Es increíble cómo olvidamos género clásicos tan rápidamente, aún siendo un medio tan joven. Es lo que tiene que todo avance tan deprisa, también dejamos atrás las cosas más rápido. Y, muchas veces, olvidamos cosas muy básicas, pero que siguen siendo perfectamente válidas a día de hoy. Esta semana he tenido la inmensa fortuna de ver la (excelente) resurrección, con parámetros y tecnología actuales, de dos géneros que reinaban en la industria hace ya muchos años: las antiguas aventuras gráficas y los shoot ‘em up de naves.
Cierto es que el año pasado gozamos del estupendo Star Wars: Squadrons, especialmente impactante en VR, pero las intenciones y escala de Chorus son muy diferentes. Chorus coge algo tan efectivo y divertido como los combates espaciales de jugabilidad arcade y los junta con un vasto y bello mundo abierto por explorar, a la vez que pone un gran peso en su historia y protagonistas. Sin enrollarme demasiado. Chorus me ha parecido, no solo una de las mayores sorpresas del año, sino uno de los títulos que más he disfrutado este 2021. El juego de Deep Silver y Fishlabs que se convierte de forma instantánea en un referente del género en casi todos sus apartados.
Un mundo a nuestro alcance
Una de las principales características de Chorus, así como uno de sus apartados más sorprendentes, es su historia. Si es poco habitual ver shoot ‘em up de naves, menos aún es verlos apoyándose de una forma tan importante en sus protagonistas y el mundo creado para la ocasión. Aquí contamos con un dúo protagonista: Nara y Forsaken (Forsa, para los amigos). Nara es la cazadora más letal e un culto llamado el Círculo, que busca sumir a la galaxia en un rito llamado el Coro a través de violentas represiones y ataques contra la población. Llega un punto en que Nara siente que ha pasado una línea que jamás debería haber cruzado, y decide escapar del Círculo y esconderse en un punto lejano de la galaxia, ayudando como una ciudadana más a sus habitantes. Sin embargo el avance de las fuerzas del Círculo es imparable, y si quiere expiar sus pecados de forma definitiva no tendrá más remedio que volver a convertirse en la cazadora que fuera otrora para salvar a aquellos que ha aprendido a amar.

Chorus utiliza su faceta sandbox de forma coherente tanto a nivel de narrativa como de jugabilidad
Si bien su historia no nos lleva a territorios desconocidos, sí que es particularmente eficaz en su narración a base de cinemáticas, gracias en parte a sus estupendos guion y diálogos, así como al carisma de la dupla Nara-Forsa. Por cierto, Forsa es una IA que habita la nave de la protagonista. Sus personajes secundarios no son tan relevantes, pero todo lo que rodea al Círculo, a nivel visual y de concepto, es lo bastante interesante como para que devoremos con avidez la campaña principal de unas quince horas; eso sin contar las misiones y encargos secundarios.
En este punto, toca destacar el músculo jugable que exhibe Chorus a través de su mundo abierto y su tremendamente efectiva jugabilidad arcade.
Aunque los mundos abiertos hayan llegado a un punto de saturación dentro del medio, todavía queda mucho espacio para la experimentación con los mismos; no solo se puede innovar cambiando las propias características del mundo, sino introduciéndolo en géneros que le doten de una nueva perspectiva. Es el caso de Chorus, que se constituye como un magnífico sandbox espacial. Cuenta con cinco grandes áreas separadas entre sí a través de portales, y podremos explorarlas a placer. Evidentemente, los cúmulos y cinturones de asteroides serán el escenario más habitual, pero el juego se las apaña para dotar de personalidad a nivel visual este precioso mundo. Es un gustazo recorrer sus cielos, gracias en gran parte a que desde Fishlabs se han preocupado de llenar el escenario con misiones secundarias y nuevas piezas de historia que están ahí esperando a que las encontremos, sin más recompensa que saber más de su lore o de sus personajes.

No solo eso, sino que también cuenta con elementos emergentes en los que podemos decidir tomar partido o no, e incluso decisiones improvisadas sobre el destino que damos a según que elementos. Es un juego que utiliza su faceta sandbox de forma coherente tanto a nivel de narrativa como de jugabilidad, algo no muy habitual. Es cierto que podría haber más ciudades secretas, cavernas, escondites… más elementos que favorecieran la exploración aparte de componentes para la nave o créditos, aunque entiendo que no se haya explorado tanto este aspecto al contar únicamente con la perspectiva de nuestra nave.
Una perspectiva nueva
Finalmente, lo que realmente eleva a Chorus sobre muchos otros juegos de corte similar es la enorme satisfacción que da a los mandos. Manejar a Forsa es una auténtica gozada desde el primer momento, en parte gracias al variado elenco de habilidades que iremos desbloqueando. Particularmente, el Rito de Fluir nos permite derrapar en el aire y hacer bruscos giros a la vez que seguimos disparando, algo que dará lugar a no pocos momentos épicos. por ejemplo, será la forma predilecta para abatir a un tipo de nave enemiga que cuenta con escudos frontales: deberemos pasarle acelerando por un lateral y, una vez la hayamos superado, derrapar para poder apuntar lo más rápido posible a su retaguardia para herirla. Pero este es solo un ejemplo. Maldita sea, incluso tiene un sistema de esquivas perfectas haciendo un barrel roll, ¿qué más se le puede pedir?

La variedad de naves enemigas que enfrentamos en Chorus es enorme, influyendo de forma directa para que en ningún momento nos aceche la sombra de la repetición. Incluso enfrentaremos naves que deberemos destruir desde dentro, al más puto estilo Star Wars. También muchas de esas habilidades nos invitan a juguetear y experimentar. Una de las habilidades es un rayo disruptor que al principio solo parecía que tiraba abajo los escudos de los enemigos. Sin embargo, más adelante descubrí que su efecto es inutilizar durante unos segundos las naves enemigos, por lo que, si se disparaba a un enemigo que llevara cierta inercia, se le podía hacer chocar contra estructuras cercanas si calculábamos bien el momento. Sinceramente, jamás me había divertido tanto con un juego de naves, y es gracias a esta jugabilidad frenética, completa y divertida.
Por si fuera poco, tendremos un generoso arsenal de armas que podemos ir encontrando, desbloqueando y mejorando, cada una de ellas efectiva contra un tipo de enemigo o habilidad concreta, así como de blindajes y otras mejoras.
A nivel técnico, por fortuna, Chorus también sorprende para bien. Ya he comentado antes lo bello de su universo, pero es que además el juego no se resiente en ningún momento con su baile de efectos y partículas en las batallas a gran escala. Quizás los diseños de las naves enemigas chocan mucho con el sensacional modelado de Forsa, y las expresiones faciales de Nara en ocasiones son algo extrañas. Aún así, el juego cuenta con unas cinemáticas estupendamente dirigidas, un doblaje inglés con muy buen nivel (así como una perfecta traducción de textos al castellano) y unos temas musicales sensacionales.
Las mayores pegas que le puedo poner a Chorus (y realmente creo que no se puede hacer demasiado mejor sin salirse de su esquema jugable básico) radican en la escasa variedad de sus misiones. Habrá objetivos de escolta o seguimiento entre otros, así como eventos con límite de tiempo, pero se sienten todos bastante similares. También una mayor variedad en los escenarios o lugares a explorar hubiera sido de agradecer, pero son pequeños detalles que no desmerecen el conjunto porque incluso ellos se sienten con esfuerzo y dedicación detrás.
Conclusiones
Chorus es, sin ninguna duda, uno de los mejores juegos del año y la sorpresa final de este 2021 tan cargado de auténticos juegazos. Dentro de su género, es un imprescindible; destaca en todos sus apartados, su perspectiva sandbox del género se siente fresca e innovadora y su jugabilidad, en lo referente al manejo de la nave, es prácticamente perfecta.
No solo eso, sino que el horizonte que se abre de cara a ampliar la fórmula, o a que juegos de licencias conocidas tomen una senda similar, es realmente esperanzador. Ojalá den a Fishlabs las herramientas necesarias para seguir creando juegos de este tipo en el futuro, porque de verdad que no podía haber terminado mi año con un análisis más satisfactorio.
Si queréis ver un gameplay de sus primeras horas, hice un directo un Twitch donde se me ve aprendiendo alguna de sus mecánicas principales y superando algunas batallas bastante intensas. Y además podéis encontrarlo a un precio reducido, concretamente a 39,99€ en la PS Store. También está disponible en plataformas Xbox y PC.
Chorus
Puntuación Final - 9
9
Imprescindible
Chorus es, sin ninguna duda, uno de los mejores juegos del año y la sorpresa final de este 2021. Dentro de su género, es un imprescindible.