A quién no le gusta una pequeña historia centrada en la época de Halloween, con sus fantasmas, brujas, vampiros y caramelos. Sin embargo, siempre está bien añadirle un pequeño giro a la experiencia, como un mensaje anticapitalista que busca tumbar un sistema gobernado por las grandes empresas tecnológicas, o por lo menos, esa ha sido la idea detrás de los desarrolladores de Death or Treat.
Death or Treat es un título roguelike desarrollado por el estudio español Saona Studios y publicado por Hawthorn Games que también cuenta con una versión física de la mano de nuestros amigos de Meridiem Games, en el que tendremos que derrotar a una gran empresa que se ha dedicado a drogar y manipular a los habitantes de la zona con promesas de fama y dinero, usando la tecnología y las redes sociales como su método de actuación prioritario.
Un nuevo entretenimiento llega a la ciudad
La historia nos pone al mando de Scary, un fantasmita acompañado por su colega Marshmallow que como cada año se dirige a la ciudad de HallowTown en el Ghost Mart, su tienda sobre ruedas tirada por caballos fantasma y una total líder del mercado de venta de caramelos. Pero algo está mal, HallowTown está en ruinas y sus habitantes, o bien se encuentran desaparecidos, o convertidos en esclavos sin mente de la empresa Faceboo!, dirigida por el tiránico señor Fuckerberg.
Uno de los pocos supervivientes, Jobs, nos cuenta lo sucedido. Todos los habitantes de HallowTown se encuentran enganchados a una nueva droga, conocida como el Storyum, por lo que han dejado de comprar caramelos y hacer su vida normal. Es por ello que tendremos que aventurarnos con escoba en mano a la fábrica de Storyum, nuestro primer objetivo para tumbar el sistema de Faceboo!, derrotando a todos los que se interpongan en nuestro camino y subir escalafones en la cadena de producción hasta llegar al propio señor Fuckerberg para recuperar nuestro estatus en el mercado.
Una aventura fantasmagórica
En cuanto nos aventuramos a la fábrica, haremos nuestra primera decisión: elegir nuestra arma y nuestro ataque especial. Comenzaremos con la escoba como arma inicial y tendremos tres habilidades para elegir: el Bumerán, el Grito Desgarrador o la Explosión Fantasma. Cada una de estas habilidades tiene efectos diferentes y podremos probarlas en un muñeco de entrenamiento antes de entrar en combate. Las armas también son de diferentes tipos de daño, velocidad de ataque y áreas de efecto, y todas están explicadas de manera sencilla, incluso con pequeños videos demostrativos, lo cual es una gran ventaja.
En su núcleo, Death or Treat es un roguelike 2D hack and slash en el que nuestro objetivo será avanzar por pantallas generadas aleatoriamente, moviéndonos entre varias zonas y derrotando un gran número de enemigos para recolectar caramelos e ingredientes. Con estos recursos podremos mejorar nuestras habilidades y obtener nuevas armas. A medida que avancemos, lucharemos contra una gran cantidad de enemigos en pantallas lineales con varios caminos, que pueden incluir algunos puzles o situaciones más laberínticas. Tendremos que revisar por dónde podemos pasar y cómo llegar a un camino sin salida lleno de enemigos. Además, también hay zonas secretas con jugosas recompensas si estamos dispuestos a explorar un poco más.
Caramelos y otras dulces recompensas
Al final de cada pantalla tendremos la posibilidad de continuar por una de tres vías, que cambiarán el diseño de la zona y los retos a los que nos enfrentaremos y cada cierto nivel de pantallas, nos enfrentaremos a un jefe. En cuanto al combate podremos atacar con golpes ligeros y pesados, atacar en el aire, esquivar y usar nuestra habilidad especial, que se recarga simplemente haciendo daño. Al final de cada zona, nuestro buen amigo Joe Bite Them nos hará un trato que se sintetiza en el título del juego: Death or Treat. Si elegimos muerte, volveremos a HallowTown y a cambio Joe nos dará 500 caramelos; si elegimos Trato, continuaremos la aventura y Joe nos dará un espacio extra para ingredientes.
Todos estos caramelos e ingredientes los podremos usar para reconstruir poco a poco HallowTown, recuperando tiendas y locales tan importantes como NecroSoft, DetoxBucks o la Forja. Con estas edificaciones también podremos gastar nuestros recursos para conseguir más salud, daño, mejoras en nuestras habilidades o crear nuevas armas que harán mucho más sencillos nuestros combates, así como obtener más espacios de ingredientes, ya que los que nos da Joe solo valen para esa partida.
Un juego con encanto
En cuanto al estilo visual, Death or Treat ha optado por la ruta tradicional, con dibujos hechos a mano y animaciones también hechas a mano para introducirnos en el juego, así como imágenes tipo postal para el inicio y final de cada zona, lo que le da mucha personalidad al título. Los diseños de personajes y enemigos, especialmente aquellos ubicados en HallowTown, tienen mucho encanto y las animaciones de Scary al atacar, así como las habilidades especiales, son bastante atractivas.
Los fondos de las zonas que exploramos también cambian en función de si nos encontramos en los niveles superiores o inferiores, pasando de los molinos y chimeneas de humo de las alturas de la fábrica a las alcantarillas saturadas de residuos verdes de Storyum, que contaminan tanto la ciudad como las mentes de sus habitantes. Sin embargo, es cierto que algunos detalles de profundidad, como algunas columnas y decoraciones en primer plano, pueden bloquear la visión de algunos enemigos y proyectiles, lo que puede ser un poco molesto
Música para poner los pelos de punta
El diseño sonoro y musical es bastante bueno, con esa música que tiene un toque «fantasmagórico» que me hace recordar películas de la época de Halloween como «El Retorno de las Brujas«, «Pesadilla Antes de Navidad» o «Las Brujas«, con esos toques de viento metal que imitan los silbidos del viento y los gritos de almas torturadas, pero siempre con un trasfondo jovial de celebración; será el día en que horrores de otro mundo se inmiscuyen en el nuestro, pero sigue siendo una fiesta después de todo.
En cuanto al diseño sonoro, cada golpe tiene su impacto y los diferentes tipos de armas tienen sus animaciones y golpes especiales únicos, además de una gran combinación de efectos de partículas y sonoros. Si tengo que señalar algo en todo este asunto, es que a veces el feedback visual y sonoro no van muy de la mano y los ataques golpean sin sonar o viceversa, especialmente en los enemigos grandes, lo que hace que puedas golpearlos sin que parezca importarles mucho. Además, no tenemos manera de ver cuánta vida tienen los enemigos o cuánto daño estamos haciendo, lo que hace que algunos combates sean un poco más arriesgados
Conclusiones
En general, Death or Treat es un juego sencillo, con un buen par de mecánicas bastante sólidas que se salen un poco de los géneros en los que se inspira, pero que mantienen cierta familiaridad mecánica y narrativa con sus coetáneos. No podría tacharle de continuista o repetitivo porque realmente trae cosas nuevas a la mesa, pero tampoco es que tenga ningún aspecto que lo haga sobresalir del resto del género.
Lo que sí tiene es mucho humor, un estilo visual encantador y un diseño de personajes y escenarios con una belleza única, usando múltiples paletas de colores dependiendo de la zona y cambiando ligeramente el diseño de los enemigos para adecuarlo también a la transición de escenarios. Quizás Death or Treat no sea venerado como algo rompedor y nuevo, pero no hace falta serlo para disfrutarlo en todo su esplendor.