En 1916 John Taliaferro Thompson funda Auto-Ordnance Corporation. ¿Su objetivo? Desarrollar lo que él mismo llamaría la “ametralladora personal” o “portátil”. Su aventura concluye en 1921, cuando el primer subfusil Thompson empieza a ser producido en serie. Un arma que acabará convertida en un icono evocador de relatos protagonizados por mafiosos americanos a principios del siglo pasado. Esta máquina de matar es parte de la esencia de esos relatos, y esa esencia es lo que perseguía capturar Illusion Softworks con su videojuego Mafia. La desarrolladora Checa perseguía plantarle cara a un fenómeno que por aquel entonces ya estaba arrasando en ventas, la saga Grand Theft Auto.
En el camino, el equipo liderado por Petr Vovhozka y Daniel Vávra apostó por un tono más serio y menos gamberro. Así, su título contaba con una fuerte carga narrativa, unos diálogos bien escritos y unas reglas rígidas en cuanto a qué podíamos hacer en aquella ciudad conocida como Lost Heaven. Pero por encima de todo, el estudio miraba directamente a lo establecido por el cine en este subgénero. Ahora, todos aquellos que no pudieron disfrutar del título original, gozan de una nueva oportunidad gracias al lanzamiento de Mafia Definitive Edition, una acertada actualización llevada a cabo por Hangar 13.

El taxista de Lost heaven
Thommas Angelo, más conocido como Tommy, es el protagonista de esta historia. Y junto a él viviremos su acenso en el organigrama criminal de una ciudad, de nombre ficticio, que resulta ser en una curiosa mezcla de Nueva York, San Francisco y Chicago. Comenzaremos como taxistas, y tras un afortunado (o desafortunado, habría que preguntarle al propio Tommy) encuentro con unos gánsters que deciden hacer uso de nuestro servicios, dará comienzo nuestra relación con la banda de Don Salieri, uno de los dos capos que dominan la ciudad.
El tratamiento de Tommy es ejemplar, pero eso sí, debemos tener en cuenta que realmente, estamos ante un videojuego de 2002 (aunque no lo parezca). ¿Qué quiero decir con esto? Pues que nos encontraremos ante una historia de mafiosos de manual, con un camino que podemos llegar a imaginar mientras jugamos y con todos los clichés habidos y por haber. No es algo negativo, simplemente es algo que debemos tener en cuenta. Han pasado 18 años desde su estreno, la escritura en el videojuego ha evolucionado mucho, y si nos adentramos en Mafia no debemos hacerlo esperando sorpresas, porque no las hay.
Lo que sí hay es un cariño casi reverencial por la mitología de la época, por el detalle en su ambientación y por el motor central de su trama. Mafia se esforzó, y por lo tanto se esfuerza, en dejar claro que Tommy no es una buena persona, no es un individuo pulcro que ha sido arrastrado al crimen por las circunstancias. Es un trabajador que está hasta las narices de la vida, y que encuentra la oportunidad de hacer dinero fácil, y al fin y al cabo, eso es de lo que trata todo esto, de negocios. Como consecuencia, nos encontramos con unos personajes bien dibujados, que aunque no deslumbran, aguatan el tipo casi dos décadas después. Pero eso sí, enclaustrados en un hilo conductor conocido por todos. Teniendo esto presente, podríamos decir decir que a Mafia se viene a disfrutar del lugar y del trayecto, a conducir con la cámara interna y el cambio de marchas en modo manual (mi filia personal), y a imbuirnos de los acontecimientos históricos que sirven para emplazar su ficción.

Chapa y pintura de calidad
El gusto por el detalle es exquisito. El trabajo de Hangar 13 en el apartado gráfico resulta digno de mención (aún teniendo en cuenta que la versión base de PlayStation 4 debe ser una de las que han salido peor paradas). Al título se le ve el esqueleto en algunos aspectos (como el diseño de su mapa), pero la base es buena, y resiste. La ciudad luce digna, los vehículos son una carta de amor a los años 30, y los rostros de los personajes aguantan sin problemas los primeros planos. Una buena labor de adaptación, que haciendo uso del motor de Mafia 3, actualiza al primogénito de la saga en lo estético y en lo jugable. Ahora bien, en este proceso no todo ha terminado saliendo como debería, pues nos topamos con animaciones capaces de lo mejor y de lo peor, con una notable cantidad de bugs (comportamientos erráticos de los viandantes, superposición de polígonos, aparición de elementos) y con una mezcla de audio irregular.

Pero si hay algo que sorprende en Mafia Definitive Edition, es su capacidad para hacer aquello de “cambiarlo todo para que nada cambie”. Como hemos comentado antes, el título hace uso del motor gráfico empleado en la tercera entrega de la saga. Esto supone la traslación casi directa de varias de las mecánicas presentes en Mafia 3. Lo que viene a resultar en la inclusión de motocicletas, el añadido de un nuevo sistema de coberturas, la actualización de alguna de sus misiones, cambios significativos en su gunplay, etc. La inclusión de todas estos elementos (que no traicionan la esencia del original) resulta necesaria, pero también algo dispar. Y es que la respuesta de los inputs en ocasiones puede dar algún que otro problema, el sistema de sigilo es demasiado inocente y su esquema de misiones, heredado del original, hace que en determinados momentos recordemos que estamos ante la actualización de un título que cuenta con 18 primaveras a sus espaldas.

No es perfecto, pero sí un modelo a seguir
Ahora bien, si no perdemos la perspectiva y somos capaces de pasar por alto esos tics de diseño propios de su época, también veremos virtudes en su herencia. Gracias a lo simple de su planteamiento, nos encontramos ante un mundo abierto muy directo, que no se enreda en hacernos perder el tiempo con misiones superfluas que únicamente persiguen engordar el contador de horas. Algo también atribuible a la acción, que cuenta con un gunplay que no es excelente, pero si notable y suficiente para hacernos disfrutar, al instante, con cada uno de sus tiroteos. Olvidaos de árboles de habilidades, de sistemas de desbloque de armamento o de requisitos de equipo. Aquí venimos a hacerle el trabajo sucio a Don Salieri, a sentarnos con él para escuchar qué es lo que necesita de nosotros y partir de inmediato a cumplir su voluntad.

Si hay algo que sorprende en Mafia Definitive Edition, es su capacidad para hacer aquello de “cambiarlo todo para que nada cambie”
Mafia Definitive Edition navega entre el remake y el remaster. Su esqueleto ha sido rehecho desde cero, pero conserva su espíritu por completo. Frente a propuestas como las efectuadas por SquareEnix, acostumbrados a revendernos juegos en los que apenas se ha invertido trabajo, a precios que rozan lo escandaloso, esta nueva iteración de Hangar 13 supone una de las actualizaciones más honestas que he encontrado en los últimos años (y además a precio reducido). No es un videojuego que aspire a redefinir nada (a día de hoy), no persigue la excelencia, ni tampoco viene a plantarle cara (de nuevo) a los grandes del género. Pero sí supone un buen punto de partida para revitalizar una saga que no pasaba por sus mejores momentos. Es directo y divertido, hará las delicias de los aficionados a su mitología, y mantiene el tipo gracias a un trabajo fino, lleno de ajustes que no llaman la atención y que hacen que parezca que nada ha cambiado, para que todo lo haga. Puede que el juego, al igual que el legendario subfusil Thompson, se nos atasque en algún momento, pero sin duda, tal y como pasa con la famosa ametralladora, con Mafia Definitive Edition la saga continúa siendo un icono del género.
Mafia Definitive Edition
Puntuación Final - 7.5
7.5
Recomendado
Un remake ejemplar que se las apaña para actualizar una fórmula, que ha evolucionado mucho, realizando los ajustes necesarios. Revitaliza la saga y conserva la esencia del original, con elementos que hoy en día se sienten superados y otros que, por el contrario, se agradecen. Un videojuego, directo y honesto, que hará las delicias de los fans de la franquicia y ayudará a que más gente se acerque a la saga.