No hace falta ser un experto en el tema para comprender que desarrollar videojuegos es un trabajo muy duro, aún sabiendo todo lo que hay que saber para ponerse manos a la obra. Es un esfuerzo de concentración casi explosivo similar a una carrera de fondo o una maratón, donde las distancias son bastante lejanas y la consistencia se vuelve un elemento vital para progresar. A pesar de todo, una realidad muy contundente que algunos contemplan con temor es que, en esta era dominada completamente por las redes, una pequeña voz puede convertirse en una bomba de relojería capaz de someter y oponerse a todo un sistema si lo ve necesario. Porque la crítica, en pleno apogeo digital, es un arma incontrolable cuando aquel que la exhibe valora más el odio que la razón.
Desde luego, estos cuatro años han debido de ser agotadores para el equipo de Experiment 101, que ha tomado la responsabilidad de un proyecto muy denso y prometedor y ha combatido contra viento y marea hasta el día de su lanzamiento. Sin entrar en el ya famoso debate sobre los límites de la ambición, he de decir que mi relación con Biomutant es, cuanto menos, curiosa. Acompáñame en esta montaña rusa de emociones mixtas disfrazada de un ambiente postapocalíptico y surrealista.
Una extraña naturaleza
Declarar que la trama es un retrato superficial del fin del mundo en plena confrontación de razas sería quedarse bastante corto, pues uno de los mensajes que el estudio quiere transmitir con mayor fuerza durante la aventura es que, por encima de todo, está en nuestras manos decidir el curso de nuestra propia historia y el destino de toda una civilización, ni más ni menos.
Existe un árbol que, desde sus raíces, mantiene viva la fauna y flora de los alrededores y se encarga de ofrecer estabilidad a una sociedad algo descontrolada habitada por seres antropomórficos; no obstante, con la aparición de unas peligrosas criaturas llamadas devoramundos y las numerosas guerras de facciones que parecen interminables, esta piedra angular podría desaparecer por completo si nada se hace al respecto. Es ahí donde nos toca hacer acto de presencia, donde ejerceremos el papel de ”elegido” y cooperaremos con una tribu para deliberar qué será lo mejor para el futuro teniendo en cuenta los intereses e ideales de cada líder. Dicho de otra manera, seremos un respetado héroe o un despiadado villano dependiendo de las decisiones que tomemos. ¿Realmente una vida inocente tiene algún tipo de valor en una tierra tan inmensa? Es decisión tuya.

Sobre el papel, las estrategias reflexivas que propone la compañía parecen muy complejas e interesantes. Por desgracia, el argumento se ve afectado por una estructura caótica y una narración algo torpe que carga con diálogos que, en momentos puntales, no consiguen aportar la gran cosa a un conjunto que se esfuerza por mostrar ideas, pero que no aprovecha el potencial creativo de las mismas. Además, el cuestionable trabajo de doblaje y su carácter intrusivo no ayuda demasiado a mitigar los errores, lo que es una verdadera lástima.
Lo que sí podemos celebrar con una pizca de seguridad es que estas imperfecciones no son lo suficientemente demoledoras como para desmerecer el poder reflexivo de Biomutant y su indudable carisma, pues algo que no hace nada mal este videojuego es incitarnos a pensar en temas tan amplios y cautivadores como el sentido de la vida o el verdadero significado de la justicia, sin dejar a un lado su humor absurdo y peculiar. Desde luego, personalidad no le falta ni un mínimo.

El Kung-fu como forma de vida
En cuanto a la jugabilidad, la situación es claramente distinta, y los puntos que tendré que comentar son demasiados debido a la considerable cantidad de matices que permanecen dentro de un esquema jugable que, pese a sus limitaciones, es realmente entretenido y frenético a los mandos.
El argumento se ve afectado por una estructura caótica y una narración algo torpe
Estamos ante una especie de shooter y hack and slash que se sostiene por dos pilares fundamentales: el combate cuerpo a cuerpo y el uso de armas a distancia; es decir, las incuestionables artes del wung-fu. Para estas dos destrezas, tendremos a nuestra disposición una selección de armas poderosas, tanto ligeras como pesadas, con las que podremos enfrentar como es debido a enemigos de cualquier clase o nivel. Estas, al igual que la vestimenta, se podrán modificar o mejorar con los objetos y la chatarra que vayamos encontrando por el camino, así que no bajéis la guardia mientras exploráis, ya que la recompensa puede ser de muy buena calidad.
Realmente, esta faceta de personalización no es tan profunda como parece, así que lo más probable es que ya sepáis confeccionar vuestros propios artefactos durante los primeros compases del juego.

Ahora bien, si nos hemos cansado de lanzar machetazos al aire o gastar el cargador de balas en un santiamén, para eso están las mutaciones. En este caso, son habilidades especiales que pueden someter a los rivales de formas muy distintas, desde expulsar fluidos tóxicos hasta generar una onda de choque capaz de aturdir a las amenazas y controlarlas mejor. Sean los psipoderes o la biogenética, ambos tipos se desbloquean consiguiendo biopuntos o psipuntos, materiales valiosos que estarán disponibles en contenedores o santuarios.
Una de las debilidades más notorias del sistema de combate de Biomutant es que, pese a ser divertido, resulta demasiado simple y repetitivo. Es verdad que cada espada, vara o martillo posee sus propios movimientos, pero absolutamente todos los combos son extremadamente sencillos de ejecutar y estaremos casi todo el rato repitiendo las mismas secuencias de golpes una y otra vez. Además, se nota en varios puntos que las animaciones de ataque aún no están del todo pulidas, lo que puede desembocar perfectamente en confusiones o imprecisiones técnicas, esos clásicos momentos en los que un pobre aficionado a los videojuegos exclama a viva voz visiblemente sorprendido frases del estilo: ¿¡Cómo no ha entrado ese golpe!? o ¿¡Acaso he hecho algo mal!?
Las características RPG del título, por otra parte, sin ser ni por asomo tan completas como en otras obras más destacadas y del mismo género, al menos brillan por ser funcionales y accesibles presentando un método estadístico que reúne clásicas ventajas en combate como la vitalidad, la fuerza, la inteligencia, la agilidad, el carisma o la suerte, las cuales podremos mejorar cada vez que subamos de nivel. Un progreso que peca un poco de pasar algo desapercibido a la hora de la verdad, pero que se ve reforzado por las posibilidades que nos brinda el inventario de personalización de armas y objetos.

Ahora es momento de hablar de una de las mayores fortalezas de Biomutant, y es la exploración y el entorno. El alocado mundo que ha construido Experiment 101 para el público es un lugar lleno de secretos y cosas por hacer, lo que significa que investigar cada uno de sus rincones casi siempre será útil y satisfactorio, pues en este mundo abierto esperan premios para los más observadores y pacientes. Si buscas una experiencia a la que dedicarle tiempo, este título puede ofrecerte hasta setenta horas de contenido.
En cambio, en su interior permanecen dos de los aspectos más desaprovechados del juego sin lugar a dudas: los puzles y los enfrentamientos contra los devoramundos. Estos elementos tropiezan en diferentes apartados, pero comparten una cosa en común, que no se les ha prestado la atención necesaria para sobresalir.
Por un lado, los rompecabezas no presentan ningún tipo de reto o entretenimiento, ya que encontrar la solución será pan comido y su distribución es similar de principio a fin. Por otro, los combates contra los jefes finales son toscos de vez en cuando, y no tan dinámicos y espectaculares como el imponente aura que preservan estos monstruos gigantes que atentan contra las raíces del árbol de la vida.
Furry style
Como dije anteriormente, esta es una obra a la que le sobra personalidad, y es fácil demostrarlo hablando de su estilo artístico, que nos ofrece una visión muy particular de lo que sería una distopía de mutantes y peligros biológicos con un tono burlesco casi desenfadado. Fue en gran parte gracias a su originalidad y variedad de diseños de criaturas y escenarios que captó la atención de muchos desde que se presentó por primera vez. Lamentablemente, sus gráficos no están a la altura de lo esperado y lucen con frecuencia extraños debido a unos modelados inacabados que no siempre cargan al cien por cien, un golpe bajo que afecta en cierta medida al resultado final. Contra todo pronóstico, el sello personal del estudio sigue estando ahí y pocos podrán igualarlo.
Lo que sí es digno de admirar es que no me he encontrado con ningún fallo técnico grave por encima de diversas bajadas de rendimiento poco constantes, siendo este un título muy grande llevado por un estudio pequeño.

Conclusiones
Biomutant ha sido, en definitiva, un quiero y no puedo. Las intenciones de los desarrolladores son excepcionales, pero la ejecución no ha sido tan efectiva como me hubiese gustado en términos generales. A pesar de todo, esta entrañable búsqueda por la revolución y la paz mantendrá entretenidos a aquellos que busquen un mundo atractivo para explorar.
Biomutant
Puntuación final - 6.5
6.5
Interesante
Biomutant es un proyecto divertido e interesante cuyo resultado final ha acabado siendo decepcionante por pasarse de ambicioso y querer abarcar mucho más de lo que puede.