimiento de las instalaciones, e incluso con el perfilado de pilotos y empleados de la competencia que encarguemos a ojeadores.
Cada Gran Premio es un examen que pone a prueba nuestra gestión del equipo.
Podemos gastar el dinero en lo que nos dé la gana, pero siempre vigilando que no nos quedemos sin «cash« cuando más falta nos haga. Por ejemplo, podemos dejarnos 10 millones de dólares en mejorar el túnel de viento, pero si después nos faltan 100.000 dólares para construir recambios de un alerón con pocas existencias, pondremos en riesgo el próximo Gran Premio, o la confianza de la Junta por entrar en números rojos. Por eso hay que pensarse dos veces cada una de las transacciones que hagamos durante cada semana.
La junta nos vigilará tanto las finanzas como el rendimiento deportivo. No se fijarán en el cómo, pero sí en que cumplamos los objetivos que desde la junta se nos marcan. Siempre que cumplamos sus expectativas y trabajemos adecuadamente, la confianza de la junta en nuestro proyecto se verá reforzada. Si, al contrario, nos endeudamos con frecuencia, no cumplimos con sus objetivos, y en carrera tenemos desempeños decepcionantes, la confianza de la junta se desplomará y nuestro puesto de trabajo estará en riesgo.

Los Grandes Premios, el espectáculo de la F1
Tal y como hemos comprobado realizando el análisis de F1 Manager 2022 en PS5, cada Gran Premio es un examen que pone a prueba nuestra gestión del equipo. Cada circuito tiene su intríngulis, por lo que, durante el año, tendremos que saber adaptar tanto la evolución del coche como la configuración de nuestros pilotos. Para ello tendremos los Entrenamientos Libres, donde nuestros pilotos podrán familiarizarse con la pista y las piezas nuevas, y podremos ajustar la configuración del monoplaza para adaptarla a quien lo conduce.
Si trabajamos bien en esos tres aspectos, nuestros pilotos tendrán una mejora temporal de sus habilidades de cara a la Clasificación y la Carrera. También podremos ir experimentando con los distintos juegos de neumáticos, su degradación en pista y todo lo relacionado con la estrategia de carrera que tendrán nuestros pilotos. Aquí, en particular, se echan en falta las clasificaciones Sprint que llevan un tiempo probándose en la competición.
En las carreras nos tocará poner toda la carne en el asador. En directo, podremos ir notificando a cada piloto la configuración de ERS que poner, el consumo de gasolina que les marcamos, y el nivel de ritmo/desgaste que pueden mantener con sus ruedas. Además, tanto en la carrera como las demás fases, podemos disfrutar de diversas cámaras que muestran un nivel gráfico delicioso tanto en circuito como en iluminación. Sin embargo, las colisiones y accidentes muestran animaciones poco realistas, y ciertas cámaras muestran un popping especialmente visible con la vegetación. Respecto a elementos de carrera, cabe señalar que es fácil ser más «listo» que la IA cuando llueve, y que algunas órdenes son demasiado eficientes. Eso sí, esas cosas son pequeñas y apenas perjudican la experiencia de juego.

La gestión del equipo a largo plazo
Cuando llevemos unas pocas carreras, ya es conveniente comenzar a pensar en el monoplaza de la siguiente temporada. De hecho, el juego nos lo recuerda de manera implícita marcándonos una votación reglamentaria de la FIA de cara al próximo año. De esa manera, escogeremos entre dos posibles configuraciones que reducirán el rendimiento futuro de todos los monoplazas. Como es lógico, conviene escoger la que menos incida en nuestros puntos débiles, y si tenemos suerte, esa configuración será la más votada.
A partir de ahí, ya podremos destinar parte de nuestro personal en la investigación de piezas para la próxima temporada y que puedan paliar el cambio de reglamento. Si no ignoramos este hecho, nuestro monoplaza del siguiente año estará mejor preparado de base, pero también ralentizaremos el desarrollo del coche en el año actual. Llegados a este punto, conviene sopesar cómo de cerca estamos de nuestros objetivos de temporada, y tomar la decisión que más beneficie al equipo según la situación.
También tendremos que estar pendientes de los contratos de nuestro equipo. Si no queremos perder a pilotos o ingenieros importantes de cara al futuro, tendremos que satisfacer sus exigencias salariales y de duración. Si intentamos tirar por lo bajo, podríamos minar la paciencia de esta persona y decidir que no seguirá con nosotros en el futuro.

Conclusiones
F1 Manager 2022 es un juego muy completo, y tras este análisis, también podemos decir que sus controles están muy bien ajustados al mando de una consola, teniendo en cuenta que es un juego concebido especialmente para PC en cuanto a diseño de menús. Su simulación de carreras es muy divertida, aunque no sea perfecta; pero en líneas generales, como gestor de una escudería de Fórmula 1, este título es magnífico.
Pasaremos horas y horas sumergidos en nuestro equipo ideal de Fórmula 1. Este título es capaz de ofrecer una sensación que no es fácil de conseguir, y es la de mirar el reloj y asustarnos por la cantidad de tiempo que llevamos jugando en una sentada. F1 Manager 2022 es el juego ideal para los más obsesos de las estadísticas, cifras, telemetrías y gestión de recursos. ¡Fórmula 1 en estado puro!
F1 Manager 2022
Puntuación Final - 8.5
8.5
Recomendado
Este brillante simulador es capaz de ofrecer un gran equilibrio entre accesibilidad y complejidad. Cualquier amante de la Fórmula 1 en general disfrutará de la gestión de equipos que posee este título. Algunos detalles son mejorables, pero sigue siendo un juego tan entretenido como adictivo.