Hay una situación que los más mayores seguro que habrán vivido: la de encontrarse con un amigo o amiga que hace mucho tiempo que no vemos. Y no hablo de una persona sin más que conocemos un poco, estoy hablando de una gran amistad que por vicisitudes del destino hemos tenido que dejar aparcada muy a nuestro pesar. Cuando volvemos a ver a esa persona una sensación muy rara nos envuelve, es como si el tiempo no hubiera pasado, todo sigue igual, como si fuerais aquellos mismos jóvenes pero al mismo tiempo todo es diferente, esa persona es diferente y tú también lo eres. Esa amistad sigue porque es tan fuerte que nada podría extinguirla, pero al mismo tiempo nada es ni volverá a ser igual.
Como una vieja amistad he recibido a este Call of Duty: Modern Warfare. Un juego que me trae grandes viejos recuerdos, y que me es muy familiar, pero que inevitablemente no es el mismo juego. Y al no ser el mismo tiene muchas cosas nuevas que aportarme, cosas que ilusionan y que me permiten tener una gran experiencia, pero algunas otras que ya han quedado un poco atrás y ya no me sorprenden.
Conflicto y nación
La trama del modo campaña nos pone en una situación similar a la de la campaña original: la lucha contra un líder rebelde en Oriente Medio y los continuos rifirrafes con Rusia mientras esto ocurre. Aunque en este caso los «malos» son un grupo terrorista conocido como Al-Qatala, un ejército muy al estilo de otros reales como el Daesh. De hecho y si nos fijamos bien, la trama va muy paralela o al menos en parte, a eventos ocurridos en la realidad con Siria y la frontera de Turquía. Con una resistencia Urzikistaní enfrentada a un gobierno tomado casi completamente por Rusia y que al mismo tiempo tiene que vérselas con los terroristas integristas de Al-Qatala. Como buen argumento de cine americano que es, las fuerzas estadounidenses están metidas en el ajo, e intentando no iniciar un conflicto con Rusia hacen todo lo posible por ayudar a la resistencia en las sombras. A su vez, el SAS británico lucha contra los ataques terroristas de Al- Qatala en Occidente, algo que también está muy presente en el mundo real en estos últimos años.

La trama, aunque similar no solo al antiguo Modern Warfare, sino a casi cualquier historia bélica moderna, nos plantea a los actores de siempre, Occidente contra Oriente, Estados Unidos y Europa (o más bien Gran Bretaña en este caso) como adalides del bien y la libertad, Rusia como malo maloso totalitario a vencer además de a los terroristas y los rebeldes, en este caso los buenos de la historia hechos polvo por todos lados. A priori suena a «americanada» y en parte lo es, pero si es cierto que este Call of Duty añade ciertos toques que son interesantes y que además son ciertos. Por un lado, tenemos el hecho de que en algunas fases tendremos civiles por medio del conflicto, a los cuales podemos matar sin querer, recibiendo la pertinente reprimenda por ello. Y por otro lado, se toma la molestia en explicar que no toda la gente de Oriente Medio es terrorista y que por desgracia, los que simplemente resisten, tienen que cargar con la culpa de lo que hacen unos extremistas que usan cualquier excusa por conseguir poder y usar la violencia. En ambas cosas no es que se haga gran hincapié o se le dé la importancia que merece, pero el simple hecho de estar denota la madurez del medio. Una madurez que estaría bien ver incrementarse sobre todo en juegos triple A.
Personalmente comprendo que los estadounidenses hagan sus historias con ellos como héroes y protagonistas, cada uno es el héroe de su historia, aun así, obviando esto y alejándonos de debates, podemos analizar la narrativa de este modo campaña y lo que nos aporta como jugadores.
Por suerte y como algo poco habitual en los shooters, tenemos una campaña que merece la pena. Una historia con una narrativa bastante bien construida, que sabe unir de forma excelente su jugabilidad y los entornos con la trama que nos está contando. Sabe muy bien cómo construir su historia alrededor de nuestro camino, con las cosas que ocurren o con las misiones que tenemos asignadas. No todo será avanzar y disparar, hay que pasar desapercibido, hay que sabotear, incluso si queremos entender mejor la historia pararse a escuchar. Todo muy bien planteado de tal manera que sentimos que este modo campaña, pese a rondar las seis horas de duración, es un modo trabajado y para nada secundario.

Aderezando esta fantástica fórmula, que nos ofrece uno de los mejores modos campaña de un Call of Duty de los últimos tiempos, tenemos a sus personajes. Carismáticos y humanos, se hacen al poco de empezar a jugar familiares para nosotros, aun teniendo en cuenta que apenas hay tiempo para darles desarrollo. Durante esta historia encarnaremos a varios personajes, uno de ellos es Kyle Garrick, un sargento del SAS, un personaje muy interesante que aunque no ocupa la mayor parte del juego deja entrever mucho con sus gestos y comentarios su personalidad y convicciones. También tenemos al típico héroe americano, y con el que ocuparemos gran parte de gameplay, es por así decirlo el protagonista principal de esta historia, y su nombre es «Alex», un agente de la CIA que tiene como misión ayudar a Farah Karim en su resistencia contra los rusos y Al-Qatala. Farah es una máquina de matar y un personaje bastante profundo para el tiempo de desarrollo que se le da, y es algo que pasa con la gran mayoría de personajes, todo ello gracias a un buen y trabajado guión. Aunque si hablamos de buenos personajes y personalidad no podemos olvidar la participación estelar del Capitán John Price, quien da imagen al juego. Un personaje conocido por todos que sin duda da calidad al conjunto de esta campaña solo con su presencia.
La llamada del combate
Una de las mejores cosas que tiene Call of Duty como saga, es que lleva ya mucho bagaje, por lo tanto las mecánicas de juego están pulidas tras varios años de perfeccionamiento. La sensación de juego es muy fluida y las diferentes armas generan sensaciones distintas, no solo por como las representa a nivel de efectos el propio juego, sino porque a nivel de características enseguida veremos que usar un AK-47 no es lo mismo que una M4. Evidentemente el realismo en las armas se ve limitado por la propia forma de funcionar del juego, ya que a diferencia de otros shooters, aquí tenemos una forma de jugar más arcade y por lo tanto más rápida.
Aun estando ante un juego dinámico pero poco táctico, tiene ciertos elementos de combate que permiten un ritmo más pausado y por lo tanto un combate más eficiente. En este caso hablo de las coberturas, algo que en el pasado no tenía tanta importancia en los videojuegos por temas de mecánicas y que según han pasado los años se ha ido implementando. Modern Warfare si bien no revoluciona las coberturas, hace un muy buen uso de ellas, además de permitirnos usar apoyos para apuntar mejor y más seguro. Esta mecánica es un poco difícil de controlar al principio, pero enseguida le pillaremos el punto, y ante las oleadas de enemigos nos dará una gran ventaja.

De todas formas y debido al paso del tiempo y a la deriva de los videojuegos, el combate que realmente acaba siendo importante es el que experimentamos en el multijugador online. Porque es el modo al que más horas se le va a dedicar, y por lo tanto, al final genera el grueso de las horas de juego que Call of Duty: Modern Warfare nos ofrece como producto. Aquí no puedo destaparos ninguna sorpresa ni misterio, salvo alguna novedad puntual. Call of Duty sigue siendo uno de los juegos online más competentes.
Los modos de juego de Call of Duty se basan básicamente en moverse y atacar, aunque el juego pretende tener un cariz más táctico, su propia idiosincrasia a la hora de construir sus mapas y sus mecánicas de juegos nos llevan a que la forma más efectiva de combatir sea no parar de moverse. Está claro que en los modos de conquista de zonas hay que practicar un juego más pausado, pero esto acaba reduciéndose a conquistar la bandera y seguir moviéndose como si no hubiera un mañana. Esto no es realmente un problema, Call of Duty siempre ha sido un juego rápido, pero entra un poco en conflicto con algunos de los mapas que tenemos esta vez, ya que además de los típicos mapas pequeños de siempre, tenemos varios de grandes dimensiones donde equipos de 10vs10 jugadores beben combatir, en el modo Guerra Terrestre. El problema en sí es que los mapas son caóticos y no parecen realmente estar hechos para jugar bien con las mecánicas que implica este juego, y acaba siendo un modo forzado que pretende darle al juego unas dimensiones que no sabe aprovechar. De todas formas, tampoco hablamos de ningún desastre, el juego sigue siendo divertido y aun así tenemos más modos para jugar y mapas como los de siempre.
Uno de los modos más interesantes y divertidos es el modo Tiroteo. Es el típico duelo a muerte por equipos, pero cambiando el armamento cada dos rondas. Es un modo frenético en mapas muy pequeños que realmente representan el espíritu de lo que siempre fue Call of Duty. Aquí apenas hay tiempo para pensar, y las reacciones rápidas estarán mucho más por encima que la táctica, por ello aprovecha mucho más el espíritu arcade de este juego.

Otra novedad es el modo Reglas Tácticas, donde básicamente nos quedaremos ciegos de todos los elementos en pantalla, solo estaremos nosotros contra los elementos. Nada de mapa ni ningún tipo de información, de manera que intentando darle cierto realismo al combate, tendremos que pegarnos más a nuestros compañeros si no queremos quedarnos vendidos. Este modo me parece una opción muy interesante que da un toque distinto a la sensación de juego, aunque sea con algo tan simple como no tener mapa ni información, nos hará cambiar el chip radicalmente.
La progresión del propio juego a la hora de aumentar nuestro nivel y el de las armas está bastante equilibrado al menos en los primeros niveles, no será difícil conseguir experiencia a poco que lo hagamos medio bien eliminando enemigos o conquistemos zonas. La variedad de elementos tanto en armas como complementos y habilidades harán que la propia preparación del combate sea muy divertida, da bastante gusto esforzarse por conseguir miras nuevas o camuflajes nuevos para nuestras armas y luego entrar en el armero para revisarlas y elegir. En cuanto a las rachas de muertes, tendremos como siempre una variedad interesante de habilidades que ir desbloqueando, y aunque el usarlas dependerá de nuestra habilidad, según vayamos dominando el juego no nos costará tanto. En este sentido desde mi punto de vista la ametralladora automática es una de las habilidades más útiles que más muertes nos dará.
Además de la campaña y el multijugador PVP, tenemos un modo PVE llamado Operaciones. Aquí tendremos que colaborar con otros jugadores en una serie de misiones narrativas que están relacionadas con el modo campaña. La idea en principio es muy buena, pero al final se denota mal ejecutada. Es muy difícil organizarse bien y acaba yendo cada jugador a la suya, el juego no tiene formas de incentivar la unión y acaba siendo un poco desastre. De todas formas, esto ha sido una experiencia personal, y puede que en otras circunstancias todo salga mejor, también es importante añadir que este modo no es especialmente sencillo, pero superarlo nos puede dar recompensas para usar en el multijugador PVP. En conjunto también tendremos el modo Supervivencia, el cual consiste básicamente en sobrevivir números casi interminables de oleadas cada vez más agresivas, un modo bastante genérico pero que sirve para pasar un buen rato, sobre todo si nos gusta sufrir.

En cuanto a lo que menos gusta de los juegos de hoy en día que vienen siendo DLC y micropagos, decir que no tenemos ampliaciones de pago ni nada por el estilo, todo el contenido que salga que amplíe la experiencia de juego será gratuito. Por lo que sí tendremos que pagar será por cambios estéticos de personajes y armas, y en teoría por un pase de batalla que aún está por salir. Así que nada de cajas de botín ni recordatorios continuos de gastar dinero para a saber que consigues, en este sentido, Call of Duty: Modern Warfare es bastante transparente.
La belleza del horror
Aunque dependiendo de con que juego lo comparemos, puede salir ganando o perdiendo. En términos generales, Call of Duty: Modern Warfare es una bestia parda en cuanto a potencia gráfica, aunque una bestia que a veces renquea y le cuesta coger ritmo. En general el juego es precioso, las armas son impresionantes y los efectos muy vistosos, pero por desgracia he podido experimentar algunos fallos que me han hecho fruncir el ceño más de una vez.
Sobre todo, el juego sufre de popping al menos al principio de muchas partidas, le cuesta mucho cargar ciertas texturas siendo esto bastante molesto. También ocurre en algunos momentos del menú cuando aparece nuestro avatar, de tal manera que nos da la sensación de que en este caso una PS4 Pro no es suficientemente capaz de mover este juego de forma eficiente. Aun así son momentos puntuales, durante el gameplay he podido disfrutar de un juego estable y muy fluido, obviando los problemas de lag del primer día, por lo que al final la sensación de juego es buena.
Como elementos muy destacables yo pondría por delante de todo la iluminación y los efectos de partículas. Los cuales crean atmósferas completamente distintas para cada fase del juego, haciendo que el propio entorno y situación climática nos hable de donde estamos y de la sensación que nos quiere transmitir. Es un gran acierto que esto esté tan trabajado, pero es una pena que destaque solo en el modo campaña, ya que en horas de juego es el modo que lógicamente menos utilizaremos. Y digo que es una pena porque por encima de los tiros y la espectacularidad del modo multijugador, Call of Duty: Modern Warfare tiene cierto valor metafórico a la hora de hablar del horror de la guerra y de la destrucción que conlleva, y aunque lo hace una manera superflua en la gran mayoría del juego, como he comentado antes denota la sobriedad con la que están madurando sagas como esta.

Contando que la interpretación de los personajes entra dentro de los valores artísticos, me parece pertinente comentar en esta parte el acting de los personajes, el cual y por desgracia para nosotros es bastante irregular. Tenemos interpretaciones bastante buenas como las del propio Capitán Price o Kyle Garrick, pero por desgracia hay algunas o más bien una en especial, y es la de Kate Laswell. Me sabe bastante mal porque no dudo de la capacidad de la actriz de doblaje para hacer un mejor trabajo, pero es evidente que alguna traba ha tenido que tener para hacer un trabajo tan deficiente.
La banda sonora en sí es buena, como la de la mayoría de los Call of Duty, pero en términos generales acompaña al juego y nada más, ni lo hace destacar especialmente, ni es tampoco memorable. Es una pena que todos los apartados del juego no estén tan cuidados, pero por suerte, tampoco es que al juego le haga mucha falta, este Call of Duty es capaz de destacar sobradamente sin necesidad de emocionarnos más de lo que lo hace la propia campaña, por lo que tampoco me parece bien ponerme exquisito con este punto.
La guerra moderna vuelve a empezar
Call of Duty: Modern Warfare es un juego que tiene la clara intención de reiniciar la trilogía y preparar la que viene, y creo que es un acierto. Porque de alguna manera sabe perfectamente ser fiel a sus raíces pero dándole un toque nuevo, de tal manera que si no tuviéramos referencia de ningún juego anterior pasaría por un juego completamente novedoso y con mucha personalidad.
Aún queda por ver todo el contenido que nos espera y no siempre es capaz de brillar como juego, pero este Call of Duty mantiene el tipo muy bien, incluso si lo consideramos más de lo mismo estamos ante más de lo mismo pero bastante mejor. Es lo bueno de una saga que se repite y es que a poco que los desarrolladores estén atentos el juego se pule poco a poco, aunque esto también tiene su lado negativo, y es que si no os gustaba antes Call of Duty, no creo que ahora pueda haceros cambiar de opinión.
En lo personal yo prefiero un shooter más táctico y pausado, que es algo que este juego intenta conseguir pero no alcanza. Aun así y por suerte para todos, pese a esto, no ha perdido su personalidad y esencia. Es el juego que es, y aunque no cumpla muchas de mis expectativas, dentro de su propia esencia es un juego increíblemente notable.
Call of Duty: Modern Warfare
Puntuación Final - 8.5
8.5
Recomendado
El espectacular reinicio de una de la sagas que hizo que Call of Duty sea lo que es hoy.