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Astrea: Six-Sided Oracles – Análisis PC

Un roguelite de... ¿Dice-deck-building?

A menudo el papel del crítico/analista de videojuegos se torna interesantemente difícil, y no porque haya que adaptarse a una codiciosa maquinaria de producción cultural o por los salarios poco dignos, sino porque es muy fácil caer fuera de tu zona de confort al aproximarse a un nuevo lanzamiento, ya que siempre habrá géneros que escapen a nuestro horizonte de expectativas.

En mi caso es el deck-building lo que se me escapa; aunque ha venido creciendo desde hace algunos años hacia acá y ha sentado escuela con clásicos como Slay The Spire o Inscryption, nunca he tenido la oportunidad de pensar seriamente esa mecánica tan versátil, y sobre todo divertida, que ofrece el deck-building. Por eso hoy, después de investigar un poco y partirme la cabeza tratando de analizar algo de lo que no tenía sino una vaga idea, puedo presentarles el análisis de Astrea: Six-Sided Oracles, un título tan interesante en su propuesta y realización que desde el primer párrafo puedo asegurar su calidad de “juegarraco que no veas si está bueno”.

Rápido y conciso, en algún sector del cosmos se encuentra Astrea, una poderosa estrella que bendice con su luz y guía a seis planetas que la orbitan. En un pasado remoto los habitantes de cada planeta le rindieron culto a dicha estrella y ésta en compensación bendijo a un miembro de cada civilización con una reliquia poseedora del conocimiento que permitió el desarrollo de la astromancia y el avance civilizatorio en cada planeta. Cada poseedor de esta reliquia, llamado Astrarium, sería conocido como un Oráculo de seis caras y dedicaría sus esfuerzos a la prosperidad de su respectivo mundo y civilización.

Eventualmente una anomalía surgió en el corazón de Astrea, y tras una tragedia en uno de los mundos, los Oráculos comenzaron a desaparecer y el sistema planetario se vio asediado por un cataclismo capaz de corromper a sus habitantes. Ahora que dicho cataclismo de corrupción amenaza con el fin de los demás planetas, los Astrarium han vuelto a llamar una nueva generación de Oráculos con el fin de detener la anomalía de Astrea de una vez por todas, viajando al planeta devastado en busca de la victoria definitiva.

Astrea: Six-Sided Oracles

La separación entre narración y gameplay es un tema único a cada título, funcionando de forma distinta según el género del videojuego o las intenciones de sus creadores, por lo que es difícil hacer juicios objetivos al respecto. Ahora, el caso de Astrea: Six-Sided Oracles es interesante porque el gameplay es perpetuo, en todo momento nos encontramos tomando decisiones importantes para nuestra partida, pero todo ese gameplay se ve contextualizado dentro de la base narrativa que comenté anteriormente de manera más o menos orgánica, aunque bien lograda: cada una de nuestras partidas es el intento de un Oráculo para llegar al corazón de Astrea y erradicar la anomalía que causa la corrupción, cada batalla es un nuevo peligro encontrado durante dicha peregrinación, cada ventaja que obtenemos es una bendición de Astrea o algún artefacto que encontramos durante nuestro camino.

Aunque no sea la forma más orgánica de hacerlo, porque son correspondencias entre narración y juego bastante obvias, reconozco la ingeniosa labor del equipo desarrollador para hilar los elementos jugables y narrativos de manera cohesiva, dado que en ningún momento se generan contradicciones a raíz de dichas correspondencias.

Conforme han pasado los años, los equipos desarrolladores de todo el mundo han comenzado a explorar nuevos horizontes de posibilidades artísticas y técnicas, de lo que han surgido auténticas proezas tanto en concepto como ejecución. Algunos casos dignos de mención son Cuphead, que toma referencias de las caricaturas producidas por compañías como Walt Disney Productions o Fleischer Studios (entre otras) durante la primera mitad del siglo XX para crear un surreal sentimiento de nostalgia y hasta cierto punto oscuro; o el más reciente proyecto de Deconstructeam, The Cosmic Wheel Sisterhood, que abandona las convenciones estéticas del esoterismo tradicional y se moderniza en pro de adoptar sensibilidades similares a los de la Wicca.

Puesto ese precedente sobre la mesa, sólo puedo decir que si Astrea: Six-Sided Oracles tenía intenciones concretas con su dirección artística, a mi parecer las ha logrado con creces, pues el apartado visual del juego derrama consistencia, coherencia y personalidad en cada detalle observable. El uso de petroglifos para narrar la historia al abrir el juego (mencionada más arriba en el análisis) y la consistencia en el diseño de los personajes, la tecnología, los enemigos, centinelas y escenarios crean una integridad bastante particular, que transmite la sensación de que los enemigos son la deformación corrupta de seres atormentados, de que tratamos con tecnología antigua e influida por la magia de la estrella Astrea y que los Oráculos son cada uno el elegido de su pueblo. Hay consistencia y peso en los diseños de cada constelación, de cada representación en piedra de amenazas mayores y de la influencia que tiene Astrea en el mundo que se está narrando.

Astrea: Six-Sided Oracles ss1

Si bien la música del juego construye una experiencia que fácilmente puedo asociar a lo arcano, lo mágico y lo esotérico, siento que la elección de instrumentos no termina de ajustarse a las necesidades narrativas del título. La música suena tan “mágica” y “astral” como la puedo llegar a percibir sin tener conocimientos teóricos sobre música, pero haberse limitado a una instrumentación tradicional académica no me hace sino pensar en esas sesiones de orquestas que organizan los estudios para interpretar OSTs en un conservatorio.

Es una banda sonora con bastante peso, está a la altura del resto de la experiencia en términos técnicos y no tiene nada que envidiarle a superproducciones grabadas con orquesta en vivo, pero esa elección concreta de instrumentos no encaja con los motivos poéticos que busca transmite el resto de la experiencia. Habría agradecido algo más de experimentación para lograr la ambientación particular de Astrea: Six-Sided Oracles, pero por desgracia se queda en terreno seguro y no se atreve a ir más allá.

Dependiendo de a quién le preguntes, la robustez que presenta una mecánica como el dice-deck-building puede llegar a ser tan abrumadora como genial. Yo tuve la suerte de estar en el medio de ese espectro y pude reconocer algunas de sus fortalezas e innovaciones, así como los tropiezos que podría experimentar cualquier jugador. Ahora, si en un título convencional de este género dispones de cinco cartas en tu mano, son cinco oportunidades que tienes para hacer daño, curarte, infligir control de masas o cualquier otro efecto, pero en Astrea: Six-Sided Oracles cada dado encapsula seis posibles resultados (uno por cada cara) por lo que una mano de cinco dados representa en realidad 7.776 combinaciones únicas posibles; esto, sumado a la variedad de efectos y tipos de dados, da como resultado una variedad casi infinita de posibilidades, tanto de salir victorioso como de perder tras una tirada con mala suerte. No todos los dados son benéficos y muchas veces habrá que elegir si hacernos daño a nosotros mismos o curar al enemigo con nuestra tirada.

Astrea: Six-Sided Oracles ss2

Algo que me incomoda un poco, y lo atribuyo a mi falta de experiencia con este género en particular, es lo poco intuitivo que resultan algunos personajes a la hora de proyectar sus builds más viables, pues cada Oráculo nos presenta un estilo de juego único. La descripción en la pantalla de selección da algunas pistas y algunos personajes son más intuitivos de usar que otros, pero sólo se puede tener una idea de lo que se está jugando hasta que se prueba sobre la marcha.

Es común decir de un título de deck-building que tiene un piso de entrada bajo y un techo de habilidad alto, el “Fácil de entender, difícil de dominar” de toda la vida, pero en Astrea: Six-Sided Oracles es particularmente evidente por la cantidad de sistemas y factores a tener en cuenta de manera simultánea en todo momento, en cada batalla, en cada turno y en cada tirada. No sólo se trata de que un dado tiene seis posibles resultados, sino que hay docenas de efectos, estados, buffs, debuffs y condicionantes para construir nuestra bolsa de dados, así como distintas categorías de dados dependiendo del riesgo-recompensa que representa lanzarlos, dados legendarios con efectos devastadores e incluso dados trampa diseñados para estorbar en nuestra bolsa y dificultar el combate. Las sinergias y posibilidades de combinar habilidades para hacer tu propia build son más que variados y divertidos de descubrir, en más de una ocasión me di cuenta de que sólo el orden de mis tiradas podría ser la diferencia entre una victoria y la derrota, cosa que resulta más que fascinante por la exigencia implícita que requiere el juego.

Astrea: Six-Sided Oracles ss3

Si me concentro tanto en las mecánicas de dados es porque son el centro de la experiencia, un sistema robusto y bastante más complejo de lo que esperaba, pero eso no significa que vaya a dejar de lado las otras caras que ofrece el juego.

Por un lado, los centinelas pueden ser tanto la base de tu composición como un elemento prescindible según el Oráculo y el mazo de dados que estemos construyendo, la posibilidad de mejorarlos y mejorar sus dados los hacen más que viables tanto para builds concretas como para que hagan daño adicional; por otro lado, las bendiciones son bonificaciones pasivas que iremos obteniendo a medida que avancemos en la partida, estas se dividen en Bendiciones estelares y Bendiciones de agujero negro, siendo las primeras más débiles pero sin consecuencias y las segundas mucho más útiles pero con efectos adversos. De nuevo, es posible hacer que sean la base de nuestra composición o utilizarlas como complementos menores de nuestra estrategia, pero al igual que los centinelas siempre es bueno tenerlas en cuenta y saber que pueden ser un as bajo la manga.

Analizar Astrea: Six-Sided Oracles fue una experiencia amena y desafiante al mismo tiempo, la verdad es que antes de este título no me habría imaginado haciendo cálculos en tiempo real al considerar todos los efectos, probabilidades y posibilidades envueltos en una sola tirada de dados, pero así fue y disfruté mucho haciéndolo. Aparte de minucias técnicas sin importancia no encuentro razones para hablar mal sobre el rendimiento del juego, y con gusto volvería a él una vez tenga algo de tiempo libre, porque si hay algo que debo reconocer es el auténtico pozo de horas que puede llegar a ser este videojuego.

Astrea: Six-Sided Oracles

4 - 8.5

8.5

Recomendado

Un giro mecánico más que interesante respecto al deck-building roguelite, con un sistema de juego redondo, un nivel de desafío considerable y una identidad visual única e impactante.

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José Cadena

Fanático de la ciencia ficción y los videojuegos desde que tengo memoria. (Casi) Profesional en estudios literarios, hipnotizado por las propuestas que innovan, experimentan y rompen con los límites del videojuego.
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