Hace ya unas semanas que he estado jugando a este fantástico título, sí, por primera vez, lo admito. En su momento el gran revuelo que se formó alrededor de la dificultad del título me echó para atrás a la hora de comprarlo, porque gastar el dinero en un juego que no voy a poder acabar fue un pensamiento recurrente cada vez que escuchaba hablar sobre Dark souls. Tras un tiempo de juego realmente me arrepiento de no haberlo jugado en su momento.
Por eso agradezco la llegada de este remastered a Nintendo Switch, pues me ha dado la oportunidad a mí y a todos los jugadores exclusivos de Nintendo de disfrutar de esta maravillosa experiencia y, lo mejor de todo, también fuera de casa.
¿Esto es Dark souls? ¡Que fácil!
Estás fueron las palabras que formulé justo después de acabar con el primer jefe a la primera, acto seguido una risa y una frase que marcaría mi camino en Dark Souls resonaron en la habitación: “Espera y verás, solo es el principio, vas a morir, y muchas veces además”. Y mi amigo no se equivocó.
Dark Souls pone en la boca del más novato el mejor caramelo posible, el sentimiento de poder, nos hace enfrentarnos al primer jefe y entre música épica vemos cómo en realidad es sencillo y el pensamiento de: “O soy muy buena o este juego no es tan difícil” retumbó en mi cabeza. Acto seguido el juego se encargó de enseñarme lo que realmente es Dark souls, el cementerio fue el lugar idóneo para mi primera muerte.
¿Por qué? Para enseñarme desde el principio que todo está conectado y que este juego de lineal no tiene nada. Dejándonos caminar por la zona de la primera hoguera posterior al boss sin ningún tipo de restricción para ver cómo morirnos al pisar el cementerio nos enseña cómo hay zonas que no podremos superar fácilmente hasta bien entrado el juego, pero que estarán ahí, presentes al principio, para nunca dejarnos descansar y mantenernos en una tensión constante, mirando, de manera quizás compulsiva, las almas y el estus mientras nos preguntamos si es el camino correcto o nuestra muerte ya está escrita.
Esto es Dark souls, un RPG de acción en el que bailan la frustración y el desamparo con la sensación de poder y fuerza, danzan a un son jamás visto digno de los aplausos que recibió y recibe, digno de ser el referente que es.
Confieso haber perdido horas asomada a los precipicios o mirando al horizonte maravillada ante la grandeza del mapa. Siempre me ha fascinado el diseño de niveles; un buen diseño, un buen mapa es capaz de contar una historia él solo y el mapa de Dark Souls hace exactamente eso.
Nos hace sentir pequeños, perdidos ante la inmensidad, en conjunto insignificantes con tan solo mostrarnos un puente con un dragón al fondo. Transmite en esencia lo que será nuestra aventura, un viaje donde nuestra vida no vale nada, donde hay y habrá seres más y más grandes, más y más fuertes, donde nos perderemos y moriremos muchas veces en el más absoluto silencio.
Silencio que predomina y marca el ritmo durante todo el viaje. Hablando con amigos sobre el título muchos comentaron que necesitaban hablar o escuchar algún tipo de música de fondo mientras jugaban, pues el silencio aumenta exponencialmente la angustia y el miedo. Y es eso, angustia, miedo a morir otro vez, soledad, perdición… un sin fin de emociones son capaces de transmitirse sin pronunciar una sola palabra, sin tocar una sola nota.
Por mi parte disfruto el silencio en todos los ámbitos y en Dark Souls aún más. Caminar solo por una cripta donde sólo se escucha el tintineo de alguna pieza metálica de tu armadura es simplemente una sensación única e indescriptible. Como no decir nada es a veces transmitirlo todo.
No eres el héroe
Llegué a Dark Souls con el poco conocimiento que había adquirido de simplemente escuchar a la gente y a los medios opinar sobre él, hablaban de la exigencia del título, de sus mecánicas, de un lore tremendamente oculto etc. No tenía datos concluyentes sobre lo que me iba a encontrar y es lo mejor que me pudo haber pasado.
Dark Souls es tremendamente profundo, tiene una historia magistral, oculta en los objetos, en las conversaciones… No te va a contar nada, tienes que vivirlo, descubrirlo. Un juego que supone el máximo exponente del aprender a jugar jugando, que omite tutoriales y explicaciones innecesarias para dejarnos experimentar
Esto me chocó al principio, qué hacer, a dónde ir, qué está ocurriendo. Puede sonar desesperante, pero nada de eso, ir descubriendo poco a poco el mundo, hablando con los personajes, leyendo descripciones, hilando cabos… Es simplemente maravilloso.
Si quieres disfrutar de Dark Souls por primera vez no te informes sobre Dark Souls.
Al principio, debido a este desconocimiento anteriormente mencionado, me embarqué en la aventura como si fuera una aventura común, normal. Una en la que tomas el control del héroe, del elegido. Esto en Dark ouls no pasa. Dark souls tiene una teología propia llena de dioses, seres cada cual más grande y poderoso que el anterior. Un mundo propio donde no somos más que un no muerto de entre cientos, maldito, condenado al destierro en los asilos de Gwyndolin y Frampt, que allí confinado escuchará una profecía: un elegido que derrotará al demonio del asilo y hará sonar las campanas.
No es tu historia, solo eres un peón enviado para hacer sonar unas campanas, es la historia de Gywm, de Izaliht… de su afán por mantener la Primera Llama encendida, de perpetuar la era del fuego o dar paso a la era de la oscuridad.
La mitología de Dark Souls se aleja de lo convencional, pese a su gran elenco de dioses ninguno de ellos es considerado la maldad absoluta; siendo así el objetivo principal seguir un camino para mantener la Primera Llama o por sumirlo todo en la oscuridad.
Oscuridad que muchos teorizan fruto de la sed de poder y avaricia de hombres y dioses, convirtiendo así el juego en una crítica de la sociedad actual.
Remastered para Switch
Centrándonos en el apartado más técnico podemos destacar que el juego corre a 30fps constantes con una resolución de 1080p en el modo dock y 720p en el modo portátil.
Esta versión remastered no incluye los cambios de iluminación y texturas que sí se realizaron para los remastered de Xbox One, PlayStation 4 y PC, manteniéndose así más fiel al original, aunque sí que ha incluido un sistema de Vibración HD que mejora la quinestética a la hora de realizar ataques fuertes o atacar con mandobles.
Como punto negativo tendríamos la bajada de calidad presente en el audio mientras jugamos en el modo portátil. Además de pequeños bugs como enemigos atravesando la niebla, ataques que no te quitan vida etc.
También remarcar que no hay prácticamente ningún incentivo para rejugar está versión si ya disfrutaste del original más allá de la nostalgia. El multijugador funciona sin problemas, aunque cabe decir que es necesario estar suscrito al Nintendo Switch Online.
Dark Souls: Remastered
Puntuación Final - 9
9
Imprescindible
Este Dark Souls: Remastered es indispensable para todos aquellos que tengan una Nintendo Switch y quieran disfrutar de la experiencia souls.