Si hay unos juegos que me hicieron adorar el género de las aventuras gráficas clásicas no fueron Grim Fandango, ni Day of the Tentacle: fueron los de Mortadelo y Filemón. El Sulfato Atómico y Dos Vaqueros Chapuceros son dos auténticos juegazos dentro de su género que me descubrieron un mundo de retorcidos rompecabezas con aún más retorcida solución. Después vino el mítico Hollywood Monsters, y a partir de ahí poco a poco fui sumergiéndome en los grandes clásicos. A medida que fueron evolucionando ciertos tipos de juegos y su tecnología, esta vertiente desapareció casi por completo de nuestras máquinas, salvo por pequeños destellos (como el reciente Lone McLonegan), aunque sin un claro relevo generacional.
Durante muchos años, muchos jugadores nos hemos conformado con denominar a Life is Strange y los títulos de Telltale Games «la nueva aventura gráfica»; una evolución mucho más centrada en su narrativa y decisiones que en plantear puzles desafiantes al jugador. Sin embargo, su forma de interactuar con el entorno parece el avance lógico de aquellas aventuras point and click. Un punto intermedio lo encontramos en obras como Blacksad: Under the Skin o los juegos de Sherlock Holmes desarrollados por Frogwares. Sin embargo, no ha sido hasta la llegada de Beyond a Steel Sky que he sentido un auténtico relevo para este género tan abandonado como recordado. Beyond a Steel Sky nos muestra cómo podrían adaptarse otras obras a los tiempos actuales a la vez que mantienen ese espíritu tan particular, ofreciendo una fantástica y nostálgica experiencia a los fans de este tipo de juegos.
Un perro viejo con nuevos trucos
Cabe destacar que Beyond a Steel Sky es una secuela de Beneath a Steel Sky (lanzado en 1994), ambos desarrollados por Revolution Software. Seguramente los recordéis más por la legendaria serie Broken Sword. Cuando me enfrenté al juego desconocía que era una secuela, algo que debo admitir que afectó a mis primeros ratos con el título. Hay una breve introducción de los acontecimientos pasados, pero creo que el juego pasa muy por encima de ello, es una introducción demasiado brusca. Además está plagado de momentos y referencias a su antecesor, por lo que si venís conociendo el material original de antes lo vais a disfrutar por partida doble. Aún así, podéis enfrentaros a él sin miedo, no es necesario haber jugado al primero. Con que sepáis de su existencia, es suficiente para saber cómo encarar sus primeros minutos.
Desde Revolution Software han sido muy inteligentes, y han querido dejar patente el progreso de la industria en su forma de relacionarnos con el escenario para resolver puzles
Manejamos a Robert Foster, un habitante del Gap que se internará en la tecnológicamente avanzada urbe de Union City investigando el secuestro de un niño de su aldea. Esta ciudad fue levantada por un viejo conocido nuestro, por lo que nos sorprenderá ver la distopía en la que se ha convertido. Los amantes de la ciencia ficción futurista están de enhorabuena, pues aquí encontramos una historia interesante, tensa pero con impagables momentos de humor gracias a sus personajes y diálogos. Union City juega con muchos tropos del género, visitando lugares conocidos pero trasteando con muchos conceptos de curiosas maneras. Merece la pena perderse por su lore y sus explicaciones para entender mejor cómo reaccionar a su mundo; plantea dilemas muy interesantes con temas de candente actualidad a través de sus enormes avances tecnológicos.
Su control nos recordará mucho a las anteriormente mencionados Life is Strange y similares: entornos tridimensionales llenos de objetos con los que interactuar para obtener información y personas con las que hablar para desentrañar los problemas que harán que la trama avance. Si bien las conversaciones tendrán importancia, nuestras decisiones no importarán tanto, ya que la narrativa se rinde aquí a su jugabilidad basada en puzles con el entorno. Podremos utilizar objetos, pero sobre todo observando aquello que nos rodea y prestando atención a las conversaciones, podremos resolver los dilemas que se nos presenten.
Sin embargo, desde Revolution Software han sido muy inteligentes, y han querido dejar patente el progreso de la industria en su forma de relacionarnos con el escenario para resolver puzles. Habrá muchos problemas que podamos atajar de formas más tradicionales, pero muchos otros se resolverán hackeando las máquinas que encontramos en Union City. Mediante un pequeño aparato podemos acceder a las programaciones de las máquinas que nos rodean, ya sean robots o simples estaciones expendedoras. Jugando con sus comandos e intercambiándolos entre sí, podemos desencadenar resultados tan útiles como fascinantes, recordándome en ocasiones la experiencia (salvando las distancias) a lo visto en Baba is You.
Sin llegar a los niveles de locura de los títulos de LucasArts, Beyond a Steel Sky puede plantearnos acertijos bastante desafiantes e intrincados… algo para lo que Revolution Software también han buscado solución. En el menú de pausa se ha incluido una pestaña de sugerencias, donde se nos irán desbloqueando pistas a medida que las vayamos solicitando, siendo siempre totalmente opcional. Una solución de accesibilidad elegante que sin duda acercará esta jugabilidad tan especial a un público más amplio.
El juego, dentro de su esquema, es muy variado en cuanto a las situaciones que enfrentamos; tan pronto estaremos accediendo a un complejo, como distrayendo a un robot centinela, así como evitando diversas catástrofes. Sin salirse demasiado de lo que se espera de una aventura de estas características, sí que sabe mantener su jugabilidad en diferentes tipos de situaciones de forma coherente, dando un conjunto con mucho ritmo.
En cuanto al apartado técnico, encontramos unos gráficos con una estética de cómic que, a pesar de estar muy conseguidos, me han producido sensaciones encontradas. Su mundo puede dar imágenes muy potentes y sus diseños son una maravilla, pero personalmente este estilo no me gusta en exceso; aún así, considero que le sienta estupendamente al juego y tiene un enorme trabajo detrás.

Durante las aproximadamente ocho horas de juego que ha durado mi viaje he encontrado algunos bugs de importancia menor, pero nada que afecte a la experiencia de forma significativa. En cuanto al audio, Beyond a Steel Sky cuenta con un doblaje al inglés desigual, con voces muy bien integradas y otras que suenan bastante extrañas. Lo que sí que resulta intachable es la gran calidad de su banda sonora.
Por supuesto, el juego viene con subtítulos en castellano y una buena labor de traducción. Además, los amantes de las ediciones físicas están de enhorabuena, ya que Beyond a Steel Sky cuenta con dos ediciones físicas muy completas gracias a Meridiem.
Conclusiones
Beyond a Steel Sky es un estupendo sucesor de un género que parecía atascado entre el olvido y una evolución carente de su esencia. Sus puzles son originales y satisfactorios, su mundo es interesante y atractivo y, en conjunto, es una experiencia tremendamente divertida. La mayor pega que le encuentro tiene que ver con su duración; si se hubiera hecho mayor hincapié en un sistema de decisiones integrado en toda su estructura, aunque hubiera sido con poca o nula repercusión (pero cambiando ciertos diálogos), hubiera favorecido su rejugabilidad. Sin embargo, estamos ante un producto que no ofrece muchas razones para su segunda vuelta.
Aún así, Beyond a Steel Sky marca el camino de lo que tendría que ser la resurrección de la aventura clásica antigua, adaptada a los tiempos actuales, siendo un juego muy recomendable para los amantes de este tipo de obras.
Beyond a Steel Sky
Puntuación Final - 8
8
Recomendado
Beyond a Steel Sky es un estupendo sucesor de un género que parecía atascado entre el olvido y una evolución carente de su esencia. Sus puzles son originales y satisfactorios, su mundo es interesante y atractivo y, en conjunto, es una experiencia tremendamente divertida.