DIG: Deep in Galaxies – Analisis PC

Creo que a estas alturas sobra decir que uno de mis géneros favoritos de videojuegos son los roguelikes y roguelites; desde que me enamoré de The Binding of Isaac hace ya casi 10 años he caído en un pozo de rejugabilidad y muerte, descubriendo nuevos títulos y convirtiéndome lentamente en un crítico del género. El ultimo título que ha aparecido en mi lista para probar ha sido un pequeño producto indie titulado DIG: Deep in Galaxies.

DIG: Deep in Galaxies es un juego roguelike, como he comentado anteriormente, desarrollado por Molton Studios y publicado por Raiser Games en el que tendremos que liderar una revolución intergaláctica para oponernos a un sistema tiránico, explorando el ancho y largo de la galaxia y completando misiones para hallar la paz.

 Revolución intergaláctica

La historia de DIG: Deep in Galaxies, es, como en el caso de gran parte de los juegos roguelikes, bastante simple en concepto. En una cinemática inicial nos lo ponen todo en bandeja: Hay un sistema político corrupto y militarizado, dirigido por una imponente figura conocida como “The Overlord”, bajo el se sitúan sus grandes almirantes y bajo ellos, los capitanes de flota. Una vez que llega a los oídos del Overlord que algunos planetas buscan la insurrección, decide enviar naves excavadoras a dichos lugares para dejarles sin recursos y sitiar las ciudades.

Nuestro personaje será una simple persona con una mente revolucionaria cuyo planeta acaba de ser atacado por una de las naves excavadoras del Imperio de nuevo, y ya se encuentra bastante cansado, así que con todo nuestro ingenio, tendremos que apoderarnos de la nave excavadora e ir al espacio para convertir la chispa de la revolución en un incendio que hará arder al imperio.

 Destrucción a raudales

En cuanto a las mecánicas, el título del juego nos da una pista de una de las principales: cavar. Tendremos a nuestra disposición un arma cuerpo a cuerpo y otra a distancia (que gasta munición, mostrada en el HUD) y ambas destruirán gran parte del escenario. Esta destrucción no solo nos servirá como una herramienta para crear nuevas vías por las que movernos a lo largo de las fases, sino que también nos permitirán cavar minerales para obtener dinero y en encontrar cofres y recursos ocultos bajo la superficie.

Claro está, es muy difícil atravesar niveles en las que todo salvo algunas plataformas sueltas están destruidas; es por eso que DIG: Deep in Galaxies nos presenta una de sus mecánicas mas fuertes, un gancho. Todos conocemos una de las reglas de oro de los videojuegos: Si tiene un gancho, mejora exponencialmente, y DIG no es una excepción. Este gancho nos ayudará a balancearnos, subir a puntos altos e incluso empujar enemigos en situaciones de tensión

 Un universo de posibilidades

Cada personaje jugable (a mi conocimiento, solo son cuatro) cuenta con dos armas (una cuerpo a cuerpo y una a distancia), dos pasivas y una habilidad especial, que se carga al hacer daño. Todos los enemigos cuentan con una barra de vida y parece un detalle que no hace falta mencionar, pero cuando las batallas se vuelven caóticas es algo de agradecer; además, todos tienen un patrón de ataques bastante definido y fácil de reconocer. Para esquivar los ataques solo podremos hacer uso del gancho, nuestro salto doble y nuestra arma cuerpo a cuerpo para devolver ciertos proyectiles.

Muchos enemigos explotan y hacen muchísimo año, así que es mejor mantener las distancias si no sabemos qué nos espera. Afortunadamente, siempre podremos encontrar comida a lo largo de los niveles que nos devolverá salud, así como pociones con multitud de efectos. En cuanto a la habilitad especial, cada personaje tiene una, pero todas se resumen en ataques extremadamente poderosos que será mejor reservar para enemigos resistentes o muy peligros.

 Odisea en el espacio

Una vez robemos la nave excavadora, seremos transportados a un mapa de la galaxia con multitud de planetas, y cada uno de estos tendrá una misión. La estructura es simple y la podremos ver reflejada en la parte superior del mapa. Cada planeta contará con una misión y tendremos que superar tres de éstas para avanzar a la siguiente fase. Las misiones tienen diferentes objetivos y cada planeta diferentes condiciones, cono dureza del suelo, gravedad o recompensas al finalizar la fase.

Así mismo, al acabar las fases podremos elegir una de tres reliquias que nos darán mejores estadísticas, habilidades pasivas o armas. Una vez pasemos estas tres primeras misiones, tendremos que adentrarnos en una nave de El Imperio para derrotar a un almirante de flota, y tras esto, a un gran almirante. Una vez derrotemos al gran almirante de un sector planetario, viajaremos a uno nuevo (elegible entre tres) y repetiremos el proceso dos veces más, siendo nuestro ultimo objetivo derrotar al Overlord.

Además de obtener las reliquias al final de cada fase, también podremos comprar nuevas armas, equipamiento y comida en diferentes tiendas situadas a lo largo de la galaxias; también podremos encontrar eventos en formar de asteroides y agujeros negros que nos proporcionarán jugosas recompensas si podemos superar los retos que nos proponen.

 Un diseño sonoro de otro mundo

Ahora pasemos a uno de mis apartados favoritos, y uno de los que menos caso se les suele hacer al jugar a un videojuego: el diseño sonoro. Así para empezar, la música es una delicia, me quedé flipando desde el menú principal, y dentro de las fases la calidad no reduce. Cañera, épica y sin duda, una banda sonora digna para salvar el universo del yugo imperialista de una sistema político corrupto, además de unos efectos de sonido que nos dan todo la información posible a través de un caos perfectamente orquestado.

Si pasamos al apartado visual, el juego cuenta con un pixel art, que parece algo tosco en el gameplay pero que sale a relucir en las cinemáticas como la que nos introducirá al titulo y el mapa planetario, con detalles muy precisos y gran variedad de colores, realmente dándole un toque único pero familiar a todo el juego

 Dificultad exorbitada

La progresión del juego es un poco extraña; mientras vamos avanzando por las fases obtendremos diferentes efectos pasivos y aumentos de estadísticas, además de la posibilidad de encontrar nuevas armas y equipamiento. Una vez terminemos el juego en la dificultad del inicio, desbloquearemos el siguiente nivel, y así hasta llegar a unas niveles prácticamente infernales donde los enemigos harán muchísimo daño, y aguantarán lo que no está escrito, sumado a que nos atacarán en cantidades ingentes.

Además de este modo de juego que podríamos considerar “historia“, también cuenta con un modo desafío en el que dejamos atrás el mapa galáctico y tendremos que elegir los niveles en una sala especial de entre tres posibilidades elegidas aleatoriamente. Adicionalmente, una vez nos pasemos el juego por primera vez, podremos añadir modificadores a todas las partidas que aumentarán su dificultad, pero también las recompensas.

 Conclusiones

En general, DIG: Deep in Galaxiee es un título roguelike, que como muchos antes de él, trata de traer una renovación a las mecánicas típicas del genero, y salta a la vista que lo hace. Añadir una mecánica de cavar a un  juego de acción es algo que no me esperaba que pudiera funcionar también, y la existencia de un gancho para mejorar la movilidad no es mas que una mejora sustancial sobre este sistema.

La opción de elegir qué misiones quieres tomar de una manera mas libre, pudiendo parar en la tienda siempre que veas conveniente, es una manera de tomarte las cosas a tu ritmo y que la dificultad no suba por culpa del RNG, y la multitud de armas, armaduras y objetos, hacen que cada partida sea completamente única; sin duda, una experiencia que recomiendo probar a cualquier amante del caos y la destrucción.

DIG: Deep in Galaxies ya se encuentra disponible para PC.