El salvaje Oeste ha regalado todo tipo de historias, sean crudas, fantásticas, románticas… No por nada las historias del western han servido muy bien para el cine, y más tarde para armar la narrativa de un buen puñado de videojuegos. Pero uno también es un humilde mortal que disfruta tanto o más con los slashers. De esta combinación nace Evil West, un brawler-shooter doble A que es de lo más disfrutón, sacando una historia del héroe oscura con alto contenido violento. Justo lo que me pedía el cuerpo.
Chupasangres en terreno americano
La manera fácil para explicar qué es Evil West sería decir que es un Van Helsing western y de estética teslapunk (muchp cacharro enorme que van a electricidad estática). El nuevo título de Flying Wild Hog, creadores de Shadow Warrior y expertos en juegos de acción desenfrenada, nos plantea un Extraño Oeste en uno EE. UU. alternativo. En este lugar que ha comenzado a ser hóspito, la amenaza de los vampiros es un problema constante, a lo que el gobierno americano responde creando el Instituto Rentier, una agencia secreta de cazavampiros.
Hay niños que nacen con una cuchara de plata en la boca, pero Jesse Rentier se crió con un guantelete de plata. Es uno de los mejores agentes de campo, hijo del regente del Instituto William Rentier, y el protagonista de esta historia. Lejos de querer ser un burócrata como su padre, solo piensa en exterminar a los chupasangres, sea solo o en ocasiones acompañado.

Los vampiros tienen un gran orgullo, pero también los hay más ladinos y precavidos. Después de los grandes avances tecnológicos de los humanos para lidiar con ellos, la familia D’Abano tratará de contraatacar por todo lo alto valiéndose de familiares, demonios y experimentos de más de dos metros. Algo se cuece, y el olfato de Jesse le llevará a toda clase de parejes con tal de detener sus planes. Y cuando digo detener sus planes me refiero a meterles un escopetazo en la boca.
Adaptarse o morir…
… Esta es la premisa principal en la que gira el argumento de Evil West, pero también atañe a su jugabilidad. El escalado con niveles, mejoras varias, y sobre todo el gran arsenal de armas y artilugios cazavampiros es todo un lujo en las manos correctas. Al principio de la historia iremos desbloqueando casi que un arma nueva por capítulo.
El rango de opciones de combate termina siendo una maravilla alcanzando solo la mitad del juego, con tal cantidad de de armas y habilidades que recuarda a veces a un hack and slash. Sin embargo, el tipo de acción es justo la contraria: Mientras Dante o Bayonetta son ágiles, tienen combos fluidos y los reflejos mandan, Evil West tiende a un combate rígido, de golpes contundentes y calculados, y en donde posicionarse es clave. Pero si son demasiadas opciones, en realidad podríamos pasarnos el juego solo usando cuatro o cinco tipos de ataques, ¡pero eso no es gracioso!

La cámara encima del hombro nos pone aun más cerca de la acción, mientras reventamos monstruos antropófagos por doquier, viendo como le saltan sangre y tripas; especialmente en las ejecuciones. Es por eso que el juego me atraía a estar en combate cuerpo a cuerpo siempre que podía, y para qué mentir, usar a los enemigos de boxeo es de lo más catártico. Al principio solo tenía miedo de que una cámara tan cercana me hiciera difícil estar alerta de los enemigos que vienen por oleadas, sin embargo, un sistema sencillo de alerta de ataques hizo su papel a las mil maravillas para saber situarme en todo momento.
Pero como esto no es un beat ‘em up sin más, y especialmente contra jefes y otros enemigos especiales, tocará combinar todas las armas de fuego y electricidad a disposición. En PC opté por jugar con teclado y ratón, y tanto el control de apuntado como disposición de las teclas es perfecto y personalizable. Y aunque Evil West tenga una pequeña noción de shooter, recaen solo en el rifle y la ballesta, porque el resto de armas no requieren apenas apuntado. De esto último me aseguré jugando también con mando y usando la opción de apuntado asistido que ofrece Evil West nada más empezar la partida. Inlcuso te deja elegir hasta qué grado de autoapuntado quieres.

Entre la acción y la fatiga
Entre las varias secciones que se divide el juego, todo empieza con una cinemática corta y termina con una larga que pone en marcha el siguiente sitios que visitaremos, que no serán pocos. Cavernas, pueblos fantasma, ciénagas, aserraderos… Siempre habrá algún sitio nuevo que se adecua a los escenarios del spaghetti western, solo que en lugar de indios y bandidos habrá vampiros y demonios.
Es curioso ver cómo los vampiros, asociados con indumentaria gótica por venir tradicionalmente del Este europeo, contrastan más o menos con la ropa de la época colonial estadounidense. Aunque lo que más veremos serán monstruos que trabajan para ellos, de aspecto tan retorcido como el del típico slasher de serie B. Esto, sumado a los artilugios teslapunk, dan a Evil West una personalidad de lo más resultona.
Paisajes espectaculares que suelen jugar mucho con el contraste, ya sea con los colores de un ocaso, unas cumbres nevadas o espejismos imposibles
Los niveles son lineales, con algunas rutas escondidas para conseguir notas (que dan algo más de trasfondo) y dólares (con lo que comprar mejoras), y no plantean más retos que dos: una zona amplia para combatir enemigos, o rompecabezas ocasionales que simplemente están para dar un poco más de variedad. Los puzles sirven de respiro a la acción de Evil West, el núcleo del juego, y la razón es porque tiene una debilidad en mi opinión: Existe una especie de discordia entre la gran cantidad de habilidades y sus mejoras y ventajas, frente a la duración general de la historia, lo cual hace que pierda su acción picante con el paso de los capítulos.
Al principio tenemos un número asequible de ataque que vamos desbloqueando rápidamente, y siempre hay un jefe final para dar un cierre por todo lo alto al nivel. A partir del último tercio del juego, recibimos solo dos armas y una habilidad más (las tres súper potentes y de uso limitado), mientras que los bosses se vuelven enemigos más comunes, e incluso atacan de tres en tres. En ambos casos noté que perdí un poco la ilusión de tener un juguetito nuevo o de vérmelas con un nuevo enemigo, dándome cuanta que realmente solo hay cuatro jefes finales »de verdad».

Dicho esto, Evil West es en realidad muy rejugable, con cutaro niveles de dificultad, opción de muerte verdadera y un modo cooperativo de dos jugadores (que por des gracia no pude probar). Es cierto que de tantos combates que hay, no diría que haya muchos memorables, pero la progresión da un desafío la mar de ajustable y escalonada si vamos con sesiones de juego de dos o tres capítulos. De hecho, de querer sacarte todas las ventajas y niveles posibles habrá que jugar mínimo una segunda vez en una partida nueva +.
Conclusiones
Evil West es justo la mierda que esperaba y buscaba: un buen puñado de acción trepidante marca Flying Wild Hog, donde la historia es palomitera y los personajes son tan esterotipados que solo puedes sonreir. El argumento es directo como una bala y tanto las historias de vaqueros rudos como cazavampiros rudos enganchan casi que de por sí solas. Además, a nivel de gráficos y sonido caen de muy buena gana, ofreciendo una ambientación, por ratos, auténticamente siniestra.

Por un lado, creo que para sacarle todo el jugo hay que partir de la motivación intrínseca de querer usar todas las habilidades y armas por la mera satisfacción de sentirse un agente de la destrucción; Por otro lado, no hay mucha interacción con el escenario o sinergias entre armas y enemigos suficientes, si bien el mero hecho de usar con eficiencia cada artilugio ya supone un buen trabajo para la media.
Evil West
Puntuación Final - 8
8
Recomendado
Mitad western teslapunk, mitad slasher de vampiros: Un juego de acción muy sólido, desafiante y divertido en donde prima la variedad de habilidades. Deja una sensación de boca agradable incluso cuando decae un poco en la parte final.