A estas alturas, no se le escapa a nadie el maravilloso trabajo que el equipo de Aeternum Game Studios está haciendo con su universo. Con Aeterna Noctis siendo uno de los metroidvania más reconocidos de los últimos tiempos, y un Summum Aeterna en Acceso Anticipado que pinta realmente prometedor, el futuro se presenta brillante para esta franquicia.
En su momento, tuvimos la oportunidad de analizar Aeterna Noctis en PC (a la cual os emplazo en el caso de que queráis conocer más en profundidad detalles de su jugabilidad), así que mi papel en este análisis está claro, aunque también vaya a exponer mi experiencia a nivel personal con el título: ¿qué tal le sienta la (muy esperada) portabilidad en Switch a Aeterna Noctis? Vamos a comprobarlo.
Un metroidvania de manual
Uno de los puntos más interesantes de Aeterna Noctis, y que sinceramente no esperaba encontrar, es lo interesante de su planteamiento y universo. Controlaremos al Rey de la Oscuridad, un ente condenado a repetir un ciclo de lucha eterna contra la Reina de la Luz. ¿El motivo? Intentaron rebelarse contra Caos, creador del mundo, quien les concedió el don de la inmortalidad para que ni siquiera la Muerte pudiera librarles de su castigo. Controlaremos al Rey de la Oscuridad tras salir derrotado en uno de estos enfrentamientos. Eso significa que sus poderes han quedado sellados y repartidos por el mundo de Aeterna, por lo que, una vez más, deberá partir en su busca para hacer frente una vez más a su eterna rival.

Desde el principio, encontramos una premisa muy bien pensada y coherente con lo que plantean los metroidvania. Por un lado, en todo momento tendremos la duda de si podremos romper este ciclo, pero por el otro, al mismo tiempo que conocemos el mundo de Aeterna y el Rey se va reencontrando con viejos conocidos en su cruzada, iremos ganando nuestros poderes de antaño para prepararnos para enfrentar un nuevo ciclo. Habrá una gran cantidad de NPCs, tanto para encomendarnos misiones puntuales como para ser referencias a lo largo de la trama. La figura del Bibliotecario, por ejemplo, siempre tendrá curiosas historias referenciales a otros títulos de la industria, un pequeño detalle que me ha encantado; no será el único rasgo de gran amor por el medio que encontraremos en Aeterna Noctis.
Aeterna Noctis se siente como un estupendo compendio de convencionalismos del género, así como la unión de las formas de jugabilidad más reconocibles del metrodivania
Las 16 zonas del mundo de Aeterna son impresionantes a todos los niveles: visualmente son realmente variadas, contando todas ellas con un diseño sorprendentemente cuidado, tanto en la estructura y tamaño de sus zonas como con su identidad a nivel visual y sonoro. Me han sorprendido particularmente cómo aprovecha los fondos de los escenarios, algo difícil de apreciar en experiencias exigentes como los metroidvania, pero que aquí consiguen brillar con luz propia. Aeterna Noctis hace un uso fabuloso de su estética y apartado gráfico en dos dimensiones para dar una gran cantidad de detalles y profundidad a su mundo. También me ha impactado lo enormes que son sus mundos, enormes mapas repletos de pequeñas zonas interconectadas y llenas de salas que ocultan el mismo nivel de detalle y desafío entre sí. De hecho, aunque también puede ser porque no me considero un gran amante del género, me ha parecido demasiado enorme; sin dejar de ser apabullante la cantidad de trabajo puesta aquí, así como la ingente cantidad de contenido que disfrutar, el enorme nivel de desafío del juego, unido a la magnitud de sus zonas, hacen que la sensación de progresión y el ritmo del juego se resientan.
A nivel de jugabilidad, Aeterna Noctis presenta un compendio de convencionalismos del género: dinámica Souls de evolución a través de recursos que sustraemos de enemigos-cofres y que debemos proteger si no queremos perderlos, aumento de stats básicos con objetos que encontramos escondidos en los escenarios, árbol de habilidades, diferentes armas, progresión orgánica por sus zonas a través de las habilidades que vamos recuperando, diferentes opciones de equipo… No es un juego que pretenda revolucionar los cimientos de los metroidvania, pero sí que es uno que recoge de forma magistral las mecánicas más reconocidas de este tipo de propuestas.
Poniendo el mismo nivel de detalle en ofrecer una experiencia desafiante a nivel plataformeo, combate y exploración, se siente como la (satisfactoria) unión de las formas de jugabilidad más reconocibles dentro del género. Aunque en ocasiones su dificultad pueda llegar a exasperar al jugador más curtido, siempre ha conseguido hacerme gracia el nivel de pensamiento puesto en cómo retorcer ciertas secciones o lo imaginativo de su manera de castigar al jugador en algunos puntos.
La experiencia global se ha retocado con la introducción de dos modos de dificultad muy bien diferenciados, disponibles en todas las versiones del juego: Aeterna, más centrado en el combate y la exploración (definida por sus creadores como un metroidvania puro) y Noctis, la experiencia original con una dificultad más destacable de las secciones de plataformas. Los cambios entre ambos modos son muy notables, pudiéndose alternar entre ambos en la misma partida, siendo una forma de dar más variedad al juego y libertad al jugador. Es cierto que conviene avisar la enorme dificultad que reside en ambos modos igualmente: no es un juego apto para quienes buscan una experiencia cómoda y sencilla, sino para los amantes de los retos más exigentes.
Un loable port
Siempre he pensado que los metroidvania, salvo alguna excepción, son un género que se disfruta mucho más en formato portátil, en el cómodo abrazo de Switch. Equiparando la sensación de viaje del juego a la portabilidad que ofrece la híbrida de Nintendo, son experiencias que se gestionan de manera excelente dedicando pequeños ratos de juego. Aeterna Noctis no es una excepción; realmente creo que esta versión es la que mejor sienta al conjunto a nivel de sensaciones, a pesar de los sacrificios lógicos que conlleva esta versión. Por un lado, aunque el framerate no me ha parecido estable a 60 FPS en todo momento (siendo pocas las ocasiones en las que se deja notar), en ningún momento he sentido que perdiera en algún desafío por culpa de un aspecto técnico ni que afectara a mis sensaciones a los mandos.
Tampoco me ha parecido que haya habido sacrificio alguno a nivel gráfico, ya que el juego sigue siendo una delicia a nivel audiovisual (mención especial a su espectacular banda sonora y a su estupendo doblaje). El único punto negativo que sí que me parece que afecta al conjunto, aunque es uno esperable, son los tiempos de carga. Sin ser algo tremendamente doloroso, los tiempos de carga entre estancias oscilan entre los cinco y los siete segundos, no así entre las muertes del Rey de la Oscuridad, sonde el juego retoma de forma instantánea la acción. Por cuestiones inherentes al metroidvania, los cambios de habitaciones y zonas son relativamente frecuentes en el juego, a no ser que estés atascado en una misma estancia por otros motivos, por lo que son segundos de espera que viviremos a menudo. No son graves, pero sí que aumentan esa sensación de juego dilatado que comentaba anteriormente en relación a su dificultad y tamaño.
Sin embargo, más allá de esta pequeña cuestión que me parecía justo señalar, es impresionante la labor realizada a la hora de llevar Aeterna Noctis a Switch, y sin duda seguiría eligiendo esta versión por encima del resto.
Conclusiones
Aeterna Noctis me ha sorprendido en todo momento gracias a su cuidado diseño, su exigente dificultad y su gigantesca escala, aunque en este último punto no siempre fuera en el buen sentido; hubiera preferido mayor mesura y menor tamaño en muchas de sus secciones para tener una experiencia más compacta y centrada, aunque es una percepción totalmente personal que no empaña el enorme trabajo de diseño que hay detrás.
Aunando las principales características definitorias del metroidvania, así como los núcleos jugables que más han destacado en el género en los últimos años, estamos ante un imprescindible para los amantes de este tipo de experiencias.
Aeterna Noctis
Puntuación Final - 8.5
8.5
Recomendado
Aeterna Noctis me ha sorprendido en todo momento gracias a su cuidado diseño, su exigente dificultad y su gigantesca escala. Un imprescindible para los amantes de este tipo de experiencias.