A la hora de representar el Japón feudal, tenemos multitud de medios (desde novelas clásicas hasta películas y cómics) que han escogido cierto periodo de la historia de esta relativamente pequeña isla. A mediados del siglo XIX hay un punto de gran inflexión en la historia nipona, y Kittengumi: el Ladrón de la Sakabato se une a lista de obras que han dado representación, esta vez con un toque furro y caricaturesco a varias figuras históricas de por entonces.
Los personajes de este videojuego de Guarida Games y Gammera Nest se basan basan en una antigua fuerza policial encargada de defender la soberanía del shogunato, una forma de gobierno a lo terrateniente, hasta que la estructura sociopolítica del país dio un vuelco, pasando del periodo Edo al periodo Meiji. Este grupo es el Shinsengumi, varios samuráis a las órdenes del shogun que se fundó en 1863 y se disolvió solo seis años después, en plena Restauración Meiji cuando el último shogun murió.
Teniendo en cuenta estas décadas de transición, es normal que tantos autores hayan querido reflejarlo de alguna manera. El acercamiento de Kittengumi: el Ladrón de la Sakabato bebe mucho del manga shonen, en donde grupos de jóvenes guerreros deben superar muchos obstáculos y salir victoriosos. Tiene su buena dosis de tropos y otro poco más, pero creo que en parte ahí radica el encanto de este título. ¿Vamos ya al lío? Pues venga.
10 rutas, unas felices, otras no tanto
Ante nosotros se nos presenta una novela visual que nos lleva a una Japón alternativa, llamada aquí Gapon, durante la época Edo, llamada aquí Nyedo. Como podéis ver, los juegos de palabras felinos están a la orden del día y no hemos hecho más que empezar. El protagonista es Ryuudama, un joven y habilidoso samurái del Kittengumi, que junto a su fiel amigo Kumaneko debe averiguar quién ha robado la Sakabato. Así abre la historia, con un misterio que debemos resolver mientras interactuamos con otros miembros del Kittengumi y decidimos el siguiente paso que tomar.
La gracia de Kittengumi viene en que hay 10 finales diferentes que sacar, si bien solo uno de ellos es el canon, el que tener en cuenta para futuras secuelas (ya hablaremos de esto). Todo dependerá de ciertas elecciones que tomemos es puntos claves que la historia se ramifica en diferentes escenas, conduciendo a distintas rutas y finales. Y aunque es cierto que en la teoría lo es, el resultado de ciertos finales es, en esencia, casi el mismo con pocas variaciones. Por desgracia, algo similar pasa con las escenas, que tiene un buen puñado con son casi clónicas y eso me lleva al mayor problema del juego: la navegación.
Igual como lo mencioné de pasada antes lo estoy quitando mérito, pero flipa con el árbol de decisiones de Kittengumi. Es mucho más complicado de lo que pueda parecer el hacer varias rutas para una historia con 10 finales. Considero que los pasos que te llevan a una escena u otra están muy bien pensado, es decir, lo que sería la consecuencia de la elección tomada. Sin embargo, lo que son las escenas resultantes en sí no tanto. Al tener tantas escenas similares, resulta algo caótico seguir las líneas si quieres sacarte todos los finales.
El origen de la decimoprimera división de Kittengumi
Tiene sus momentos tensos y hasta tiernos, pero no siempre dan en el clavo
Kittengumi: el Ladrón de la Sakabato, aunque tenga como eje central resolver un misterio, se centra más en el humor y la acción juvenil, bañados en temas como la amistad, el ingenio y la lealtad.
Además de los dos protagonistas, conoceremos a más personajes importantes alrededor de la trama, desde compañeros del Kittengumi hasta el culpable del robo. Parte de la gracia de este título viene de conocer y ver cómo interactúan todo el mundo, y puedo decir que Kittengumi: el Ladrón de la Sakabato guarda muchos de los más conocidos tropos de tu shōnen nekketsu (sangre caliente) favorito. Además de bromas de gatos, tiene muchas referencias curiosas a Samurai X, Demon Slayer, una específica de Dragon Ball Super, y sobre todo de ONE PIECE, de donde cogen nombres e incluso directamente ataques especiales sin tapujos.
Podía escuchar ecos de la risa del escritor redactando según qué momento específico. No sé cómo definirlo mejor, pero la historia tiene un aire a fanfic, o como un rol sacado sobre la marcha sin más pretensiones que divertirse entre amigos. Se nota mucho la pasión vertida, pero los diálogos en sí están un poco verdes. Hay intercambios de palabras que no aportan nada y se podían cortar, o que el gag de que a Kumaneko le gusta el bambú se estira demasiado para lo breve que es el título. Depende de lo rápido que leas, sacarte el primer final puede llevarte entre treinta minutos y una hora, y ya a partir de ahí pueden ser otras tres horas más para los otros nueve restantes. Es justo por eso que la repetición o los diálogos vacíos le pesa mucho más que a otras novelas visuales de mayor duración.
Más detalles
Puede que Kittengumi: el Ladrón de la Sakabato sea una novela visual más bien al uso, pero más allá de su contenido, su envoltura también tiene unos detalles de lo más interesantes. Algo que me llamó la atención, a pesar de ser una producción humilde (por mucho que tenga respaldo de Gammera Nest), cuenta con 13 idiomas si contamos por separado el chino simplificado y el tradicional.
Creo que lo que más disfruté del juego fue de las intervenciones de su narrador (omni)presente, aunque no omnisciente, que sirve para resumir escenas y dar toques de humor; Su existencia en sí misma me parece una incógnita incluso mayor que el ladrón de la Sakabato. Nunca te esperas cuándo o cómo va a interactuar con los personajes, haciendo un vínculo curioso entre personaje y jugador al romper la cuarta pared en un par de ocasiones. Puede parecer tonto, pero le da un tono especial a Kittengumi.
Un tono desenfadado en general, ¡pero ay, cómo llegues a un final malo!
Por otra parte, mucho me temo que hay otros tantos detalles que, por sí solos, no son nada del otro mundo, pero se van acumulando conforme más juegas: Algunas faltas gramaticales y de puntuación, sprites que no cambian de expresión o de posición cuando toca, el hecho de no tener un historial de conversación o saltar escenas leídas para ver solo las nuevas… Desde el menú se puede configurar un autoavance bastante rápido, pero ya hay que configurarlo de antemano, porque la función viene capada por defecto. Son funciones que suelo ver en novelas visuales más grandes, es cierto, pero al implementarse regular, o directamente no implementarse, lastra una experiencia que podría ser más divertida incluso. Puede que tan solo sea yo que esté demasiado acomodado.
Conclusiones
Este título nacido de un pequeño equipo español que viene de PS Talents tiene aventura, tiene humor, tiene acción y tiene drama. No puedo evitar sentir que han vertido pasión en él solo, dando peso a la interacción de personajes frente a otras formas de narrativa que tiene la novela visual. Se nota que es un equipo aún novato, con los pies firmes en la tierra, entendiendo hasta donde pueden abarcar, pero también con deseos de seguir; es más, la intención es que el Ladrón de la Sakabato sea la primera entrega de toda una saga de novelas visuales alrededor de estos personajes, cambiando quizás el foco de protagonismo.

Guarida Games está compuesto en esencia por tres personas: Leonardo Gualda (productor y escritor), Joan Tuset (programador y tester) y RAN (arte e ilustración). Odio decir esto, sobre todo porque nunca he experimentado desde dentro cómo es desarrollar tu primer videojuego, pero creo que los tres necesitan más trabajo para mejorar en sus respectivos puestos. Por supuesto, es algo que les vendrá con la experiencia, pero si me atengo solo a Kittengumi: el Ladrón de la Sakabato, necesita más pulido en todos sus frentes. Una cosa no quita la otra: es una historia sencilla y directa, pero no por ello menos entretenida.
Yo al menos creo que su primer paso en la industria videojueguil no ha estado mal. Es un videojuego con sus defectos, pero también sus virtudes, y a quien quiera que le guste el estilo shōnen va a pasar un rato entretenido con la futura decimoprimera división del Kittengumi por solo 9,99 €.
Kittengumi: el Ladrón de la Sakabato
Puntuación Final - 5.5
5.5
Correcto
Una historia sencilla y directa, pero no por ello menos entretenida. Se inspira mucho en los tropos del manga shōnen, dándole un aire que muchos fans del género se esperarán ver, pero la falta de pulido en varios aspectos repercute demasiado en la experiencia.