El Crash Bandicoot original fue uno de mis primeros videojuegos, concretamente el segundo que jugué en mi flamante PlayStation gris. Las aventuras de este alegre marsupial me enamoraron desde el principio, convirtiéndome en un fan acérrimo de su estilo de juego, amén de sus spin-offs como Crash Bash y Crash Team Racing. Recuerdo tardes enteras jugando a Crash 3: Warped con un amigo en su casa, él intentando conseguir todas las cajas, manzanas y cristales posibles, mientras que yo intentaba llegar hasta el final del nivel lo más rápido posible.
Me salté ese bello revival que fue la N’Sane Trilogy, por lo que este Crash Bandicoot 4: It’s About Time supone la auténtica continuación de mis aventuras con Crash, algo que jamás pensé que se llegara a resucitar. Estaba hasta nervioso por ver si me seguiría gustando esa jugabilidad que me enganchó de pequeño, si Toys for Bob y Activision habrían sabido captar la esencia de la serie. Por suerte, más allá de comprobar lo oxidado que estoy en esta clase de juegos, tras muchos años Crash ha obtenido la continuación que se merecía; Crash Bandicoot 4: It’s About Time es la secuela que siempre debió ser, y que podemos disfrutar de igual forma tanto los veteranos como un servidor como aquellos que quieran acercarse a las exigentes plataformas de Crash por primera vez.
Os dejo el enlace del análisis de mi compañera Alba del título en su versión de PS4, por si queréis comparar opiniones.
¡Manzanas para todos!
Crash Bandicoot 4: It’s About Time comienza con N Tropy y Neo Cortex planeando su regreso a las andadas del mal, aunque para ello tengan que romper el continuo espacio-tiempo y mezclar unas dimensiones con otras. Crash y Coco se unirán para derrotarles una vez más, atravesando diferentes mundos junto a otros improbables aliados. Lejos de ser el motor de la experiencia (ni lo pretende), las escenas de vídeo que desarrollan la trama son muy simpáticas, están llenas de referencias para los fans y se disfrutan incluso más si cabe gracias a un estupendo doblaje a nuestro idioma.
La jugabilidad de Crash Bandicoot 4: It’s About Time combina el plataformeo clásico de la serie, incluidas las estupendas escenas de huidas y persecuciones (tanto a pie como en diferentes “vehículos”) con una gran cantidad de secciones nuevas, tanto para Crash y Coco como para el resto de compañeros que se unen de forma jugable: Tawna, Dingodile y Neo Cortex. Destaca mucho la presencia de partes en las que Crash se desliza en raíles esquivando obstáculos a la vez que destroza cajas; son emocionantes y divertidas, aunque quizás tengan más presencia de la que hubiera deseado. Crash y Coco pueden saltar, agacharse, deslizarse y atacar con su característico giro para superar niveles llenos de saltos milimétricos y excéntricos villanos que acabarán con nosotros de un solo golpe. Por suerte, seguimos contando con la ayuda de Aku Aku para protegernos en algunas ocasiones.

Cada uno de los personajes nuevos tiene diferentes habilidades, por lo que sus niveles están pensados para explotar sus características jugables: Tawna cuenta con un gancho que la permite destruir cajas y transportarse a diferentes lugares, algo muy divertido de combinar con sus saltos y patadas; Dingo Dile tiene un aspirador para las cajas pero es mucho más torpe, así que depende de una función de planeo de su aspiradora para superar los niveles. Cortex por su parte usará una pistola capaz de transformar a los enemigos en plataformas sólidas o gelatinosas, para así permitirnos saltar más. Si bien es cierto que estas nuevas adiciones dan variedad a la fórmula, en ningún momento me han gustado más sus niveles que los tradicionales. Son divertidos, pero no tanto como el cóctel de manzanas y saltos de siempre.
Un cúmulo de grandes decisiones
Crash Bandicoot 4: It’s About Time se juega a la perfección en la híbrida de Nintendo, a pesar de sus sacrificios obvios en el apartado gráfico y en su fluidez
Como he dicho antes, los nuevos personajes no me acaban de encajar igual de bien que el resto del contenido… pero no hay problema, porque sus niveles son totalmente opcionales, separados de la ruta principal del juego. Así pues, Toys for Bob ha tomado una serie de decisiones a lo largo del título, sobre todo en lo que se refiere a su oferta jugable y su dificultad, que permiten que todo el mundo pueda disfrutar de la forma que mejor considere al título, obteniendo todos los tipos de jugadores una experiencia maravillosa. Para empezar, el sistema de vidas que ha habido siempre en la serie era bastante exigente teniendo en cuenta la dificultad de sus títulos. Por ello, en este Crash Bandicoot 4: It’s About Time puedes elegir si optar por el sistema clásico, o bien por un sistema de vidas infinitas, pero con un contador de muertes. De esta forma se puede afrontar el juego de una manera mucho más relajada y placentera, sin por ello quitar reto a la propuesta.
Sus niveles cuentan con un diseño simplemente marvilloso (contando con dos formas de superarlos, la normal y otra del revés, duplicando la rejugabilidad del título), y aunque el recorrido principal no ofrece un reto especialmente complicado, el verdadero desafío lo obtendrán quienes quieran conseguir todas las cajas de cada nivel, sus gemas ocultas y completar al 100% sus secciones opcionales. Si, además, te atreves con las cintas del pasado de Neo Cortex, capaces de hacerte desesperar desde sus primeros niveles, tenemos una experiencia muy agradable para aquellos que únicamente quieran jugar a nuevos niveles clásicos de su marsupial favorito, pero también hay novedades de peso para aquellos que busquen algo más con sus nuevos aliados y un reto brutal para los complecionistas.

Sin embargo, he dejado el mejor añadido para el final: las máscaras cuánticas. Aunque en los niveles todo parece que se juega como siempre, se han añadido partes de los niveles que tenemos que superar haciendo uso de estas máscaras, que añaden nuevas mecánicas y posibilidades para Crash y Coco. Pausar el tiempo, giros infinitos que nos permiten planear, cambiar de dimensiones para acceder a nuevas plataformas… cada una de ellas añade nuevas posibilidades que se reflejan en el diseño de niveles, dando retos muy divertidos y que cuadran perfectamente con la trayectoria de Crash. Una novedad que le sienta perfecta al juego. El cooperativo, por otro lado, me ha decepcionado ligeramente, pero tampoco era un juego que se prestara a ello. es un añadido más, al igual que el modo Contrarreloj, por ejemplo.
Pero, ¿qué tal funciona en Switch?
Pues traigo buenas noticias: Crash Bandicoot 4: It’s About Time se juega a la perfección en la híbrida de Nintendo. Ha tenido que hacer sacrificios obvios en su apartado gráfico y en su fluidez (aunque mantiene unos estables 30 FPS), pero el título se juega igual de bien que en las versiones de sobremesa. Sus tiempos de carga, además, no son muy largos, por lo que me complace informaros de que estamos ante un port a la altura de las circunstancias. La resolución en dock es de 1080p, y de 720p en modo portátil.
De hecho, he jugado la mayor parte del juego en modo portátil y se ve estupendo; obviamente, se pierde algo de resolución y hay secciones más incómodas de jugar por el tamaño de la pantalla, pero es una experiencia estupenda tanto en portátil como en el dock. De todas formas, para los más detallistas en el tema gráfico, os dejo la estupenda comparativa entre las diferentes versiones del juego que publicó Digital Foundry. Aún así, el apartado artístico de este juego es una delicia, lleno de simpáticos detalles y diseños en todos sus niveles, un derroche de imaginación. Eso sí, como pequeña pulla de jugador viejuno: no me gustan los nuevos sonidos de Crash, y que no haga su mítico “Woah!” cuando se sorprende o muere.
Conclusiones
Me ha emocionado verme jugando a esta secuela de Crash tumbado en el sofá de mi casa, en una consola de Nintendo, cuando su primer juego lo jugaba sentado en el suelo frente a una televisión diminuta en una PlayStation en casa de mis padres. Me daba miedo no poder ser capaz de disfrutar como cuando era pequeño con Crash y compañía, pero mis temores eran infundados: Toys for Bob y Activision han sabido comprender perfectamente qué es lo que hacían especiales a aquellos títulos, y nos han entregado la secuela que la serie siempre mereció.
Crash Bandicoot 4: It’s About Time es una vuelta a los orígenes a la vez que ofrece una optimista mirada al futuro, con semillas que nos permiten soñar con nuevas entregas de estos simpáticos personajes. Un plataformas que cualquier fan del género, conozca o no al personaje, debería probar.
Crash Bandicoot 4: It’s About Time
Puntuación Final - 9
9
Imprescindible
Crash Bandicoot 4: It’s About Time es la secuela que la serie siempre mereció. Un plataformas que cualquier fan del género, conozca o no al personaje, debería probar.