Siempre me ha gustado mucho mixmaxear en los juegos de rol. En Final Fantasy VIII el nivel del enemigo escalaba con el tuyo, así que podías terminar el primer disco a nivel 50 y con magias ++, cosa que hacía cada vez que empezaba una nueva partida. Soy de esas personas que buscan el límite del juego constantemente y si me dejan romperlo me aprovecho. Por eso hace ya unos cuantos años puse mis ojos en la saga Disgaea. Un JRPG por turnos al estilo de Final Fantasy Tactics, pero con la mentalidad de que puedas dedicarle la cantidad de horas que quieras. Miles de niveles, mecánicas para maximizar al máximo a tus unidades, clases de todo tipo y en general excusas de toda clase para que mates tus horas libres en él.
Volví a la saga con Disgaea 5, hace ya casi seis años, y pensaba que la saga cargada de demonios y humor iba a tardar en volver. Al fin y al cabo una saga de nicho como esta no suele llegar a conseguir tantas entregas. Pero Disgaea 6: Defiance of Destiny al fin, tras algunos retrasos, ha llegado a la híbrida de Nintendo. Y con ella, otro pozo de horas donde poder dedicar el tiempo que quiera.

Si caes 100 veces, levántate 101
Zed es un zombie. Eso significa que esta en la parte inferior de la pirámide social del infierno. El último y más débil eslabón. Hasta el punto de que un triste prinny se puede considerar más poderoso. Pero Zed es diferente, ya que su objetivo no es vagar por tierras mientras se le caen los brazos cada cinco minutos. Lo que busca es derrotar al propio Dios de la Destrucción. Un ser cuyo único objetivo es destruir toda aquella dimensión por la que pasa.
Para ello Zed cuenta con un arma secreta: La super reencarnación. Tras morir, Zed vuelve a revivir, siendo un poco más fuerte. Después de perder contra el Dios de la Destrucción, el más poderoso que se ha conocido hasta la fecha, decenas de miles de veces Zed esta cerca de poder cumplir su sueño, aunque necesitará ayuda de unos sujetos de los más extraños.
Así que en resumen deberemos cruzar por diferentes dimensiones mientras reclutamos y conocemos a varios aliados, mientras descubrimos las verdaderas razones del zombie Zed para querer derrotar a la entidad más fuerte del universo, aunque eso signifique haber sufrido más de diez mil muertes.
Por desgracia esta historia, aunque nos plantea unos protagonistas carismáticos y entretenidos (excepto uno de ellos que sobra completamente en este plantel) se alarga de forma exagerada en sus compases finales, rellenando la conclusión de la misión de Zed con combates sin más para justificar que su campaña alcance un par de horas más de duración aunque no tenga más que ofrecer.
Un combate por turnos caótico
Para quienes no conozcan la saga de Disgaea, nos encontramos ante un título JRPG por turnos estratégico, algo parecido a lo que podemos encontrar en el clásico Final Fantasy: Tactics. Pero aquí la diferencia está en que dentro de lo ordenado que puede ser un sistema por turnos, todo es caótico.
En Disgaea 6: Defiance of Destiny cada turno consiste en dos tipos de acciones: Preparación y ejecución. Primero movemos a nuestras unidades y decidimos cual será su acción del turno. Pero si queremos podemos esperar y no hacer nada con algunas de ellas. Después ejecutamos nuestro plan, haciendo que los ataques se realicen de uno en uno según el orden en el que lo hayamos planificado. Por último podemos pasar el turno o volver a planificar con las unidades restantes que no usamos en el anterior movimiento.
Así, Disgaea 6: Defiance of Destiny ofrece unas posibilidades que no pueden permitirse otros títulos del género. Por ejemplo, el uso de los combos: Si realizamos varios ataques en cadena, su potencia irá aumentado, premiando al jugador por planificar la mayor cantidad de movimientos posibles antes de ejecutar su plan.
En definitiva, Disgaea 6: Defiance of Destiny es el mayor “Disgaea” que se ha creado hasta la fecha, con todas sus virtudes y todas sus debilidades
Por otro lado, lo que define a este sistema de combate es su movilidad y dos acciones claves: Agarrar y tirar. Un personaje puede agarrar a otro y moverse llevándolo a cuestas o lanzarlo a una casilla diferente, ofreciendo unas opciones de movilidad muy amplias que permiten tanto jugar de la forma más agresiva imaginable a ir con pies de plomo en cada misión. Y lo mejor de estas opciones es que no hay límite a cuantos personajes puede cargar otro. Puedes hacer una pila con tus diez personajes para luego lanzarlos uno por uno. Así podrás atravesar incluso el mapa más largo que exista dentro del juego.
El único “pero” que se me ocurre respecto a este sistema es que no hay ninguna diferencia destacable cuando lo comparamos al de anteriores entregas. Aunque el lema de “si no está roto no lo toques” es uno que funciona especialmente bien en esta saga, se echa en falta algo más de innovación en este apartado.
I like big numbers and I can not lie
Grindear, farmear, levear, maximizar. Todas estas acciones representan la verdadera esencia de Disgaea 6: Defiance of Destiny. La cantidad ridícula de mecánicas que existen dentro del título para maximizar a tus personajes es tan amplia que solo puedo permitirme hablar de las más importantes.
Empezando por cómo este juego adora los números grandes. Aquí el nivel 99 no significa nada más que un calentamiento, y a las pocas horas de juego ya podrás alcanzar el nivel 1000 sin problemas. Tu vida, mana y estadísticas no se miden en tres o cuatro aburridos números. Hablamos de tener 36 millones de puntos de mana al terminar la trama. Todo está exagerado para satisfacer a todos aquellos que buscan lograr ver el mayor número al golpear a un rival. Para terminar la historia principal de Disgaea 6: Defiance of Destiny deberemos rondar el nivel 7500 como mínimo. Y aún así, como viene siendo costumbre en la saga, esta historia principal solo sirve a modo de prólogo para el resto del contenido.
Por otro lado tenemos el sistema de clases. Hay más de 15 en total, incluidos los monstruos que nos podemos encontrar en diferentes misiones. Cada una tiene diferentes niveles que podemos maximizar para que sus estadísticas aumenten. Eso sumado al Item World, un lugar donde podremos enfrentarnos a enemigos para mejorar nuestros objetos, ya nos dará contenido hasta aburrirnos.
Y por último, la gran novedad de Disgea 6: Defiance of Destiny: La super reencarnación y el karma. A través de este nuevo recurso cada vez que reencarnemos a nuestro personaje (es decir pase a ser de nuevo nivel 1) podremos mejorar sus estadísticas bases y habilidades extras.
Así, el nuevo título de la entrega Disgaea sigue ofreciendo la profundidad y capacidad para invertir las horas que el usuario desee.
La esencia idle
Así, Disgaea 6: Defiance of Destiny ofrece unas posibilidades que no pueden permitirse otros títulos del género
¿Sabéis como Loop Hero tenía esos elementos de juego idle, prestados de la parte más casual de la industria, para ofrecer una experiencia más relajada? Disgaea 6: Defiance of Destiny hace algo parecido gracias al sistema de Inteligencia Demoníaca que nos permite, literalmente, programar el comportamiento de nuestras unidades.
Esto es gracias a que tenemos una opción para que el combate se realice de forma automática y otra para repetir ese mapa cuando lo completemos o avanzar automáticamente por el Item World. La diferencia aquí es que la I.A. inicial esta realmente limitada y solo se limita a atacar al enemigo que este más cerca. Si queremos expandir estos comportamientos deberemos primero desbloquearlos, lo cual es bastante sencillo y solo se usa a modo de progresión para que el jugador no se vea saturado con todas las opciones desde el primer minuto, y luego programar cada comportamiento.

Es verdad que este sistema parece demasiado complejo, sobre todo a primera vista. Pero a través de los tutoriales (tener una base de cómo funciona la programación tampoco hace daño) podemos hacernos una idea y al menos programar comportamientos sencillos, o usar los básicos que nos deja el juego.
Todo esto merece la pena, porque con todo el grindeo que contiene Disgaea 6: Defiance of Destiny es necesario un método para poder acelerar todo y, más importante aún, no quemar al jugador haciéndole repetir los encuentros más sencillos y triviales.
Conclusiones
Disgaea 6: Defiance of Destiny ha intentado mejorar su accesibilidad y llamar a un nuevo público. Esto es tanto para lo bueno como para lo malo. Los fans quizás encuentran este nuevo título “más fácil” o “menos complejo” que el resto. A cambio se ha acelerado la progresión bastante, y que sistemas como la Inteligencia Demoníaca permitan que esta experiencia sea más accesible. Pero sigue siendo una saga de nicho dentro de un género que también se puede considerar de nicho y cuya complejidad puede echar mucho hacia atrás.
Además, y como comentario completamente subjetivo, Disgaea 6: Defiance of Destiny sigue siendo un juego que cumple ciertos estereotipos del anime que pueden resultar molestos. Aún así, también se mantiene su humor, su ruptura de la cuarta pared constante y el no tomarse en serio a sí mismo en ningún momento.
En definitiva, Disgaea 6: Defiance of Destiny es el mayor “Disgaea” que se ha creado hasta la fecha, con todas sus virtudes y todas sus debilidades.
Disgaea 6: Defiance of Destiny
Puntuación Final - 8
8
Recomendado
Un JRPG táctico con una cantidad de contenido que contentará a cualquiera. Una pena que, aunque más accesible que otros, siga siendo un título de nicho debido a su complejidad