Tengo una relación un tanto extraña con los metroidvania. Por eso cuando me llegó la oportunidad de analizar Astronite dudé un poco. Pero aunque tengo cierto recelo al género debido a que algunos de sus títulos más sonados nunca han llegado a hacerme click (como Hollow Knight), con otras experiencias como Metroid Dread me lo he llegado a pasar muy bien. Últimamente estoy intentando introducirme otra vez en los metroidvania, y un juego con una estética simple y unos controles sencillos como Astronite parecía ser el sujeto perfecto.
Un planeta en 1-bit
Lo que más llama la atención de Astronite es su peculiar estilo en un mercado lleno de juegos con estilos artísticos muy complejo. Hollow Knight, Ori o los nacionales Aeterna Noctis y Blasphemous son solo algunos de los ejemplos. Astronite también usa esto, pero con una deconstrucción que lleva a un estilo 1-bit. Esto significa que solo se usan dos colores: blanco y negro.
La implicación de esta paleta de colores (o ausencia de la misma) significa que todos los elementos, incluyendo enemigos, tienen que estar bien diferenciados del fondo o los elementos del margen de la pantalla (paredes, techo y suelo). Algo que Astronite cuida bastante bien, pudiendo ver diferencias durante casi toda la partida qué elementos son peligrosos, cuáles son elementos interactuables, y cuáles son solo de fondo o decorativos con unos recursos tan limitados.
Obviamente este estilo apela a un público al que le guste la estética más retro de la industria. Es por ello que también podemos aplicar un filtro a la pantalla para emular la típica pantalla de tubo que se ha convertido en un referente de la historia del videojuego.

Controles sencillos y limitados
Esta apelación a lo clásico también se ve dentro de los controles de Astronite. Todo es muy simple, necesitando solo de siete teclas: Cuatro para moverse, uno para saltar, otro para disparar y un último para realizar un dash. Estas son nuestras herramientas a la hora de hacer frente a los enemigos, jefes y obstáculos que encontremos en nuestro camino.
Obviamente, como en todo metroidvania, no obtendremos todas estas opciones de movilidad desde el principio. De hecho, durante los primeros minutos, hasta enfrentarnos al primer jefe, ni siquiera tendremos un arma con la que defendernos. Así, Astronite introduce poco a poco sus herramientas para que el jugador se haga a ellas y las domine antes de pasar a la siguiente. Algo que no es novedoso, pero que no es necesario arreglar si ya funciona.
La experiencia del juego se divide principalmente en dos apartados: Las plataformas y los jefes
Las plataformas son lo que nos hará llegar de una herramienta nueva a otra. Deberemos sortear obstáculos y realizar saltos precisos. Astronite está bastante enfocado al plataformeo, pero usando una gran cantidad de enemigos para poner a prueba los reflejos y planificación del jugador. Aunque esto también conlleva a que, en ocasiones, la IA del enemigo cambia su comportamiento de un intento a otro y provoca una inconsistencia que puede llegar a ser frustrante.

Los jefes, por su lado, abandonan todo sentido de las plataformas. Casi todas estas peleas serán en escenarios planos, donde deberemos esquivar los ataques del enemigo mientras no dejamos de atacarle en cualquier momento. Aún así, estas peleas resultan bastante desafiantes y muy entretenidas. Cada jefe tiene sus propias peculiaridades, y tanto sus rutinas como comportamientos son bastante más consistente que las de los enemigos que encontramos.
¿Quiere Astronite que explores?
Pero un metroidvania no es un metroidvania si no contiene una cantidad muy alta de exploración. Astronite también contiene una numerosa cantidad de secretos y mejoras ocultas que podemos obtener, pero a veces sus mecánicas no ayudan a que quieras hacerlo.
En este caso, la moneda que obtenemos se consigue de enemigos y de forma muy limitada, así que la manera eficiente de obtenerla es de cofres o derrotando jefes. El problema es que los objetos de la tienda son caros, así que tendremos que ahorrar. Bastante. Además, quieres explorar lo máximo posible para encontrar cofres ocultos que contengan la mayor cantidad de dinero posible.
Este choque antisinérgico proviene de una mecánica con la que ya estamos bastante familiarizados: Dejar tus ganancias en el suelo al morir. Esta tradición arrastrada de los Souls a veces hace más daño que bien. Ya que necesitamos aguantar nuestro dinero durante bastante tiempo, Astronite parece decirte que es mejor ir por el camino obvio y seguro antes que intentar explorar una ruta que parece más peligrosa a simple vista.

Todo esto conlleva a mucha frustración cuando perdemos el dinero que hemos obtenido al derrotar a un jefe o abrir un cofre, ya que son recompensas únicas que no se repiten. Algo que se siente más como un castigo sin más, antes que una mecánica de riesgo-recompensa.
Conclusiones
En definitiva, Astronite es un metroidvania sólido. Hay que recordar que nos encontramos ante el juego creado por solo una persona, con un nivel de pulido bastante elevado. Si bien es cierto que algunas de sus mecánicas parecen hacerse daño, son solo molestias en una experiencia mayormente agradable. Su duración, de aproximadamente seis horas, lo convierte en una experiencia corta pero que no se siente alargada de forma innecesaria en ningún momento.
Eso sí, no recomendaría Astronite a alguien que no este experimentado en el género y busque algo que te castiga si no juegas bien. Para gente amante del género lo veo una buena opción, con algo de desafío y un diseño mucho más simple de lo que estamos aconstumbrados en el mercado, pero si lo que buscas es un juego de entrada, seguramente encuentres mejores alternativas en otro lugar.
Astronite
Puntuación Final - 6.5
6.5
Interesante
Aunque con una dificultad algo elevada y frustrante, Astronite es un metroidvania sólido que gustará a los experimentados del género