Siempre disfruto de los mundos consistentes y bien construidos. Este wordlbuilding es un elemento que compone toda historia de una obra, tan importante como podrían ser los personajes, la narrativa, los diálogos, y demás. Entre los estandartes del worldbuilding encontramos sagas épicas como El Señor de los Anillos, Final Fantasy, Undertale y Deltarune o Halo (sobre todo si incluimos las novelas).
Existe un estudio indie que ha crecido bastante de personal en estos dos últimos años, llamado Colorgrave. Anteriormente analicé su primer título, Prodigal, un fabuloso zelda-like sobre el hogar y la culpabilidad al que no han parado de añadir más contenido para ampliar su mundo (o más que mundo, el universo Colorgrave), ahora que nos llega su segundo lanzamiento, Curse Crackers: For Whom the Belle Toils. Ambos comparten personajes y se citan algunos eventos que correlacionan entre sí, y con este nuevo título, mejoran todavía más como equipo.
Una acróbata, un cascabel mágico y una rival nigromante
Nuestra protagonista Belle se despierta apresurada, temiendo llegar tarde a su cita con Clyde, su novio caballero. Sin embargo, llegando a la mejor parte, sale a escena una antigua conocida a aguarles la fiesta. ¡Bonnie secuestra a Clyde y ha llamado a su ejército de esqueletos para desafiar a Belle! Preguntas como «¿Por qué ha vuelto?» o «¿Qué pretende conseguir?» surgen en la mente de la acróbata retirada, pero no obtendrá respuesta estando de brazos cruzados. Así empieza la aventura de nuestra protagonista a través de varios escenarios repletos de plataformas, obstáculos y enemigos que superar.
Si al anterior título que mencioné, Prodigal, lo tildé de zelda-like, Curse Crackers: For Whom the Belle Toils sería perfectamente un Mario-like, especialmente si hablamos del repertorio de movimientos. Haciendo alarde de sus dotes de acróbata de circo, Belle puede contralar su salto normal, reptar, y hacer saltos de altura y longitud si salta cuando está agachada o se está deslizando, respectivamente. Se trata de un set de movimientos que debería estar en todo buen plataformas 3D y no tan presente en los bidimensionales, como es el caso de Curse Crackers. Pero la cosa no termina aquí.
También imita algunas otras cosas de Super Mario Bros., como el diseño del mapa y los extras coleccionables de cada nivel. Eso y que la historia abre con, casualmente, un secuestro.
Acompañando a la heroína encontramos a Chime, un misterioso cascabel, blandito, y con vida propia. Belle puede lanzarlo en la dirección deseada contra enemigos, hacer que rebote contra las paredes y suelo, y propulsarse con él. Es un arma mortífera contra los esqueletos y un trampolín portátil, además de un fiel amigo. Aunque aún no hemos terminado de introducir a todos los personajes, ni de cerca.
La amiga de todo el vecindario
Si Curse Crackers se quedara simplemente en una serie de niveles con plataformeo y peleas contra jefes resultaría en un videojuego bastante redondo. Pero como veremos ahora, esto es solo la mitad de lo que tiene que ofrecer. Antes de comenzar cualquier sección de plataformas, empezamos en el mapa mundi de Ledamra, una tierra rodeada de mitos antiguos, secretos mágicos, y habitada por personajes de lo más (y menos) coloridos.
Tenemos casi total libertad para movernos por el mapa y visitar puntos de interés. Aquí conoceremos al resto de personajes del juego, cada uno con personalidades, roles, motivaciones e inquietudes diferentes. Lo cual también significa que cada uno tiene su propia historia, y de vez en cuando nos lo encontraremos en lugares diferentes. Si somos constantes, nos aprenderemos sus nombres y podremos ayudarles haciendo una misión secundaria cuando toque, que suelen ser o recados o un nivel extra de plataformas.
Cada personaje tiene su trama, a veces entrelazando con la de otros, y suelen ser temas más mundanos de lo esperado
Además, como quien interactúa con ellos es Belle, indirectamente también sabremos más de ella, su pasado e inquietudes. Eso, y que allá por donde pasa saca una sonrisa con su cándido trato a todo el mundo. Se nota que adapta muy bien cómo se dirige a cada persona, mostrándose empática, sin llegar a ser complaciente por el mero hecho de serlo. La única pega de este aspecto social es que no hay manera de saber su hemos agotado las posibilidades de diálogo con un personaje y nos vemos atrapados en la misma conversación de siempre; un problemilla no tan grave si no fuera porque no hay opción de saltar o acelerarlos.
Leyendas y maldiciones
Entre las cosas que nos cuenten, también entrará información acerca del estado del mundo y sus múltiples secretos. Conoceremos a caballeros que custodian la ciudadela, una profesora y varios niños de diferentes parejas, segadores de almas que vienen de tierras lejanas, una madre e hija dispuestas a cruzar el océano por sus circunstancias… Será conociendo historias pequeñas con la que iremos construyendo poco a poco todo el trasfondo del mundo de Curse Crackers. Y para profundizar más, también hay diálogos y algunos libros secretos con lore de lo más jugoso, explicando de una manera más explícita conceptos de Ledamra, como qué son los Scales, los titled y subtitled, comprender por qué llaman a Belle ungifted.
El lore por cuentagotas tiene un ritmo constante y no se extiende más de lo necesario, para guardar ese toque mística y nuestra imaginación vuele un poco.
El segundo juego de Colorgrave no te invita directamente a no dejar cajón sin remover, pero vaya que si te dan ganas de enterarte de todo lo que ha ocurrido en estos lugares. Si queremos saberlo todo, TODO, toca sudar sangre. Cada nivel de los más de 50 que tiene cuenta con un libro arcaico que leer más tarde en la biblioteca y con una misteriosa espada que se teletransporta a una zona de una guerra antigua. ¿Que cómo lo sé? Desde luego no porque Curse Crackers haya avisado. Y ahí es donde está el punto crucial que al estudio desarrollador le encanta empujar. Hay objetos y zonas que son ocultas y totalmente opcionales, que no sirven para más que conocer más de la mitología de Ledamra, presagios, especies mágicas, etc. Pero están tan bien repartidas que invitan (indirecta aunque intencionadamente) a que los curiosos indaguen a fondo.
Arte nostálgico
Pasando a una nota un poco más técnica, hay que reconocer el trabajazo artístico que tiene Curse Crackers. El pixel-art es una pasada, imitando un estilo similar al de una Game Boy Color por su paleta de colores, pero con lujo de detalles en sombreados como la Game Boy Advance. Es una elección que llevan incluso en el hecho que, por defecto, el juego se abre en ventana pequeña en lugar de pantalla completa. Los diseños de los personajes y escenarios se notan muy personales, y con animaciones muy monas incluso para los seres más monstruosos que salen. Es todo en contraste al ir destripando el trasfondo, más cercano a la fantasía oscura que a cualquier otro subgénero.
Pasando de lo visual a lo sonoro, la música chiptune ha mejorado muchísimo respecto al primer título del estudio. Hay una gran variedad y registros dentro de la impuesta limitación de los 16 bits que emula el juego. Tienen loops que no siempre cierran bien y tira bastante de remixes de una misma pista, pero evocan nostalgia y transmiten muchísimo misticismo en cada zona nueva en la que entramos.
Conclusiones
Curse Crackers: For Whom the Belle Toils aúna diseños fantásticos de plataformas 2D con una historia desenfadada en la superficie, pero que desglosa en grandes narrativas de fantasía de lo más original. El control de Belle sobre los mandos es perfecto, requiere de habilidad y deja espacio a experimentar para avanzar rápido por los niveles, como buen reflejo de Super Mario Bros. que pretende y consigue. Como nota especial, añade una gran versatilidad la dirección de los rebotes de Chime, el uso del botón de correr para coger velocidad o no quedarse del todo vendido con un salto, y otros aspectos más avanzados; opcionales de cara a pasarse la historia principal, y obligatorios de dominar en los niveles extra.
Hablando de historia principal, cuando la superé miré boquiabierto en mi archivo de guardado que solo había completado un 37% de lo que ofrece Curse Crackers. ¡Me quedaban aun otros dos tercios más de hacer el saltimbanqui o de empaparme de más lore!
Este título no está falto de contenido, y viendo las actualizaciones de Prodigal, no dudo en que los miembros de Colorgrave estén pensando en añadir más secretos e historias nuevas. Y donde este primer título comparte temáticas a la culpabilidad o el sentido de pertenencia, la historia de Belle y Chime es más grandilocuente, va a un plano más externo. Contemplando cosas como la comprensión entre las personas, cómo nos influenciamos entre nosotros. Incluso sin hablar, solo con acciones. Todo envuelto en una capa no humorística, sino más bien desenfadada.
Curse Crackers: For Whom the Belle Toils
Puntuación Final - 8.5
8.5
Recomendado
En la superficie, un plataformas de la vieja escuela, muy completo y con un diseño de nivel centrado en ofrecer un reto perfectamente escalado. Pero ahondando un poco, tiene mucho más, creando un mundo de fantasía tremendamente original que se rige por unas bases bien pensadas y numerosos personajes a los que acabas cogiendo cariño.