La pérdida de un ser querido siempre es algo duro de sobrellevar, una experiencia que nos marca y para la cual cada persona tiene una reacción diferente. Hay situaciones en las que esta vivencia se puede sobrellevar de mejor manera, por ejemplo, no es lo mismo un nieto que pierde a un abuelo que unos padres perdiendo a su hija. Hay ocasiones en las que estamos más preparados para lidiar con el duelo y A Tale of Paper nos propone una situación más extraña de encontrar y nos la cuenta de una manera poética y preciosa a través de un muñeco de papel.
El mundo a través del papel
A Tale of Paper deja bastante claro desde un principio que clase de aventura va a ser con sus escenarios y su personaje principal. Un simpático muñeco de papel que recuerda vagamente a un ser humano deambula por escenarios muy grandes para él. Montones de papeles desperdigados por el suelo, cuadros de animales y astronautas, una habitación cerrada con tablas de madera con un nombre… Detalles que nos permiten descubrir quién vivía aquí anteriormente y empezar a encajar piezas en el puzle que es este título.
Gráficamente tenemos un juego la mar de bonito, con sus gráficos en 3D que no llegan al hiperrealismo y sus escenarios cuidados con sumo mimo y detalle. Incluso el diseño de nuestro protagonista y sus transformaciones están bien pensadas en función de los gustos de su creador. Todo está enfocado en dos sentidos: El primero, que conozcas a quién te creo y su historia, el segundo que te veas maravillado por un mundo que parece tan desconocido como cercano al nuestro. Desde la perspectiva de un pequeño muñeco de papel todo parece distinto y mucho más hermoso en los detalles insignificantes.
Con algunos escenarios que logran quitar el aliento, A Tale of Paper logra engancharte en su mundo y acompañarte con una banda sonora plagada de melancolía. Artísticamente se ha hecho un gran trabajo y es posiblemente uno de los juegos más bonitos que he podido jugar de los PSTalents.

Origami con los sentimientos
Está bien saber que A Tale of Paper es bonito, pero eso es algo que se ve en los tráilers. Lo que importa realmente es si se mantiene mecánicamente. ¿Logra transmitir bien la sensación de ser un papel vagando por un mundo demasiado grande? Pues sí, pero no tan bien como me gustaría. Las transformaciones de origami del protagonista son creativas y te permiten experimentar con cómo afrontas cada reto que te encuentras por el camino. Pudiendo transformarte en rana, pelota arrugada de papel o en avión, logras tener un set de movimientos tan amplio que en más de una ocasión te sentirás tentado a probar formas distintas de superar un obstáculo concreto. Todas las formas se manejan bastante bien a excepción de la original, la cual resulta hasta torpe y poco precisa comparada con el resto. La imposibilidad de dar pasos pequeños para manejarte en lugares estrechos con precisión es sin duda la mayor pega que se le puede poner a la forma humana.
Pero también falla en el plataformeo. Algunas perspectivas de la cámara hacen imposible distinguir bien hacia donde vamos a saltar o el camino a seguir, provocando fallos en los saltos que no son tanto por falta de habilidad si no por incapacidad de ver bien que hay que hacer. Esto se convierte en un auténtico problema cuando caes cinco pisos hasta el suelo y tienes que empezar una escalada tediosa y que requiere muchísima concentración. Por desgracia esto sumado a la falta de precisión en el manejo del personaje convierten algunas fases de A Tale of Paper en un suplicio, aunque por suerte las distintas formas del papel logran paliar esto ofreciendo un mejor manejo y mayor precisión.
Sin duda alguna las transformaciones son lo mejor de todo el juego, pudiendo tontear y jugar con nuestros nuevos poderes hasta hartarnos, contando con hasta 7 formas distintas incluyendo la principal que nos permiten navegar por los distintos escenarios a nuestro antojo, consiguiendo una sensación liberadora en los espacios más abiertos dónde podremos explorar casi tanto como queramos.
Un par de puzles aquí y allí dan algo de vida extra al juego y le otorgan un poco más de dificultad a un juego que de por sí no es muy difícil. Un título con un parecido a Unravel y Little Nightmares pero que logra separarse lo suficiente de ambos como para ser tratado como algo muy diferente.

Historias de pérdida y papel
Como ya he dicho al principio, A Tale of Paper nos habla sobre la pérdida y de cómo cada persona la sobrelleva. Nada más aparecer en el mundo nos encontramos en una habitación vacía llena de papeles y un gran bastón en el suelo. En seguida logramos entender que estamos en la habitación de quien nos creó. Y este tipo de narrativa a través del escenario y sus detalles se mantiene de manera brillante a través de todo el juego, logrando que entendamos al final, escalando una colina y alcanzando una tumba, toda la historia hasta el momento y el por qué de nuestra existencia. Aunque claro, ese no es el auténtico final, ya que el juego continúa, con otro muñeco de papel creado por la misma persona, pero con otra idea en mente.
La forma de narrar de A Tale of Paper está tan bien escogida, sin diálogo alguno, sólo acciones y detalles, que debo de aplaudir a los creadores por ser tan valientes
Una historia que se explica mejor cuando logras reunir todos los coleccionables del título, ofreciéndonos ilustraciones de un anciano y su nieto, narrándonos su historia en imágenes. Una historia desgarradora que sigue más allá de la muerte, dejándonos una sonrisa amarga en los labios y algo de calidez en el pecho.
La forma de narrar de A Tale of Paper está tan bien escogida, sin diálogo alguno, sólo acciones y detalles, que debo aplaudir a los creadores por ser tan valientes. Por no pensar que el jugador es tonto y necesita que todo sea explicado palabra por palabra, por confiar en que la gente entenderá su mensaje sin necesidad de decir nada. Y al menos conmigo lo han conseguido.

Cohetes de papel
He disfrutado bastante este juego, aunque no ha logrado llegarme tanto como otros indies sentimentales o que traten sobre la pérdida. Pero es de admirar el gran trabajo hecho por Open House Studio tanto en lo narrativo como en lo visual, renqueando un poco más en lo técnico y mecánico. Un par de bugs aquí y allá y algún que otro problema con la cámara son cosas casi nimias comparado con la brillantez de sus otros aspectos. Tengo ganas de saber que harán a continuación los miembros de este estudio.
A Tale of Paper
Puntuación Final - 7.5
7.5
Recomendado
Un juego íntimo y cálido que nos habla sobre la pérdida usando un simpático muñeco de papel en un mundo demasiado grande para él. Una experiencia preciosa.