Análisis de Detective Pikachu: El regreso para Switch

Pokémon es una franquicia que tiene, como suele decirse, el toque de Midas, dado que todo lo que toca lo convierte en oro. Ya sea el juego de móviles más simple o el remake más sencillo, hay algo en la mega-franquicia de GAME FREAK y The Pokémon Company que a los consumidores nos chifla. Puede ser la nostalgia, el cariño que le tenemos a esos monstruos de bolsillo o muchas otras razones, pero Detective Pikachu, como concepto, es uno de esos spin-off que en otra franquicia no funcionarían, pero este no es el caso.

En 2018 el mundo vio el lanzamiento de este curioso y nunca antes visto producto de la saga, en la que la mascota por antonomasia de mi saga favorita se convertía en detective para resolver misterios dentro del mundo Pokémon junto a su compañero, Tim. Un año después, tras varios años anunciada, la película con Ryan Reynolds obtendría tal éxito recaudando más de 400 millones de dólares que la secuela sería cuestión de tiempo. Tras cinco años, Detective Pikachu vuelve con una secuela directa del original de 3DS con muchas mejoras y la misma fórmula mejorada.

 Sin dejar rastro

La secuela nos vuelve a traer a Tim como co-protagonista. El hijo del famoso y desaparecido detective Harry Goodman sigue en su búsqueda interminable junto al ex-compañero de su padre, Pikachu, con quién, por razones que aún no comprende, puede comunicarse perfectamente. Tras devolver la paz a Ryme City después de la expansión de una peligrosa sustancia llamada R que hacía que los Pokémon se volvieran violentos e irascibles, la vida de ambos continúa, pero su adorado Harry sigue en paradero desconocido.

El título continuará esta trama principal mientras resolvemos misterios relacionados de forma directa con los acontecimientos de la anterior entrega, con la desaparición de Harry y con otros casos secundarios que añaden información sobre el funcionamiento de la ciudad y sus integrantes.

Controlaremos tanto a Tim como a Pikachu dependiendo del momento de la aventura. Tim tendrá la particularidad de ser el gran puente entre humanos y Pokémon gracias a su capacidad de entender a su compañero, que le traducirá lo que dicen otros poké-habitantes, algo fundamental para testimonios, pistas y entender diversas situaciones que de otra forma serían imposible de descifrar pero, ¿cómo funcionan exactamente las mecánicas?

 Investigando, que es gerundio

Las interacciones con los diferentes Pokémon de la ciudad y sus alrededores son el mejor apartado del juego.

Durante la aventura las bases se mantienen fijas: tomaremos nota de todas las pistas, posibles soluciones y testimonios en nuestro inseparable cuaderno de notas, fundamental para progresar. Pensad en las investigaciones de Ace Attorney, salvando las distancias. Tim podrá hacer una serie de acciones únicas para él como humano mientras que nuestro compañero detective hará lo propio en su caso como Pokémon.

En cualquier momento fuera de una conversación o cinemática podremos hablar con Pikachu pulsando la cruceta izquierda para que nos dé una pista en caso de estar perdidos o haber olvidado nuestro objetivo mientras que si pulsamos la cruceta derecha obtendremos comentarios ingeniosos y divertidos así como podremos pasar a ver escenas con otros Pokémon o, incluso, comenzar a deducir.

La deducción es, precisamente, una faceta imprescindible para entender el funcionamiento del juego. Al obtener una serie de pistas, el propio Pikachu nos hablará para dejarnos claro que podemos resolver la parte del caso concreta en la que estemos. Esto siempre podremos hacerlo también de forma directa yendo simplemente al cuaderno. También será importante investigar los escenarios bajo lupa o sin ella, para descubrir detalles que quizá hayamos pasado por alto.

 Sinergias con Detective Pikachu

Como no podía ser de otra forma, el mejor apartado del juego va de la mano con las interacciones que tendremos con los diferentes Pokémon de la ciudad y sus alrededores. Cada uno es único, con sus propias animaciones, comentarios y personalidad, acercándose más a seres humanos que a Pokémon. Esto será, también, algo imprescindible para afrontar nuestra aventura y los retos que nos aguardan.

Al encontrarnos con barreras que no podremos superar solos, obtendremos ayuda mientras controlemos a Pikachu para montarnos, por ejemplo, en el Growlithe que vemos en la imagen superior o en un Darmanitan de Galar que nos proporcionarán ayuda extra como olfatear un rastro o destruir obstáculos.

Esto provocará escenas con quick time events (QTE, por sus siglas en inglés) e incluso pequeños minijuegos para salir un poco de la investigación lineal y anodina, pero nada que sea especialmente llamativo o memorable. Lo que sí es, sin duda, digno de recordar y mencionar es el trabajo de localización y traducción en castellano, una vez más sobresaliente y gran parte de la culpa de que los diálogos sean entretenidos y dejen, incluso, frases propias de nuestra cultura.

 Casos secundarios

Otro apartado que debe mencionarse son las misiones secundarias, esas investigaciones que se alejan por completo de la historia principal. Podremos realizar peticiones tanto de ciudadanos como de Pokémon y serán variadas; desde encontrar a crías de Ribombee hasta responder correctamente a las preguntas de una periodista Pokémon. Estas se irán acumulando en nuestro cuaderno y serán siempre pequeñas misiones cortitas y sin especial chicha.

Un problema principal que encuentro en este apartado es la falta de recompensas de estas misiones; no hay una sola razón para hacer estos pequeños casos más allá que por gusto, ya que no hay recompensa de ningún tipo por completarlos. Creo que el juego se beneficiaría enormemente de añadir coleccionables o recompensas en forma de monedas intercambiables por atuendos o, por ejemplo, arte oficial del juego. Una pena.

 Excesivamente para todos los públicos

Ya que estamos enumerando ciertos puntos que no terminan de casar, es muy importante aclarar que Detective Pikachu: El regreso es un juego pensado para los más pequeños de la casa. Esto, por supuesto, no tiene nada de malo, pero sí hay que aclararlo, ya que encuentro un poco complicado disfrutar de la misma manera del título siendo adulto. Los casos son sencillos, fáciles de predecir con solo echar un vistazo corto a los escenarios y las respuestas a las deducciones casi siempre son auto-conclusivas.

Los pocos quick time events del juego consistirán en pulsar el botón a tiempo o pulsar repetidamente, pero si no los superamos con éxito, no ocurrirá literalmente nada. El botón se pulsará automáticamente o la escena se repetirá continuamente hasta que completemos el QTE.

Por supuesto, no pido que un spin-off de Pokémon sea un Dark Souls, ni muchísimo menos, pero sí me hubiera gustado quizá una dificultad ligeramente más pensada para todas las edades y no solo para los peques. Como detalle opcional, en caso de cansarnos, las escenas pueden acelerarse en caso de necesitar ese extra de velocidad tanto en diálogos como en cinemáticas.

 Conclusiones

El retorno de Detective Pikachu es una entrega perfecta para que los más pequeños de la casa se adentren en el universo Pokémon si aún no lo han hecho, olvidando tristemente al resto de jugadores por el camino. Mejorando radicalmente el diseño de personajes en comparación a la anterior entrega y la interfaz del juego, aunque perdiendo el apartado táctil lamentablemente, nos encontramos ante una aventura separada de la saga principal cuyo concepto funciona igual de bien que su predecesor.

La banda sonora es fantástica y perfecta para acompañar nuestras investigaciones mientras el apartado visual podría ser infinitamente mejor especialmente por unos modelos por debajo de la calidad que estamos acostumbrados, sobre todo si lo comparamos con los de Pokémon Escarlata y Púrpura. Echo en falta sombreados y otras animaciones quizá más naturales.

Detective Pikachu: El regreso está disponible en exclusiva para Nintendo Switch y, en sus doce horas aproximadas de duración, la que probablemente sea la última aventura de Pikachu como detective te gustará si, como yo, devoras el maravilloso universo Pokémon, aún con sus aciertos y errores.