En tiempos como en los que estamos ahora, reírse y disfrutar es algo que debemos atesorar con fuerza. Hoy venimos a hablaros de Alpaca Ball: Allstars, una disparatada idea creada por el estudio australiano Salt Castle Studio y distribuido por BadLand Publishing. Un juego donde alpacas muy blanditas y que sufran seguramente un terrible tortícolis en sus alargados cuellos, juegan al fútbol, ¿qué puede salir mal con semejante mezcla? Francamente poca cosa. Después de Rocket League ya se nos hacía difícil pensar en otra idea más loca que la de coches jugando al fútbol, pues una vez más nos demuestran que la creatividad no tiene límites. Si estáis cansados de las sagas de siempre del deporte rey por excelencia, quedaros por aquí que os puede interesar esta idea poco usual pero muy divertida.
El ritmo lo pongo yo
Si os pesabais que este juego no iba a tener un «modo historia» estáis muy equivocados, amigos/as. Contamos con un modo trayectoria, donde conoceremos la historia de superación de nuestra alpaca y de cómo viaja a través del mundo para perseguir su sueño de ser el mejor jugador de Alpacabol.
Vivimos tranquilamente en Sudamérica junto a nuestra madre, al principio solo somos un aficionado más al juego estrella, el fútbol (versión alpaca), y que tiene grandes sueños, pero que nunca ha pensado dejar su hogar para cumplirlo. En nuestra isla, tenemos al entrenador Paco que nos anima a ir a jugar algunos partidos con otros habitantes de la isla, Didi el tonto o Camila la atrevida, son algunos de nuestros vecinos. Como veis el sentido del humor es algo esencial en este juego.
Buena música con alpacas luchando por un balón, ¿qué puede salir mal?
Cuando ganamos a todos nuestros amigos y vecinos, nuestro hogar se nos queda pequeño y nuestra madre nos anima a viajar a Europa para disputar en la copa mundial. En nuestro nuevo destino, tendremos que competir en otros partidos hasta llegar al Estadio de Londres y hacernos con la victoria y ser el número uno.
Y, por último, tenemos su segundo estilo de juego, el modo «jugar» dónde nosotros creamos nuestra propia partida y con nuestras reglas de juego. Controlaremos desde el tiempo que puede durar el partido, su modo, que pelota utilizar, sus potenciadores hasta la dificultad de la CPU. Un modo bastante completo.

Alpaca contra Alpaca
Como ya os hemos comentado más arriba, el juego consiste de ir en partido en partido hasta conseguir un equipo y triunfar. No solo jugaremos en solitario, depende del estadio podremos jugar con otro compañero o con hasta ocho alpacas más. Dos equipos de cuatros cada uno, ¿Suena bien? Desde luego que sí, pero aquí es donde nos encontramos con uno de sus problemas. El partido se puede volver un completo caos cuantos más personajes estén en pantalla, pensad que el estadio es un sitio pequeño donde veremos a muchos personajes intentando ir a por el balón. Hay otro tema que abordar en el apartado de los partidos, la precisión y sentir que tenemos el control de la situación no acompañan al gameplay, se siente que todo al final queda en el azar y con suerte puede que marquemos algún gol.

Hay diferentes campos de juego, veremos desde el más normal que es sobre tierra u otros más locos como puede ha llegar a ser una pista sobre hielo o incluso jugaremos dentro de un volcán mientras su lava cae sobre nosotros. También hay diferentes balones, no solo contaremos con el típico balón que todos conocemos de fútbol, encontraremos desde discos de hockey hasta balones de playa hinchables (los cuales desearas que no te salgan, ya que por su gran tamaño es mucho más difícil conseguir que entre en la portería y más si hay algún jugador roleando como portero).
Para añadirle aliciente a cada partido, existen los potenciadores. Para ser sinceros, no hay una gran variedad de estos y tampoco van a ser decisivos para la victoria. Para que os hagáis una idea, algunos de ellos son, alargar el cuello aún más para tener más rango o convertir a todos los demás jugadores (incluido tu propio equipo) en su versión mini.
Para ir de partido en partido entraremos en el mapa, no encontraremos un mapa abundante en cuanto a elementos y para cambiar de continente podremos utilizar una pequeña barca (¿una alpaca manejando una barca? Así es) y podremos disfrutar de un agradable paseo junto a los delfines. Las ubicaciones las reconoceremos seguro, desde la playa de Valencia hasta Machu Piccu.
Podremos personalizar a nuestro protagonista cada vez que entramos en el juego con diferentes accesorios o gafas, viste a tú campeón como más te guste.

Imposible no pasárselo bien
En definitiva, Alpaca Ball: Allstars no busca crear unas mecánicas muy complejas, su claro objetivo está bastante claro, hacernos reír, y creedme que lo consigue. Ver a un puñado de alpacas corred, chocarse, noquearse y mover su blandito cuello es muy divertido y seguro que conseguirá sacaros más de una carcajada. Jugar acompañado es dónde el juego saca todo su punto fuerte, que no es otro que la diversión pura y dura, sin grandes pretensiones.
Tiene algunas carencias como pueden llegar a ser la falta de más modos de juego, no contar con más movimientos, más precisión a la hora de manejar al personaje o la locura que puede llegar a ser el partido con muchos personajes en pantalla todos intentando ir a por el balón, pero, a este juego no le hace falta nada de esto para conseguir su propósito: entretener.
Si queréis pasar unos buenos momentos rodeados de amigos o con la familia, jugando algo completamente diferente mientras escuchas cumbias al son del movimiento de cuello de este peculiar animal, Alpaca Ball: AllStars es tu juego. Ya está disponible tanto como para Nintendo Switch como Steam a un precio de 19,99€.

Alpaca Ball: Allstars
Puntuación Final - 7.5
7.5
Recomendado
Si queréis una propuesta diferente en cuanto a juegos de fútbol y, sobre todo, pasar un buen rato donde las risas estén aseguradas, este es vuestro juego.